Alabado sea Dios.
Esta súplica no proviene de ninguno de los libros de la Tradición Profética ni de reportes del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y no fue narrada de ninguno de los compañeros del Profeta ni de sus sucesores. Más aún, es una súplica de una mujer beduina desconocida que uno de los eruditos le oyó decir en ‘Arafah.
Ad-Dainuri narró en Al-Mujalisah wa Yawahir al-‘Ilm con su cadena de transmisión (pág. 727) que al-Asma’i dijo: “Oí a una mujer beduina en ‘Arafah diciendo “Dios mío, si mi provisión está en el Cielo, hazla descender; si está en la Tierra, hazla salir; si está lejos, tráela cerca; si está cerca, hazla fácil”. Fin de la cita. Esto fue narrado por al-Yáhiz en Al-Baián wa at-Tabyín (517), por az-Zamajshari en Rabi’ al-Abrar (178), y otros.
Lo que significa esta súplica, en términos generales, es pedir la provisión y que sea fácil de alcanzar. No hay nada de malo con esto, aunque pensamos que esta súplica sobrepasa un poco los límites de lo más correcto y es demasiada ampulosa, y no está acorde a la buena guía, que es la guía del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros (que Dios esté complacido con ellos). Se narró que ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prefería palabras concisas en sus súplicas y no usaba ningún otro tipo de palabras”. Narrado por Áhmad (27649) y Abu Dawud (1482); clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih al-Yami’.
El significado de “súplicas concisas” es lo que incluye las bondades de este mundo y del Más Allá, súplicas en que las palabras son pocas pero los significados muchos, como en el verso en que Dios dijo (traducción del significado):
“¡Señor nuestro! Danos bienestar en esta vida y en la otra, y presérvanos del tormento del fuego”; y como en la súplica que pide bienestar en este mundo y en el Más Allá”. (Al-Báqarah, 2:201).
‘Ali al-Qari dijo: “La súplica concisa es la que abarca todas las cosas buenas e incluye alabanzas a Dios”. Fin de la cita de ‘Awn al-Ma’bud Sharh Sunan Abi Dawud, 4/249.
Se narró de un hijo de Sa’d Ibn Abi Waqqás (que Dios esté complacido con él) que dijo: “Mi padre me oyó cuando yo estaba diciendo: “Dios nuestro, yo Te pido por el Paraíso, sus deleites y sus alegrías, y busco refugio en Ti del Infierno, sus cadenas y grilletes, etc”. Él dijo: “Oh, hijo mío, escuché al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Habrá personas que sobrepasen los límites en las súplicas, cuídense de no ser uno de ellos. Si se les concede el Paraíso, tendrán todas las cosas buenas que hay en él, y si se les concede refugio del Infierno, tendrán refugio de todas las cosas malas que hay en él”. Narrado por Áhmad (1486) y Abu Dawud (1480); clasificado como auténtico por al-Albani.
Una de las súplicas del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) era: “Dios nuestro, Tú eres el Primero y no hay nada antes de Ti; Tú eres el Último y no hay nada luego de Ti; Tú eres el Manifiesto y no hay nada sobre Ti; Tú eres el Oculto y no hay nada más allá de Ti. Ayúdanos a pagar nuestras deudas y sálvanos de la pobreza”. Narrado por Muslim, 2713.
Se narró de ‘Ali (que Dios esté complacido con él) que un esclavo que había firmado un contrato para comprar su libertad con trabajo vino a él y le dijo: “Soy incapaz de pagar mi libertad, ayúdame”. Le respondió: “¿Quieres que te enseñe algunas palabras que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) me enseñó? Si tienes una deuda grande como la montaña de Sír, Dios la pagará por ti”. Y dijo: “Di: “Allahúmma akfini bi halalika ‘an haramika wa aghnini bi fadlika ‘ámman siwaka” (Dios nuestro, satisfáceme con lo que Tú has permitido para que no tenga necesidad de lo que has prohibido, y hazme independiente de medios para que no tenga ninguna necesidad de nadie excepto de Ti)”. Narrado por at-Tirmidi (3563); clasificado como bueno por al-Albani en Sahih at-Tirmidi. Ver: Tashih ad-Du’a, por el shéij Bakr Abu Zaid, pág. 61-63.
¿Qué comparación puede haber entre esto y la larga súplica de la beduina?
Lo que preferimos para ti y para cualquier persona sabia es la súplica del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Si te enfrentas con cualquier necesidad en este mundo o en el Más Allá, ofrece cualquier súplica que gustes por la necesidad que tengas y las cosas se harán fáciles para ti. Para esto no es esencial hacer las súplicas exactamente tal y como fueron narradas en los reportes; pero si hay una súplica entre aquéllas narradas por el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que viene bien a tu necesidad, esto es lo mejor. Por otra parte, ofrece la súplica que quieras pidiendo por todo lo bueno de este mundo y del Más Allá.
Si insistes en decir esta súplica, entonces que sea ocasional y no la hagas parte de una rutina que siempre recites en forma regular, y no lo atribuyas al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ni pienses que tiene alguna virtud en particular, ni escojas arbitrariamente un momento en particular, lugar o acto de culto para recitarla.
Algunos de los juristas sháfi’is posteriores cometieron este error, y dijeron que cierta súplica era parte de la Tradición Profética para el momento de las súplicas de la oración. Ellos dijeron: “Está en la Tradición Profética decir esta súplica en particular durante la súplica de la oración: “Oh, Dios nuestro, la mañana es Tu mañana, la gloria es Tu gloria, la belleza es Tu belleza, la fuerza es Tu fuerza, el poder es Tu poder, la protección es Tu protección. Oh, Dios nuestro, si mi provisión está en el Cielo, envíala abajo; si está en la Tierra, hazla salir; si es difícil, hazla fácil; si está prohibida, purifícala; si está lejos, tráela cerca, por virtud de Tu mañana, gloria, belleza, fuerza y poder; dame lo que Tú les das a Tus servidores creyentes”. Fin de la cita.
Citado por ad-Dimiati en Hashiyat I’anah at-Talibín (1/295); Hashiyat at-Tablawi ‘ala Tuhfat al-Muhtach, 2/231; Hashiyat al-Yamal, 1/485.
Ellos designaron estas frases para un acto específico de culto sin ninguna evidencia del Corán o la Tradición Profética, y agregaron a las frases de la súplica palabras que incluyen alguna transgresión y sobrepasan los límites, como "en virtud de Tu mañana". No se conoce en las fuentes islámicas que la mañana tenga ninguna virtud especial por la cual uno pueda pedirle cosas a Dios.
De hecho, alegar que esta súplica es recomendable dentro de la oración abre la puerta a la innovación e introduce innovaciones en la religión. No es parte de las enseñanzas de los juristas prominentes más tempranos, y no fueron actos de nuestros rectos predecesores, entonces esto debe evitarse y de hecho debemos denunciar todo lo que se le atribuye falsamente a la Tradición Profética.
Y Allah sabe más.