Alabado sea Dios.
Le pedimos a Allah que la recompense con el bien por su paciencia y por complacer los deseos de su esposo obedeciendo los mandamientos de su Señor.
La solución a su problema es hablar con sinceridad. Esto no significa avergonzarlo ni acusarlo por ser desconsiderado. Por lo general este inconveniente surge cuando el esposo no se da cuenta de que existe un problema, no ocurre porque el esposo es desconsiderado. El esposo puede tener relaciones sexuales sin prestar atención a ciertos aspectos como el de satisfacer las necesidades de la esposa. Quizás pueda beneficiarse leyendo algunos libros al respecto que explican las bases de las relaciones y la intimidad entre un hombre y una mujer como por ejemplo Tuhfat al-‘Arus de Mahmood Mahdi Istanbuli.
El punto es que no hay nada de malo en que usted hable con su esposo sobre este asunto, y le sugiera que lea al respecto. Hablar sinceramente es preferible que sufrir de esta manera, y el problema puede ser resuelto fácilmente.
Esto no exime a la mujer de compartir algunas de las responsabilidades. Ella también tiene cosas que cumplir, como el arreglarse para su esposo, ser amorosa con él y estimularlo para tener relaciones sexuales.
Le pedimos a Allah que ponga orden en los asuntos musulmanes.
Y Allah sabe mejor.