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Hace poco recibí el siguiente mensaje: “Beneficios del Corán: para problemas maritales, capítulo Al-Muzzámil; para tener hijos, capítulo Al-Anbiá’; para deudas, capítulo Al-‘Aadiyat; para obtener provisión, capítulo al-Waqi’ah; para casarse, capítulo Al-Hách; para librarse de las tentaciones, capítulo An-Nas; para quien está en prisión y encontrar alivio, capítulo Yusuf; para proteger un embarazo, capítulo Mariam; para hacer más fácil el parto, capítulo Al-Inshiqaq; para dormir a un niño, capítulo al-Gáshiyah; para el mal de ojo, capítulo al-Fálaq; para el olvido, capítulo Ad-Duhá…”. ¿Es cierto todo esto?
Alabado sea Dios.
En primer lugar, creer que determinados capítulos del Corán tienen efectos particulares para tratar dolencias, y resolver problemas o necesidades específicas en tiempos de crisis, cuando no hay ninguna evidencia en las fuentes textuales del Islam para apoyar eso, es una innovación en la religión. Resulta entonces evidente que esto es un invento.
El shéij Bákr Abu Zaid (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Es una forma de innovación creer que hay una virtud particular en recitar un verso o capítulo determinado en cierto tiempo y lugar, o para resolver una necesidad particular. Designar arbitrariamente y sin ninguna evidencia textos para cosas específicas como si eso fuera parte de la religión o un mandato divino, es una innovación”. Fin de la cita de Bida' al-Qirá’ah (p. 14)
El Comité Permanente para la Investigación Académica y la Emisión de Dictámenes Jurídicos fue consultado:
“En Uganda, si alguien quiere invocar a Dios mediante una súplica, específicamente para ampliar su provisión, convoca a algunos musulmanes instruidos, ellos vienen y cada uno trae su copia del Corán, y comienzan a recitar. Uno recita el capítulo Ia Sin, porque este es el corazón del Corán; un segundo recita el capítulo al-Jaf; un tercero recita el capítulo al-Wáqi’ah, o Ar-Rahmán, o Ad-Duján, al-Ma’árich, Nun, Al-Mulk, Muhámmad, Al-Fáth, y otros versos coránicos. Al día siguiente hacen lo mismo, y también al día siguiente, pero no leen los capítulos Al-Báqarah ni An-Nisá'. Y luego de eso ofrecen una súplica.
Yo quisiera saber… esta metodología, ¿fue enseñada en el Islam?”.
Ellos respondieron:
“Leer el Corán reflexionando en sus significados es uno de los más grandiosos actos de culto, e invocar a Dios en una súplica y volverse a él, pidiéndole que nos guíe a hacer el bien y concediéndonos una provisión amplia, como pedirle otra clase de bendiciones, son actos de culto prescripto en el Islam.
Pero leerlo en la manera descripta en tu pregunta, dividiendo capítulos determinados para ser leídos entre un grupo de gente, y que luego hagan todos juntos una súplica creyendo que sólo de esta manera lograrán incrementar la provisión de una persona o una aldea… esto es un invento, porque no se ha probado en los reportes históricos que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) enseñara eso ni en actos ni en palabras, ni tampoco que lo hicieran los compañeros que aprendieron de él (que Dios esté complacido con todos ellos), ni de los eruditos de las primeras generaciones que les sucedieron. Toda bondad en la práctica de la religión proviene se seguir el ejemplo de ellos, y toda maldad proviene de seguir las innovaciones y desviaciones de quienes vinieron después. Se ha probado que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien introduzca algo en este, nuestro asunto (el Islam) que no sea parte de él, le será rechazado”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 2/486.
El Comité fue también consultado acerca de llamar a los capítulos Al-Kahf, As-Sáydah, Ya Sin, Fússilat, Ad-Duján, Al-Wáqi’ah, Al-Háshr y Al-Mulk, las “salvadoras”. Ellos respondieron:
“No hay prueba de que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) haya designado estos ocho capítulos para algo en particular y los haya llamado “las salvadoras”. Quien hace esto debe proveer una evidencia textual en válida en la ley islámica, de lo contrario es un ignorante. Hay quienes las coloca juntas en un librillo, apartadas del resto del Corán, y llevándolas como amuleto de la buena suerte con la esperanza de alcanzar protección y salvación. Quien hace esto comete una injusticia y un grave pecado. Abandona el resto del Corán, lo reordena de una forma arbitraria sin ninguna razón o evidencia consistente para ello, inventando cosas que eran totalmente desconocidas cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) enseñó el Islam a sus compañeros y a la humanidad.
Basándonos en esto, no está permitido para el musulmán llamar a estos capítulos de este modo ni compilarlos juntos con esos propósitos. Por el contrario, debemos denunciar a quien hace eso, porque está difundiendo la ignorancia y la transgresión entre los musulmanes”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 2/479-478.
No hay base tampoco para la mayoría de lo que mencionaste en tu pregunta. Mencionaste la idea de que recitar el capítulo Al-Wáqi’ah traerá provisión, y esto es similar a lo mencionado en un reporte que dice: “Quien recita el capítulo Al-Wáqi’ah cada noche no será afectado por la pobreza”. Pero es un reporte débil (da’íf), fue registrado por Ibn as-Sunni en ‘Aml al-Iaum wa al-Láilah (674). Ver: Ad-Da’ífah, 289.
Con respecto a lo que mencionaste que recitar el capítulo An-Nas protege de los susurros y tentaciones de Satanás, esto es cierto, con base en lo que expresan los versos del capítulo en sí mismos.
Abu Dawud (1463) registró que ‘Uqbah Ibn ‘Aámir dijo: “Mientras estaba viajando con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) entre Al-Yunfah y Al-Abwa’, un fuerte viento y oscuridad pasó por encima nuestro. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) comenzó a buscar refugio en Dios recitando los capítulos Al-Fálaq y An-Nas, y luego me dijo: “’Uqbah, busca refugio en Dios recitándolos, porque nadie puede buscar refugio en Dios por medio de algo mejor que eso”. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Abi Dawud.
Lo que mencionaste en tu pregunta acerca de que recitar el capítulo Al-Fálaq para combatir la envidia (mal de ojo), en términos generales es correcto, a causa del reporte citado arriba. Pero aparte de eso, nosotros no conocemos ninguna evidencia que apoye esa idea en particular en el Islam.
Podemos ofrecerte mejores consejos que los que te han enviado en ese mensaje:
Quien quiera vivir una buena vida en este mundo y en el Más Allá, debe prestar atención al Corán entero, leerlo, reflexionar en sus significados, y actuar en base a él.
Dios dijo (traducción del significado):
“Dijo [Allah]: ¡Descended del Paraíso [y habitad vosotros y toda vuestra descendencia en la Tierra]! Seréis enemigos unos de otros. Cuando sea que os llegue de Mí una guía, quienes sigan Mi guía no se extraviarán ni serán desdichados. Mas quien se aleje de Mi Mensaje llevará una vida mísera, y el Día del Juicio le resucitaremos ciego” (Ta Ha, 20:123-124).
“Al creyente que obre rectamente, sea varón o mujer, le concederemos una vida buena y le multiplicaremos la recompensa de sus obras” (An-Náhl, 16:97).
Y Allah sabe más.