Alabado sea Dios.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Ofrecer un animal sacrificado es mejor que dar su precio en caridad, a causa de lo que se ha narrado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y lo que sus compañeros y los eruditos musulmanes hicieron. El sacrificio es uno de los rituales del Islam, y si la gente lo abandona y da en caridad simplemente el dinero, todo lo que el sacrificio conlleva y significa se perderá. Si dar en caridad el precio del animal a sacrificar fuera mejor que sacrificarlo y dar su carne, entonces el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no habría fallado en hacerlo, porque él siempre escogía la más fácil de dos opciones, siempre y cuando ello no implicara un pecado. Durante la vida del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hubo una hambruna, y él dijo: “Quien entre ustedes ofrezca un sacrificio no debe guardar nada de la carne en su casa por más de tres días”.
Al año siguiente, le dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿debemos hacer lo que hicimos el último año?”. Y él respondió: “Coman una parte, alimenten al pobre con otra, y guarden otra parte, pues el año anterior hubo tiempos difíciles y yo quise ayudar a la gente”. Consensuado.
Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El sacrificio realizado en su momento prescripto es mejor que dar su precio en caridad. Aun si das muchas veces más del precio del sacrificio para la peregrinación o para la Festividad del Sacrificio, nunca será lo mismo ni tomará su lugar”.
Y Allah sabe más.