Alabado sea Dios.
En primer lugar, si un viajero quiere quedarse en un lugar por más de cuatro días, entonces ya cae bajo las mismas normas que los residentes, y debe ofrecer las oraciones completas desde el momento en que entra a la ciudad, y debe también asistir a la oración comunitaria del viernes en la mezquita cuando se hace el llamado a la oración.
El musulmán viajero también está obligado a rezar en congregación, como el residente, y han hecho bien en establecer este oratorio para ofrecer las oraciones en grupo o congregación. Consulta por favor la respuesta a la pregunta No. 21498.
En segundo lugar, no es permisible rezar la oración comunitaria de los viernes en este oratorio dispuesto para ofrecer las cinco oraciones diarias, porque el principio básico es que no deben establecerse múltiples oraciones comunitarias de los viernes excepto en caso de necesidad. Si un musulmán está en una ciudad donde se celebra la oración comunitaria del viernes debe asistir, aun si es lejos. Dios nos ha facilitado las cosas a los musulmanes, y se las ha facilitado a ustedes en particular, porque están en una ciudad donde hay múltiples mezquitas cercanas, tal como dices, que están a diez, a veinte y a treinta minutos de camino.
El Imam An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El Imam Ash-Sháfi’i y sus compañeros han afirmado que si hay cuarenta o más adultos en una ciudad, entonces la oración comunitaria del viernes es obligatoria para ellos, aun si la ciudad es grande, sea que puedan oír el llamado a la oración o no. Hay consenso entre los eruditos acerca de este punto”. Fin de la cita de Al-Maymu’, 4/353.
Consulta también la pregunta No. 14564.
Debes aconsejarles a estos hermanos haraganes que no rezan la oración comunitaria de los viernes, citándoles algunos de los reportes que advierten severamente contra aquellos que no acuden a la oración, como las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Quien no asiste a tres oraciones comunitarias de los viernes seguidas por negligencia, Dios sellará su corazón”. Narrado por Abu Dawud (1052), At-Tirmidi (500), e Ibn Máyah (1269 y 1125). Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Abi Dawud.
Que Dios nos ayude a hacer aquello que Él ama y que a Él le complace.
Y Allah sabe más.