Alabado sea Dios.
Escuchar atentamente al imam en la oración del viernes es una obligación, y no es permisible para el musulmán descuidarla ni permanecer inquieto, conversar ni ignorar el sermón. Se han narrado los siguientes reportes acerca de las virtudes de escuchar atentamente el sermón del viernes:
1 – La expiación de los pecados cometidos entre ese viernes y el viernes anterior.
Se narró de Abu Hurairah que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se bañe y luego concurra a la oración de viernes, rece lo que Dios decrete para él, luego escuche atentamente el sermón hasta que haya terminado, y luego rece detrás con él (el imam), le serán perdonados sus pecados entre ese viernes y el siguiente, y tres días más”. Narrado por Muslim, 857; un reporte similar fue narrado de Salman al-Farsí por al-Bujari, 883.
2 – Por cada paso que dé hacia la mezquita, le será registrada una recompensa como si hubiera rezado y ayunado por la noche durante un año.
Se narró de Aws ibn Aws az-Zaqafi que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se bañe para el viernes, salga temprano, y llegue temprano y se siente, esté presente al comienzo del sermón y cerca del imam y lo escuche atentamente, por cada paso que de obtendrá la recompensa de ayunar y rezar por la noche durante un año”. Narrado por at-Tirmidi, 496, quien dijo: “Es un reporte bueno”. Fue clasificado como auténtico por al-Baihaqi en Sunan al-Kubra (3/227) y por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi.
3 – La recompensa de asistir el viernes a la oración comunitaria depende de escuchar atentamente.
Se narró de Abu Hurairah que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si le dices a tu compañero “escucha atentamente” durante el viernes, cuando el imam está impartiendo su sermón, entonces te has involucrado en charlas ociosas”. Narrado por al-Bujari (934) y Muslim (851).
4 – Quien escucha atentamente obtendrá dos kafl de recompensa.
‘Ali ibn Abi Tálib ofreció un sermón en Kufah y dijo:
“Si un hombre se sienta en un lugar donde pueda oír y ver (al imam), y escucha atentamente y no se involucra en charlas ociosas ni se distrae, obtendrá dos recompensas. Si se queda lejos y se sienta en un lugar donde no pueda escuchar pero intenta hacerlo atentamente y no se involucra en conversaciones ociosas ni se distrae, obtendrá una recompensa. Si se sienta en un lugar donde puede oír y ver pero conversa o se distrae y no escucha atentamente, entonces obtendrá una parte del pecado”.
Y al final del sermón dijo: “Oí al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir eso”. Narrado por Abu Dawud (1051) y clasificado como débil por al-Albani. Un reporte similar fue narrado de Abu Umámah en un reporte marfu’, en al-Mu’yám al-Kabir (8/165), y en un reporte mursal de Iahia ibn Abi Kazír en Musánnaf ‘Abd er-Razzáq, 3/223.
Consulta las normas sobre escuchar atentamente el sermón de la oración del viernes en la respuesta a la pregunta No. 45651.
Y Allah sabe más.