Alabado sea Dios.
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ordenó que los no musulmanes debían ser desalojados del área del Hiyaz, que abarca las ciudades de La Meca y Medina en la Península Árabe, y afirmó que allí el Islam no debía coexistir con ninguna otra religión. Esta es una norma legal. No es permisible según el Islam para ningún no musulmán permanecer allí. Con respecto a la presencia de los judíos en la ciudad de Medina, en el emirato de Jaibar, y otros lugares durante la vida del Profeta Muhámmad, ellos ya estaban allí cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) emigró a la ciudad de Medina y siguieron permaneciendo allí por varios años más. Todo esto sucedió antes de que el Profeta Muhámmad emitiera este decreto, el cual tuvo lugar durante su enfermedad final. Luego de eso el califa ‘Umar (que Dios esté complacido con él) ordenó a todos los no musulmanes desalojar la zona.