Jueves 25 Yumada az Zaniah 1446 - 26 Diciembre 2024
Español

¿Qué se prescribe al musulmán en relación con la pandemia de coronavirus?

Pregunta

¿Qué está prescrito que haga el musulmán en estos días en que el coronavirus (COVID-19) se está propagando, y cómo puede Al-lah, Glorificado sea, aliviarnos de esta calamidad? Que Al-lah los recompense con el bien.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En el caso de una calamidad o epidemia, el remedio es arrepentirse ante Al-lah, Glorificado sea, humillarse ante Él y suplicarle, corregir cualquier mal que se hubiera hecho, y también buscar mucho el perdón, glorificar mucho a Al-lah, enviar bendiciones sobre el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), pedirle a Al-lah por el bienestar, y tomar medidas para protegerse y tratar la enfermedad, como la cuarentena, las vacunas y el tratamiento médico si están disponibles.

  1. Con respecto a arrepentirse y humillarse ante Al-lah, Glorificado sea, Él dice (lo que en español se interpreta así): {Ya había enviado Mensajeros anteriores a ti a otras comunidades, pero [por haberlos desmentido] las castigué con miseria y enfermedades, para que así fueran humildes. Hubiera sido mejor para ellos mostrar humildad e invocarme cuando les llegó Mi castigo. Pero sus corazones se endurecieron y el demonio les hizo parecer bello lo que hacían} [Corán 6:42-43].

Ibn Kazir (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo en su Tafsir (3/256): “{Ya había enviado Mensajeros anteriores a ti a otras comunidades, pero [por haberlos desmentido] las castigué con miseria }, es decir, empobrecimiento e indigencia. {… y enfermedades} esto se refiere a padecimientos y dolor. {… para que así fueran humildes}, es decir, para que invocaran a Al-lah, se humillaran ante Él y Le temieran.

Al-lah, Glorificado sea, dice: “Entonces, ¿por qué, cuando les llegó nuestro castigo, no se humillaron?”. Es decir, ¿por qué, cuando los pusimos a prueba con eso, no nos suplicaron y mostraron humildad ante Nosotros?

{… Pero sus corazones se endurecieron} y nunca se ablandaron ni se humillaron {y el demonio les hizo parecer bello lo que hacían}, es decir, el shirk (asociar a otros con Al-lah) y cometer pecados”.

Al-lah, Glorificado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {¿Acaso no ven que son puestos a prueba cada año una o dos veces? Pero aun así no se arrepienten ni reflexionan} [Corán 9:126].

Las calamidades solo caen por el pecado, y no pueden ser quitadas excepto por el arrepentimiento, como Al ‘Abbas (que Al-lah esté complacido con él) dijo en su du’a cuando oró por lluvia (istisqa’).

Al Hafiz Ibn Hayar (que Al-lah lo tenga en Su misericordia ) dijo en Al Fath (2/497): “Az-Zubair Ibn Bakkar describió en Al Ansab el du’a (súplica) que Al ‘Abbas ofreció durante este evento y el tiempo durante el cual ocurrió. Narró, con su isnad (cadena de narradores) que cuando ‘Umar rezó para que lloviera en virtud de la súplica de Al ‘Abbas, dijo: ‘Oh, Al-lah, ninguna calamidad cae excepto por el pecado, y no puede ser quitada excepto por medio del arrepentimiento’”.

  1. Con respecto a la búsqueda del perdón: es un medio para alcanzar la buena salud, la fuerza y el bienestar.

Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {Supliquen perdón a su Señor y arrepiéntanse ante Él, pues así les concederá de Sus gracias hasta un plazo determinado, y recompensará a todo aquel que haga el bien…} [Corán 11:3].

{¡Oh, pueblo mío! Pidan perdón a su Señor y arrepiéntanse, que Él les enviará del cielo lluvias benditas, aumentará su fortaleza y multiplicará su poderío. No den la espalda como los criminales”} [Corán 11:52].

  1. Con respecto a glorificar a Al-lah (tasbih), Al-lah nos dice que en virtud del tasbih Él salvó a Yunus (Jonás, la paz sea con él) de la angustia, y declaró que de la misma manera Él salvará a los creyentes.

Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {[El Profeta] Jonás, cuando se marchó enojado [con la gente de su pueblo que se negaron a creer en él], pensó que no lo iba a castigar [por no haber tenido paciencia, pero lo hice tragar por la ballena], e invocó desde la oscuridad [de su estómago]: “No hay otra divinidad más que Tú. ¡Glorificado seas! En verdad he sido de los injustos”. Respondí su súplica y lo libré de su angustia. Así salvo a los creyentes} [Corán 21:87-88].

Y Al-lah, Glorificado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {Y si no fuera porque él era de los que glorifican a Al-lah, hubiera permanecido en su vientre hasta el Día de la Resurrección} [Corán 37:143-144].

Ahmad (1462) y At-Tirmidhi (3505) narraron que Sa’d dijo: “El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘La súplica de Dhun-Nun, cuando estaba en el vientre del pez fue: La ilaha il-la anta subhanaka inni kuntu min ad-dalimin (no hay deidad excepto Tú; Glorificado seas. Ciertamente, he sido de los malhechores). Si un musulmán dice estas palabras en súplica concerniente a cualquier cosa, Al-lah le responderá” (clasificado como sahih por Al Albani).

Ibn Al Qaiem (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Ibn Mas’ud dijo: ‘Todo Profeta que fue afligido por una calamidad buscó la ayuda de Al-lah glorificándolo (tasbih)” (Al Yawab Al Kafi, p. 14).

  1. Enviar bendiciones sobre el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), es uno de los mayores medios para aliviar la angustia y la calamidad.

Ahmad (21242) y At-Tirmidhi (2457) narraron que Ubai Ibn Ka’b dijo: “Cuando había pasado un tercio de la noche, el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se levantó y dijo: ‘Oh, gente, recuerden a Al-lah, recuerden a Al-lah; el primer Trompetazo es inminente y será seguido por el segundo; la muerte, con todo lo que conlleva, es inminente; la muerte, con todo lo que conlleva, es inminente’”. Ubai dijo: “Oh, Mensajero de Al-lah, ¿cuánto de mi du’a (súplica) debo destinar a enviarte bendiciones?” Él dijo: “Lo que desees”. Dije: “Un cuarto”. Él dijo: “Lo que quieras, y si haces más, mejor para ti”. Le dije: “La mitad”. Él dijo: “Lo que quieras, y si haces más, mejor para ti”. Le dije: “Entonces, dos tercios”. Me dijo: “Lo que quieras, y si haces más, mejor para ti”. Le dije: “Haré todos mis du’a por ti”. Me dijo: “Entonces tus preocupaciones serán atendidas y tus pecados serán perdonados”.

Según la versión narrada por Ahmad, Ubai Ibn Ka’b narró de su padre que dijo: “Un hombre dijo: ‘Oh, Mensajero de Al-lah, ¿qué te parece si destino todo mi du’a a enviarte bendiciones?” Él dijo: “Entonces Al-lah te bastará contra lo que te preocupe en este mundo y en el más allá”.

El hadiz fue clasificado como hasan por Al Albani y los comentaristas de Al Musnad.

El Sheij Al Islam Ibn Taimiah fue preguntado acerca de lo que Ibn Al Qaiem narró en Jala’ Al Afham (p.79) con respecto a la explicación de este hadiz. Dijo: “Ubai Ibn Ka’b tenía una du’a (súplica) que solía decir para sí mismo, y le preguntó al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) si podía hacer una cuarta parte de ella enviando bendiciones sobre él, y el Profeta dijo: ‘Si haces más, será mejor para ti’. [Ubai] preguntó: ‘¿La mitad?’. Dijo: ‘Si haces más, será mejor para ti’, hasta que Ubai dijo: ‘Haré todo mi du’a por ti’ —lo que significa: Haré todo mi du’a enviando bendiciones sobre ti—. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Entonces tus preocupaciones serán atendidas y tus pecados serán perdonados’. Esto es porque quien envía bendiciones al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) una vez, Al-lah le enviará bendiciones diez veces más; y cuando Al-lah envía bendiciones a una persona, Él se ocupará de sus preocupaciones y le perdonará sus pecados”.

  1. Con respecto a pedir por el bienestar, está prescrito hacerlo por la mañana y por la noche, y se enfatiza más cuando se propaga una epidemia.

Ahmad (4785), Abu Dawud (5074) e Ibn Mayah (3871) narraron que ‘Abdul-lah Ibn ‘Umar dijo: “El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) nunca dejaba de decir estas súplicas cuando llegaba la noche y cuando llegaba la mañana: Al-lahumma inni as’aluka al ‘afiah fid-dunia wal ajirah. Al-lahumma inni as’aluka al ‘afwa wal ‘afiah fi dini wa duniaia wa ahli wa mali. Al-lahumm astur ‘awrati wa amin raw’ati. Al-lahumm ihfadni min baini iadaia wa min jalfi wa ‘an iamini wa ‘an shimali wa min fawqi wa a’udhu bi ‘adamatika an ughtala min tahti (Oh, Al-lah, Te pido bienestar en este mundo y en el Más Allá. Oh, Al-lah, Te pido perdón y bienestar en mis asuntos religiosos y mundanos, y en mi familia y mi riqueza. Oh, Al-lah, oculta mis faltas y mantenme a salvo de las cosas que temo. Oh, Al-lah, protégeme por delante y por detrás, y a mi derecha, a mi izquierda y desde arriba, y busco refugio en Tu grandeza de recibir un daño inesperado por debajo de mí)”. Dijo: “Eso [la última frase] significa ser tragado por la tierra”.

Ahmad (20430) y Abu Dawud (5090) narraron de ‘Abd Ar-Rahman Ibn Abi Bakrah que le dijo a su padre: “Oh, padre mío, te oigo decir en la súplica cada mañana: Al-lahumma ‘afini fi badani, Al-lahumma ‘afini fi sam’i, Al-lahumma ‘afini fi basari, la ilaha il-la anta (Oh, Al-lah, concédeme salud en mi cuerpo; Oh, Al-lah, concédeme salud en mi oído; Oh Al-lah, concédeme salud en mi vista, no hay más dios que Tú)”, y lo repites tres veces por la mañana y tres veces por la noche. Dijo: Oí al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decir estas palabras en una súplica y me gusta seguir su Tradición”.

Otras súplicas que son beneficiosas en esta situación son las que se narraron en los siguientes hadices:

At-Tirmidhi narró que Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) solía ofrecer súplicas (du’a) diciendo: “Al-lahumma matti’ni bi sam’i wa basari way’al Al-lahuma al wariza minni, wansurni ‘ala man iadlimuni wa judh minhu bi za’ri (Oh, Al-lah, permíteme beneficiarme de mi oído y mi vista, y hazlos mis herederos; apóyame contra quien me agravie y véngate de él por mí)”.

“Hazlos mis herederos” significa: mantenlos sanos y salvos hasta que yo muera.

Ahmad (13004), Abu Dawud (1554) y An-Nasa’i (5493) narraron de Anas que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah desciendan sobre él) solía decir: “Al-lahumma inni a’udhu bika min al barasi wal yununi wal yudham wamin sayi’ al asqam” (Oh, Al-lah, busco refugio en ti del vitíligo, de la locura, de la lepra y de las malas enfermedades).

Ahmad (528), Abu Dawud (5088), At-Tirmidhi (3388) e Ibn Mayah (3869) narraron que ‘Uzman Ibn ‘Affan dijo: “Oí al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decir: ‘Quien diga: Bismil-lah il-ladhi la iadurru ma’a ismihi shai’un fil ardi wa la fis-sama’i wa huwa as-sami’ ul ‘alim (en el nombre de Al-lah con Cuyo nombre nada puede dañar en la tierra ni en el cielo, y Él es el que todo lo oye y todo lo sabe), tres veces, no sufrirá una aflicción repentina hasta que llegue la mañana; y quien diga eso cuando llegue la mañana no sufrirá una aflicción repentina hasta que llegue la tarde”.

  1. Con respecto a tomar medidas como la cuarentena y la búsqueda de tratamiento médico, esto está indicado por las enseñanzas y la práctica de nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), ya que él nos instruyó a buscar tratamiento médico, y resaltó la importancia de tomar precauciones contra la infección; nos instruyó a no poner camellos enfermos con camellos sanos, y a no viajar a una tierra donde se esté produciendo una plaga.

El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Busquen tratamiento médico, porque Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, no ha creado ninguna enfermedad sin haber creado también un remedio para ella, excepto para una: la vejez” (narrado por Ahmad, 17726, y los autores de As-Sunan; Abu Dawud, 3855; At-Tirmidhi, 2038; e Ibn Mayah, 3436. Clasificado como sahih por Al Albani en Sahih Abi Dawud).

Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Quien coma siete dátiles ‘aywah en la mañana, no será dañado por ningún veneno o brujería ese día” (narrado por Al Bujari, 5769; Muslim, 2057).

Al Bujari (5771) y Muslim (2221) narraron que Abu Hurairah (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Ningún camello enfermo debe ser puesto con uno sano’”.

Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Si oyes de la plaga en alguna tierra, no entres en ella; y si ocurre en una tierra en la que estás, no salgas de ella” (narrado por Al Bujari, 5728; Muslim, 2218).

Le pedimos a Al-lah, Glorificado sea, que nos alivie de esta calamidad y epidemia.

Y Al-lah sabe mejor.

Origen: Islam Q&A