Alabado sea Dios.
Quizás lo que quieres decir es que este hombre ha hecho algunas cosas malas (makruhát), cometido algunos pecados, y teme que sus buenas obras, incluyendo sus recitaciones diarias, sean canceladas. Sobre esta base, le aconsejamos continuar recitando oraciones para recordar a Dios, y abandonar sus malos actos, porque las buenas obras borran las malas, y cuando se arrepiente ante Dios, sus malos actos serán limpiados y sus buenos serán multiplicados. No debe desesperar de la misericordia de Dios o detenerte de realizar buenas obras.
Si lo que quieres decir es que este hombre recita oraciones regularmente, pero algunos desastres (castigos) le han sucedido, tal como una enfermedad física o problemas financieros, y él teme que sus recitaciones sean inaceptables, que no tengan efecto en protegerlo y en mantenerlo a salvo de males, le responderíamos que no se preocupe, porque los desastres y las pruebas les sucedieron también a los profetas y a los hombres más rectos, pero esto no los inhibió para realizar buenas obras ni significó que sus oraciones no fueran aceptadas; por el contrario, esto sucedió para elevar su estatus espiritual y multiplicar su recompensa.