Alabado sea Dios.
Dios les ha prohibido a los judíos muchas clases de alimentos, como una penalidad por la falta de práctica de las leyes que les encomendó. Dios dijo (traducción del significado):
“Debido a la iniquidad de los judíos les vedamos cosas buenas que antes les eran permitidas, y por haber desviado a muchos del sendero de Allah” (an-Nisá 4:160)
Con respecto a la ley islámica, es más tolerante en ese sentido, pues Dios nos ha permitido todo lo beneficioso, y no nos ha prohibido nada excepto lo perjudicial. Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Hoy se os ha permitido todo lo beneficioso” (al-Má'idah, 5:5).
Y Dios dijo, describiendo al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él):
“…les ordena el bien y les prohíbe el mal, les permite todo lo beneficioso y les prohíbe lo perjudicial” (al-A’ráf, 7:157).
Después de examinar las leyes sobre los alimentos que los judíos practican en la actualidad, al parecer todos los alimentos que ellos consideran como permisibles son también permisibles según nuestras leyes, y no hay ninguna otra excepción a eso salvo el alcohol, hasta donde sabemos.
La palabra kosher, que proviene del hebreo, significa ‘puro’, y para el caso quiere decir que está preparado de acuerdo a las leyes dietarias del Judaísmo.
Basándonos en eso, no hay nada de malo en que un musulmán consuma estos alimentos, a menos que tenga evidencias de que contienen alcohol en una cantidad considerable.
Citaremos aquí entonces el texto de un estudio sobre la religión judía realizado por el Dr. Abd el-Wahháb al-Masiri en su libro titulado Mawsu’ah al-Yahud wa al-Yahudíyah wa as-Suhiuníyah (5/315-328), que pasó una década de su vida compilando información para su investigación. En este texto él da una explicación detallada sobre el tópico de la alimentación y las leyes dietarias en el Judaísmo:
“El origen de estas leyes es la Torá, o Antiguo Testamento, y los alimentos que cumplen con estas normas son etiquetados con la palabra kosher.
Esta palabra es usada para referirse al conjunto de leyes que tienen que ver con la comida, los métodos de preparación y la forma legal de sacrificar animales en el Judaísmo, normas que son conocidas como kashrut.
Estas leyes prohíben a los judíos comer tipos específicos de alimento, y les permiten comer otros. De hecho, las prohibiciones básicamente tienen que ver con la carne, pero hay algunas otras prohibiciones, como las de comer los frutos de un árbol antes de que hayan pasado cuatro años desde su primer cosecha, o una planta que fue plantada junto con otro tipo de planta. Esta prohibición se aplica sólo a lo que ellos llaman “la tierra de Israel”, es decir, Palestina.
También está prohibido beber un vino que ha sido preparado por los gentiles (no judíos). De hecho también tienen prohibido consumir un pan o cualquier otro alimento preparado por no judíos aún cuando haya sido preparado de acuerdo a las prescripciones judías. También hay una prohibición sobre comer pan con levadura durante la Pascua.
Con respecto a las carnes, las normas son las siguientes:
b) Está prohibido para el judío comer la carne de un animal si no ha sido sacrificado por alguien que esté cualificado para sacrificarlos de una forma legal, después de recitar las bendiciones y oraciones para el sacrificio.
c) También está prohibido comer ciertas partes de los animales, como los nervios ciáticos.
d) También tienen prohibido comer carne cuya sangre no ha sido drenada mediante un método que consiste en lavarla con agua y sal, y luego dejar la carne en sal por una hora.
e) Es permisible para ellos comer pescados que tengan escamas y aletas. Sobre las otras criaturas como los pulpos, camarones y otros mariscos, están prohibidos.
f) Es permisible para el judío comer cuatro tipos de langostas, pero tienen prohibido comer otros insectos y también los reptiles.
No está prohibido para los judíos comer cualquier clase de vegetales y frutas, sin embargo no es permisible para ellos comer de las primeras cuatro cosechas de un árbol. Y está también prohibido para un judío beber vino que fue preparado o manipulado por un no judío.
El largo alcance de estas leyes es tal que muchos judíos se han sentido aislados. Los hábitos alimenticios diarios tienen una estrecha relación con las relaciones sociales, porque los judíos difícilmente pueden compartir su alimentación con los no judíos. Aún aquellos judíos que han intentado superar este aislamiento encuentran a menudo dificultades para abandonar la comida judía, porque no es fácil cambiar los hábitos alimenticios.
La necesidad de que los animales domésticos sean sacrificados por un matarife cualificado de acuerdo a leyes estrictas hace imposible para los judíos vivir fuera de sus comunidades.
Los judíos reformistas han criticado a menudo las leyes judías sobre la alimentación, aún cuando estas evitan que los judíos sean fácilmente asimilados por las sociedades occidentales. Sin embargo, también les dificultan el desarrollo, por lo que algunos argumentan que estas leyes no tienen ningún fundamento moral, y que por lo tanto no deberían aferrarse a ellas.
Los judíos en las sociedades occidentales han enfrentado siempre dificultades para obtener alimentos lícitos para ellos, en lugares donde no hay comercios que vendan alimentos kosher. En Israel en cierta época, el rabinato oficial de este país intentó implementar las leyes alimentarias en la vida pública, como en las aerolíneas, hoteles y restaurantes.
La mayoría de los descendientes judíos en los Estados Unidos y la Unión Soviética (cerca del 80% de ellos) no se aferran a las normas alimentarias; muchos de ellos comen cerdo y sus derivados, y apenas un 4% de ellos practican las normas judías sobre la alimentación.
En Israel aproximadamente 30.000 personas trabajan en la cría de cerdos y la venta de sus derivados. Al parecer, más de la mitad de los israelíes comen cerdo y sus derivados, entre ellos muchas figuras prominentes de su sociedad, como sus ministros, generales, e incluso miembros de la Knesset, aún cuando han acordado en algún momento una propuesta para prohibir la venta de cerdo. Hay varias compañías en Israel que crían, sacrifican y venden la carne de cerdo, entre ellas Kibbutz Mazara.
Los judíos ortodoxos ejercen cierta presión sobre el gobierno israelí para que prohíba la venta de cerdo. Pero los israelíes secularistas temen que esto pueda conducir a que el cerdo sea vendido en el mercado negro, lo cual iría en detrimento del turismo y de la economía, y forzaría a muchos israelíes a comprar el cerdo en las áreas donde viven los árabes cristianos, así como recurren a este método en ocasiones para conseguir el pan con levadura durante Pascuas.
De tanto en tanto resurgen los debates sobre qué alimentos son permisibles, especialmente porque algunos miembros de instituciones religiosas han usado su autoridad para emitir certificados kosher para favorecer a determinadas empresas.
En 1987, el Rabinato de Israel anunció que cierto tipo de atún no era lícito, aún cuando la Unión de Congregaciones Judías de Estados Unidos ha emitido una declaración afirmando que es kosher. De esto se trasluce que el Rabinato de Israel, de poco prestigio entre las comunidades auténticamente religiosas, intenta expandir su influencia y dominar los procesos de certificación kosher dentro del mundo judío.
El conflicto entre sefaradíes y ashkenazíes también se refleja en ocasiones en los procesos de certificación kosher. Así podemos encontrar que los rabinos ashkenazíes pueden rechazar los certificados emitidos por rabinos sefaradíes, y viceversa”. Fin de la cita.
En resumen, no hay nada de malo en que el musulmán coma alimentos de origen judío que han sido certificados como kosher, a menos que contengan alcohol.
Y Allah sabe más.