Alabado sea Dios.
Se reportó en Sahíh al-Bujari (4624) que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me confió la tarea de supervisar la recolección de la caridad obligatoria durante Ramadán. Alguien vino y comenzó a desparramar la comida, entonces lo tomé de las ropas y le dije: “¡Te llevaré con el Mensajero de Dios!”. El intruso me respondió: “Cuando vayas a dormir, recita el verso del trono, y será una protección de Dios para ti, y Satanás no te molestará hasta que llegue la mañana”. Cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue informado de esto, dijo: “Él dijo la verdad, y sin embargo es un mentiroso y un transgresor”.
Es recomendable y parte de la Tradición Profética recitar este verso, y debe ser recitado en una voz que tú puedas oír.