Alabado sea Dios.
Por Dios, que nosotros no sabemos cuál de los dos asuntos es más extraño: que estés siendo acosado por los susurros de Satanás al punto que ha dejado tu fe al borde de un abismo, o el hecho de que encuentres esta pregunta difícil y no seas capaz de responderla por ti mismo. ¿Qué es lo que sabes acerca de tu religión, si no sabes esto? ¿Qué es lo que piensas y crees acerca de Dios, si estás preguntando algo como esto?
Cuando uno de sus compañeros le preguntó a ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella), la Madre de los Creyentes: “¿Vio Muhámmad a su Señor?”, ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “El cabello de la nuca se me erizó cuando oí esta pregunta”.
Si una pregunta como esta es alarmante para un creyente en este mundo, aun cuando los creyentes verán a Dios en el Paraíso, ¿cómo debemos reaccionar a esta pregunta?
¿Has dejado tu corazón tan vacío al punto de que Satanás pudo jugar con él y llevarte hasta este punto?
En la obra Sahih Muslim se reportó que Yabir dijo: “Un hombre llegó a ver al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “Oh, Mensajero de Dios, a veces sueño que me cortan la cabeza y se la llevan”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sonrió y respondió: “Si Satanás se burla de ti en tus sueños, no te asustes y no le cuentes a la gente lo que soñaste”.
Si soñar algo como esto se considera como una burla de Satanás hacia el musulmán, mucho más ha de considerarse así cuando alguien piensa, en plena vigilia, algo como lo que has dicho.
Es natural y comprensible que te sientas avergonzado por esta pregunta, y deberías llorar de pena por ti mismo si Satanás tiene tanto poder sobre ti.
Si bien es comprensible que Satanás intente hacer dudar a un musulmán de su fe, eso no significa que uno deba tomarse en serio este tipo de preguntas, discutirlas o buscar evidencias para ellas. Más bien, se supone que el musulmán debe haber cultivado una fe que lo proteja de este tipo de ideas, porque Satanás es malvado, pero sus estrategias son débiles:
“…y [sabed que] las artimañas de Satanás son débiles” (Corán, 4:76).
Se narró que Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Satanás llegará a ustedes y comenzará a decir: “¿Quién creó tal y tal cosa? ¿Quién creó tal otra?,” hasta que dice “¿Y quién creó a Dios?”. Si alguno de ustedes le sucede algo como esto, que busque refugio en Dios y que se distraiga con algo útil”.
¿Qué crees que habría respondido el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) a esta pregunta que Satanás te ha hecho? Que uno debe buscar refugio en Dios de los susurros de Satanás, dejar de pensar en esta forma acerca de Dios y distraerse con algo útil, porque Satanás en realidad no tiene ninguna necesidad de encontrar una respuesta a esta pregunta. Él sabe que su pregunta es falaz, porque describe al Creador en términos completamente inapropiados para Él. Más bien, su objetivo simplemente es agitar dudas inútiles en la mente del musulmán, y si pudiera hacerlo haría que el musulmán muera en este estado.
Al-Hafiz Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo en su comentario al reporte que citamos previamente:
“Este reporte significa que no debemos dar importancia a este tipo de ideas y especulaciones, y que tenemos que tratar de no caer en ellas, volviéndonos hacia Dios y refugiándonos en Él, y dándonos cuenta que Satanás desearía corromper cualquier cosa buena y valiosa que tengamos, especialmente nuestra religión y nuestra capacidad de razonamiento”.
Al-Jattabi dijo: “El punto en este reporte es que si Satanás susurra estas cosas en nuestros pensamientos, uno debe buscar refugio en Dios y cesar de buscarle la vuelta al asunto, y de esta forma estos pensamientos negativos disminuirán hasta desaparecer. Este tipo de preguntas y de dudas inútiles no tienen fondo, y cada vez que uno encuentra una prueba para refutarle a Satanás una pregunta, él cambia de tema y sale con otra nueva, hasta que uno queda confundido. Su pregunta “¿Quién creó a Dios?” es contradictoria porque implica una afirmación falaz, ya que el Creador no puede ser creado. Buscamos refugio en Dios de eso”.
At-Tibi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El musulmán debe buscar refugio en Dios y tratar de no pensar en ello, distrayéndose con algo que sea de utilidad. No debe contarle a nadie acerca de estos pensamientos y preguntas, ni tampoco tratar de buscar evidencias y de responderlas, porque el conocimiento de que Dios no necesita ser creado es un principio básico de la fe que no está abierto a discusión, y especular acerca de Dios en estos términos sólo hará que el musulmán se sienta más confundido y desesperado. Un musulmán en estas circunstancias no tiene más remedio que confiar en Dios y volverse hacia Él buscando Su protección.
El reporte también implica una crítica a las preguntas ociosas y a las especulaciones vanas. Que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos haya advertido contra esto es también uno de los signos de su profecía, de su capacidad para predecir algo que sucedería a los creyentes y que luego efectivamente sucedió”. Fin de la cita.
Puesto que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos encomendó ignorar y ponerle fin a tales pensamientos y no detenernos en ellos, si luego el creyente se ve sobrecogido o superado por estas ideas, esto es algo serio.
Se narró que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “Algunos de los compañeros del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con ellos) llegaron y le dijeron: “Hemos encontrado dentro nuestro algo que es demasiado horrible para hablar de ello”. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) exclamó: “¿Realmente les sucedió eso?”. Ellos respondieron: “Sí”. Él dijo: “Esto es un signo claro de vuestra fe”. Narrado por Muslim.
El imam An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Lo que significa esta respuesta del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), es que el hecho de que a ellos les repugnaran los pensamientos morbosos y los susurros de Satanás, es un signo claro de que ellos tenían una fe sana en su corazón, porque si no te atreves a hablar de ello y te sientes horrorizado por esos pensamientos morbosos, este es signo de que uno ha alcanzado la fe y de que está libre de dudas inútiles”. Fin de la cita.
Cualquier persona que tenga un mínimo de dignidad ante la gente se abstendrá de mentir y detestará que le atribuyan mentiras. La historia de Abu Sufián con Heraclio acerca de este asunto es bien conocida. Por lo tanto, ¿cuánto más odiará la mentira el creyente? Porque ciertamente, la mentira es incompatible con la fe.
Ahora, ¿qué decir si alguien imagina al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) diciendo mentiras, cuando él era el más confiable entre las personas? Esta es una idea que realmente pondría la piel de gallina.
Al parecer, hay dos razones por las cuales probablemente Satanás ha llegado a tener este control sobre tu mente:
1 – Te has apartado del recuerdo de Dios, que se logra recitando y estudiando Su palabra contenida en Su Sagrado Libro, meditando sobre Sus sublimes nombres y atributos, reconociendo Su grandeza y majestad, Su belleza y perfección, que también es descrita en la Tradición de Su Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
2 – Quizás es un castigo que Dios te ha impuesto, por alguna razón como mantener la compañía de malas personas. Estos compañeros no necesariamente han de ser amigos tuyos, sino que es posible que sea gente ociosa con quien tú mantienes contacto en Internet, y que te hayan hecho preguntas capciosas como las que suelen hacer los ateos militantes, o los que odian el Islam, y estas preguntas se quedaron flotando en tu mente, y te condujeron a la confusión en la que estás actualmente. Dios dijo (traducción del significado):
“A quien se aparte del recuerdo de Dios le asignaremos un demonio que será su compañero inseparable [que le susurrará el mal]. Y ellos [los demonios], en verdad, los apartan del camino, pero [los incrédulos] piensan que están bien encaminados. Pero cuando comparezcan ante Nosotros, dirán: Ojalá entre tú [¡Oh, demonio!] y nosotros hubiese una distancia como entre el oriente y el occidente. ¡Qué pésimo compañero [fuiste]! [Se les dirá:] De nada os servirá hoy [lamentarse] pues fuisteis inicuos; ahora compartiréis el castigo” (Corán, 43:36-39).
Por lo tanto, corrige tu conducta y así corregirás tus pensamientos, lee el Libro de Dios y vuélvete hacia Él, y así reconocerás a Dios con la grandeza y la majestad que Él se merece. Medita en Su Libro y mantén tu lengua ocupada con Su recuerdo, porque esto te protegerá.
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Les encomiendo que recuerden abundantemente a Dios, porque el recuerdo de Dios es como una fortaleza, que protege al creyente cuando este se encuentra ante su enemigo. Una persona no puede protegerse de Satanás si no es recordando a Dios”. Narrado por at-Tirmidi, y clasificado como auténtico por al-Albani.
Y Allah sabe más.