Alabado sea Dios.
Los reportes que han sido narrados acerca de designar a un líder refieren específicamente a cuando la gente viaja, porque cuando se viaja se necesita remitir las opiniones a un líder. Pero cuando la gente no está de viaje, usualmente cada persona está ocupada con sus propios asuntos y no necesitan un líder.Pero pueden designar a alguien que sea la cabeza de su sociedad o grupo, entonces por ejemplo ellos pueden vivir en un piso, y decir: “Necesitamos a alguien que organice nuestros asuntos en este piso, entonces vamos a designar a fulano de tal como nuestro líder”. Entonces pueden discutir con él la administración de los asuntos de su casa, tal como qué tipos de alimento conseguir, disponer momentos para el descanso, decidir qué menesteres comprar, etc., y de tal manera discutirán estas cosas con él y se pondrán de acuerdo en aceptar lo que él diga. Esto es correcto, si Dios quiere.