Alabado sea Dios.
Primero:
Si una persona mira algo que tiene con admiraciَn y no reza por barakah (bendiciَn) para ello, diciendo: “Baarik Allaahu fihi (que Allah lo bendiga)” o de forma similar, y esto luego es afectado de alguna manera, entonces es posible saber que ha causado mal de ojo (hasad) a sí mismo.
No es posible saber que una persona específica es aquella que lo ha envidiado, excepto en circunstancias tales como las descriptas arriba, por ejemplo, si una persona entra en su tienda y comienza a admirarla pero no reza para que sea bendecida, y las cosas en esa tienda se rompen o se daٌan.
Esto se aplica en casos donde el efecto se ve directamente. Pero si un tiempo largo transcurre antes de que algo ocurra, entonces no podemos estar seguros de que una persona específica ha sido quien lo ha afectado con el mal de ojo.
Hay formas a través de las cuales algunas personas solían descubrir quien le había perjudicado con el mal de ojo a algo a alguien, pero estas no están prescritas ni aprobadas en la shari’ah; por el contrario, son métodos diabَlicos, tal como imaginar (a la persona que lo causَ) durante la recitaciَn del Corán como un remedio, o buscar la ayuda de los yinnes y de los demonios para descubrir esas cosas.
Los eruditos del Consejo Permanente dijeron:
Con respecto a imaginar como un remedio (a la persona que lo causَ) durante la recitaciَn del Corán, este es un procedimiento diabَlico que no está permitido, porque se está buscando la ayuda de los demonios, quienes se le aparecen a la persona enferma en la forma de aquel que lo ha afligido. Esto es algo haraam, porque involucra la bْsqueda de la ayuda de los demonios, porque causa la enemistad entre las personas, y porque propaga el miedo y la desconfianza entre las personas. En consecuencia podemos encuadrar esto dentro del significado general de las palabras de Allah mencionadas en el Corán (interpretaciَn del significado):
“Pero había hombres que se refugiaban en los genios y éstos sَlo acrecentaban su extravío”.
[72:6]
No está permitido buscar la ayuda de los yinnes para descubrir qué se ha hecho y cَmo se debe tratar, porque la bْsqueda de la ayuda de los yinnes es un acto de shirk. Tal como dice Allah en el Corán (interpretaciَn del significado):
“Pero había hombres que se refugiaban en los genios y éstos sَlo acrecentaban su extravío”.
[72:6]
Y dijo (interpretaciَn del significado):
“Y el día que él les congregue a todos y les diga: ،Oh, genios! Llevasteis a la perdiciَn a muchos hombres. Y sus secuaces de entre los hombres exclamen: ،Seٌor nuestro! Nos hemos beneficiado mutuamente, y se ha cumplido el plazo que fijaste [para nuestra muerte]. Les dirá: El Fuego será vuestra morada y sufriréis allí eternamente, salvo para quien Allah disponga otra cosa; ciertamente tu Seٌor es Sabio, Omnisciente”.
[6:128]
Lo que se interpreta de beneficiarse mutuamente es que los humanos veneraron a los yinnes y se humillaron ante ellos y buscaron su ayuda, entonces los yinnes les sirvieron e hicieron lo que ellos les solicitaron - incluso les contaron sobre la naturaleza de las causas de la enfermedad, cosas que los yinnes pueden ver y los humanos no pueden. Pero generalmente mienten y por eso es que no se puede confiar en ellos y por lo tanto no está permitido creer en ellos.
Ver Mayallat al-Da’wah, no. 1682.
Segundo:
Con respecto a tratar a la persona que ha sido afectada por la envidia o el mal de ojo, hay dos maneras de hacerlo:
Si conoce a la persona que le causَ el mal de ojo o lo envidiَ, se le puede pedir que se baٌe y el agua utilizada debe ser vertida sobre la “víctima”. Si no se conoce a la persona, entonces el remedio se da a través de la ruqiah y los dhirks prescritos en la shari’ah.
Para más detalles sobre el mal de ojo y la envidia (hasad), las diferencias entre ellos, y cَmo protegerse de ellos, por favor vea las respuestas a las preguntas no. 20954, 7190, 11359, 12205.