Alabado sea Dios.
Alabamos a Allah, quien le ha iluminado el camino de la verdad y le ha permitido convencerse de que el Islam es la verdadera religiَn. Todo lo que tiene que hacer ahora es pronunciar el testimonio doble de fe (Shahaadatayn) para arreglar sus asuntos, y se le otorgará el apoyo divino en este mundo y en el más allá. Entonces apresْrese por tomar este paso y le pido a Allah que le permita estar firme al adherirse a Su religiَn. Alabado sea Allah, el Seٌor de los Mundos.
Segundo:
Para ser una esposa recta con la que Allah esté satisfecho, le aconsejamos, después de obedecer a Allah, obedecer a su esposo mientras él no le diga que haga algo incorrecto o pecaminoso, porque la obediencia de una esposa a su esposo es uno de los principios más importantes del matrimonio propagados en el Islam.
Fue narrado que Mu’aadh ibn Yabal (que Allah esté complacido con él) contَ que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones sean con él) dijo: “Si fuera a encomendarle a alguien que se postrase ante alguien más, le encomendaría a las mujeres que se postraran ante sus esposos, por los grandes derechos que estos tienen. Ninguna mujer puede encontrar la dulzura de la fe hasta que cumpla con los derechos de su esposo, aْn si él la llama cuando está encima de su camello”.
Al- Hayzami dijo:
Esto fue narrado completo por al-Bazzaar y en parte por Ahmad, y los hombres de su cadena de narradores son confiables.
Mayma’ al-Zawaa’id, 4/309
Tercero:
Luego debe abandonar algunas costumbres que solía tener antes de su Islam, que van en contra del Islam y de sus mandamientos.
Eso incluye el tabarruy (exhibirse), estar descubierta y no usar el correcto hiyaab islámico- si es una de esas personas que no usan vestidos islámicos . También tiene que abandonar las costumbres de los no creyentes como mezclarse con hombres extraٌos, y hacer amistad con hombres que no son sus mahram.
Tienen que acostumbrarse a las costumbres musulmanas y a los mandamientos de su religiَn, que enseٌa a la mujer musulmana a estar protegida y a no pasearse semidesnuda en los mercados y lugares donde se pueda mezclar con hombres extraٌos, porque eso ofende el honor de su esposo.
Cuarto:
Con respecto a la forma de vida que tienen que seguir, es adherirse a los mandamientos encomendados por Allah y evitar las cosas que Allah ha prohibido; eso incluye rezar, ayunar regularmente y recordarlo en todas las situaciones. Para ese objetivo la ayudará leer el Corán y otros libros ْtiles que describen al Islam y a sus enseٌanzas.
Quinto:
Con respecto a los requisitos de la mujer para entrar a la mezquita, existen los siguientes:
1- No debe salir usando perfume, adornos o maquillaje. Esto no sَlo se aplica para ir a la mezquita, sino siempre que salga de su casa; es haraam que lo haga usando maquillaje. Su propَsito al dejar el hogar debe ser la oraciَn en la casa de Allah o la asistencia a una clase en la que pueda aprender los reglamentos de su religiَn.
Fue narrado de Abu Hurayrah que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No le prohíban a las siervas de Allah ir a las mezquitas, pero que no lo hagan perfumadas”.
Narrado por Abu Dawud, 565; clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih Abi Dawud, 529
2- Es Sunnah que el musulmán, cuando deje su casa y se dirija a la mezquita, recite la siguiente sْplica durante el camino:
Fue narrado que ‘Abd- Allah ibn ‘Abbaas dijo “... Luego el almuédano
llamَ a la oraciَn, y el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) se dirigiَ hacia ella diciendo: ‘Allaahumma ay’al fi qalbi nuran wa fi lisaani nuran way’al fi sam’i nuran way’al fi basari nuran way’al min jalfi nuran wa min amaami nuran way’al min fawqi nuran wa min tahti nuran, Allaahummah a’tini nuran (Oh Allah, coloca luz en mi corazَn, en mis oídos y en mis ojos, y coloca luz detrás de mí y enfrente de mí, sobre mí, y por debajo de mí también coloca luz, Oh Allah, otَrgame luz)”.
Narrado por Muslim, 763.
3- Cuando entre en la mezquita, debe hacerlo primero con su pie derecho, y decir las palabras que fueron narradas por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él):
Fue narrado que Abu Humayd o Abu Usayd dijeron: El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando alguno de ustedes entre en la mezquita, que diga: Allaahumma iftah li abwaab rahmatika (Oh Allah, ábreme las puertas de Tu misericordia), y cuando que cuando salga diga: llaahumma inni as’aluka min fadlika (Oh Allah, pido tu munificencia)”.
Narrado por Muslim, 713.
De acuerdo a algunos informes, las palabras Bismillaah, Allaahumma salli ‘ala Muhammad (En el nombre de Allah, bendice a Muhammad) se agregan al principio de cada frase.
Ver al-Tirmidhi, 314; Ibn Mayah, 771. Clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih Ibn Mayah, 625
Fue narrado que Haywah ibn Shurayh dijo: “Me encontré con ‘Uqbah ibn Muslim y le dije, escuché que narrَ de ‘Abd-Allaah ibn ‘Amr ibn al-‘Aas que cuando el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) entrara a la mezquita decia: ‘A’udhu Billaah il-‘Azim wa bi wayhihi’l-karim wa sultaanihi’l-qadim min al-shaytaan il-rayim (Oh Allah, busco refugio en Su generoso rostro y en Su eterna autoridad del maldito Shaytaan)’. él dijo: ‘؟Es todo?’. Yo dije ‘Sí’. él dijo: ‘Y cuando dijo eso, el Shayttan dijo, “Está protegido de mí por todo el día”.
Narrado por Abu Dawud, 466; clasificado como sahih por Sheij al-Albaani en Sahih Abi Dawud, 441.
4- Cuando el musulmán entra la mezquita, no debe sentarse hasta que haya rezado dos rak’at para “saludarla”.
Fue narrado de Abu Qataadah al- Sulami que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando cualquiera de ustedes entre la mezquita, que rece dos rak’at antes de sentarse”.
Narrado por al- Bujari, 443; Muslim, 714
Abu Dawud (455) narrَ que ‘A’ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: El mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) ordenَ que las mezquitas fueran construidas en cada vecindario, y que estuvieran limpias y perfumadas.
Clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih Abi Dawud, 437.
5- La mezquita debe ser limpiada y perfumada por aquellos que puedan hacerlo:
Fue narrado de Abu Dharr que el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Las acciones de mi ummah, tantos las buenas como las malas, me fueron presentadas, y descubrí que entre las mejores se encontraba quitar cosas daٌinas de los caminos, y entre las peores se encontraba dejar flema en la mezquita y no enterrarla”.
Narrado por Muslim, 555.
6- No subir nuestra voz en la mezquita, aun al recitar el Corán, porque puede molestar a alguno de los fieles.
Fue narrado que Abu Sa’id dijo que El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) entrَ en i’tikaaf (reclusiَn o retiro para adoraciَn) en la mezquita, y los escuchَ recitar el Corán en voz alta. Corriَ la cortina y dijo: “Cada uno de ustedes está conversando con su Seٌor, así que no se molesten entre ustedes y no suban sus voces al recitar el Corán- o dijo, “en la oraciَn”.
Narrado por Abu Dawud, 1332; clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih Abi Dawud, 1183.
7- Debe abandonar la mezquita primero con su pie izquierdo, y decir la sْplica narrada por el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él).
Fue narrado de Abu Hurayrah que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuando alguno de ustedes entre en la mezquita, que desee bendiciones al Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) y diga: Allaahumma iftah li abwaab rahmatika (Oh Allah, ábreme las puertas de Tu misericordia), y cuando salgan deseen bendiciones al Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) y digan: Allaahumma a’simni min al-Shaytaan il-rayim (Oh Allah, protégeme del maldito Shaytaan).
Narrado por Ibn Mayah, 773.
Este hadiz fue clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih al-yaami’, 515
Sexto:
Con respecto al Corán, debe leerlo mucho, porque por cada letra que lea, tendrá diez hasanaat (buenas acciones). Está permitido recitar el Corán con o sin wudu’, porque el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) solía recordar a Allah en todas las situaciones. (Narrado por Muslim, 373). Pero es mejor hacer el wudu’ antes de recitar el Corán.
Fue narrado de Muhaayir ibn Quntudh que él fue hacia el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) mientras éste estaba orinando y lo saludَ con el salaam, pero no le devolviَ el saludo hasta que hizo el wudu’. Luego se disculpَ con él y dijo: “No quería mencionar a Allah sin estar en estado de pureza”.
Narrado por Abu Dawud, 17- esta versiَn fue narrada por él -; Ibn Mayah, 350. Clasificado como sahih por Sheij al-Albaani en Sahih al-Yaami’, 2472.
Pero es haraam para quien está yunub (en estado de impureza debido a la actividad sexual) recitar el Corán. Con respecto a una mujer que está menstruando, la visiَn correcta que está permitido recitar el Corán. Ver pregunta 2564.
Todo eso tiene que ver con recitar el Corán sin tocar el Mus-haf. Con respecto a tocar el Mus-haf, sَlo está permitido para aquel que tenga el wudu, porque el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Nadie puede tocar el Corán excepto aquel que está taahir (puro)”.
Narrado por Maalik en al-Muwatta’, 419; clasificado como sahih por al-Albaani en Irwa’ al-Ghalil, 122.
Si el musulmán quiere leer del Mus-haf y no tiene el wudu’, debe sostener el libro con algo en el medio, tal como guantes u otra tela.
Séptimo:
Es Sunnah ser humilde y pensar en el significado de los versículos que está leyendo. Debe preguntar sobre el significado si encuentra palabras difíciles de entender, para aumentar sus conocimientos al leer. Luego de eso debe esforzarse por actuar de acuerdo con lo que ha aprendido y por aplicar las reglas del Corán.
Y Allah sabe más.