Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.No hay nada en la Tradición Profética que indique que es recomendable decir una súplica en particular para ayudar en los negocios o a ganarse la vida, excepto lo que fue narrado por de Umm Salamah, que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir después de la oración del alba: “Allahúmma ínni as'áluka riscan táiban, wa ‘ilman náfi’an, wa ‘amalan mutaqábbalan (Oh Dios nuestro, te pido una buena provisión (lícita), el conocimiento beneficioso, y la aceptación de las buenas obras”.
Narrado por Áhmad en al-Musnad (6/294) e Ibn Máyah en as-Sunan (66).
Al-Haizami dijo en Mayma’ az-Zawá’id (10/146): “Los narradores de esta cadena de transmisión son confiables (ziqat)”. Fin de la cita. Y fue clasificado como bueno por al-Háfiz ibn Háyar, como dice en al-Futuhát ar-Rabbaaníyah (3/70). Y fue clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Ibn Máyah.
Como puedes ver, esta es una súplica de significado general, que incluye las ganancias de los negocios tanto como de las cosechas, el empleo o las manufacturas. Así es como la Tradición Profética es concisa y completa en el significado y la redacción de sus súplicas.
Pero es recomendable que le pidas a Dios aquello que necesitas mencionándolo, usando ya sea simples palabras o frases que Dios te inspire decir. Por lo tanto, tú puedes decir por ejemplo: “Oh Dios, ayúdame en mis negocios”, o “Oh Dios, hazme independiente de medios para que no tenga necesidad de aquello que prohibiste”, o “decreta para mí lo que es bueno y hazme independiente de medios”, etc.
Más importante que la redacción de las súplicas es la sinceridad, la concentración apropiada y el volverse hacia Dios completamente, porque Dios no mira la rima de las palabras, sino que Él mira lo que está en el corazón, es decir la sinceridad, la humildad, y la esperanza por Su Misericordia. De esto se puede deducir que pronunciar una súplica en otra lengua o idioma que no sea el árabe es también permisible, si no se ha narrado una súplica específica para lo que uno está pidiendo en el Corán o en la Tradición Profética.
Debes también notar que el temor de Dios (taqwa) es un medio para alcanzar el éxito en cualquiera de sus formas, y que los negocios por medio de los cuales una persona busca alcanzar la complacencia de Dios y en los cuales él observa Sus prohibiciones y Sus órdenes, es un negocio que será bendecido y ayudado, si Dios quiere, y que las cosas prohibidas borran y cancelan las bendiciones, como Allah dijo (traducción del significado):
“Allah hará que todo lo que provenga de la usura no tenga ninguna bendición, pero sí, en cambio, incrementará la riqueza de quienes hagan caridades. Allah no ama al incrédulo pecador” (al-Báqarah 2:276).
Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Aún si la usura (el cobro de intereses financieros) incrementan un capital, sus consecuencias siempre conducirán a la pérdida”.
Narrado por Áhmad (1/395); clasificado como bueno por Ibn Háyar en Fáth al-Bari (4/369); clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Al-Yami’ (3542).
Iahia ibn Mu’ádh ar-Razi (del año 258 después de la Héyira), quien fue uno de los sucesores rectos, dijo:
“La obediencia será almacenada en los almacenes de Dios, y la llave es la súplica, y ésta se vuelve efectiva por medio de las ganancias lícitas”.
El Imam al-Ghazali (que Allah tenga misericordia de él) dijo, cuando discutía aquellas cosas a las que se les debe poner atención cuando uno hace negocios, en Ihía’ ‘Ulúm id-Dín (2/103):
“Es esencial para nosotros tener una buena intención y una fe correcta cuando comenzamos un negocio, entonces una persona debe intentar hacerse independiente de medios para que no tenga necesidad de nada que sea prohibido y no necesite pedirle a los demás ni buscar lo que ellos tienen, pues los ingresos lícitos nos hacen independientes de los demás, nos ayudan a cumplir los deberes religiosos y a criar a nuestros hijos, de tal forma que pueda ser uno de aquellos que se esfuerzan por la causa de Dios. Debe ser sincero con los musulmanes y amar para toda la gente lo que ama para sí mismo, y debe intentar seguir el camino de la justicia y la buena conducta en sus tratos, e intentar encomendar lo que es bueno y prohibir lo que es malo en todo lo que él vea en el mercado. Si tiene todas estas sanas creencias e intenciones en su corazón, se estará esforzando en el camino del Más Allá. Y si gana dinero, entonces esto es algo extra, y si pierde algo en este mundo, prosperará en el Más Allá”. Fin de la cita.
Y Allah sabe más.