Alabado sea Dios.
El reporte mencionado fue narrado por al-Hákim, y fue citado por al-Háfid y al-Mundhiri en at-Targhíb wal Tarhíb. Él dijo: “Fue narrado sólo por ‘Aamir ibn Jadash an-Nisapuri”. Él dijo: “Fue un narrador de reportes rechazados (munkar). Fue el único que lo narró de ‘Umar ibn Harún al-Balji, quien es matruk y mutáhham (es decir, sus reportes son rechazables), y sólo Ibn Mahdi lo elogió”.
Por eso es sabido que este reporte es da’íf (débil), desde el punto de vista de su cadena de narradores.
Más aún, los reportes auténticos indican que no está permitido recitar el Corán cuando uno está postrado, por lo tanto este reporte también es débil desde el punto de vista de su contenido. No es permisible actuar en base a él, no sólo porque no es auténtico, sino porque contradice otros reportes auténticos.
Y Allah es la Fuente de toda fuerza.