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Alabado sea Dios.
El lugar de la intención es la mente, y no está prescripto pronunciarla en voz alta para la oración, ni para el ayuno, ni para pagar la caridad obligatoria. Consulta por favor la respuesta a la pregunta No. 13337.
El shéij Sálih al-Fawzán (que Dios lo preserve) dijo:
“…excepto en dos casos:
El primer caso es cuando se ingresa en la consagración ritual para hacer la peregrinación mayor o menor, en cuyo caso uno dice “Labbáika ‘umratan (aquí estoy para la peregrinación menor)”, o “Labbáika háyyan (aquí estoy para la peregrinación mayor)”.
El segundo caso es cuando se sacrifica a un animal durante la peregrinación o como ofrenda por el nacimiento de un niño o durante la peregrinación, en cuyo caso uno dice “Bismilláh (en el nombre de Dios)” y el nombre de aquél en cuyo nombre está siendo ofrecido. Entonces debes decir: “En el nombre de Dios, a título de fulano de tal”, o “En el nombre de Dios, a título personal y de mi familia”, y luego efectuar el sacrificio.
En estos dos casos está prescripto pronunciar la intención en voz alta; en todos los demás casos, no es permisible pronunciar la intención para cualquier acto de culto, sea la oración o algún otro”.
Fin de la cita de Al-Muntaqa min Fatáwa al-Fawzán, 5/30.
Basándonos en esto, quien quiera pagar la caridad obligatoria por su riqueza debe tener su intención en mente, y no está prescripto que pronuncie su intención verbalmente.
Y Allah sabe más.