Alabado sea Dios.
El propósito por el cual fuimos creados es para adorar a Allah, sin compañero ni asociado, como Allah dijo (traducción del significado):
“Por cierto que he creado a los genios y a los hombres para que Me adoren” (ad-Daariáh 51:56).
Allah no nos ha ofrecido la opción de adorarlo como quiere cada uno, sino que nos ha enviado a Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y revelado Su Sagrado Libro, para mostrarle a la humanidad el camino. Así, no hay ningún aspecto de la adoración, la bondad y la guía que ama Allah, que no haya sido explicado por Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Ningún musulmán disputa que Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue el más piadoso de la humanidad, quien adoró a Allah y se volvió hacia Él. Por eso el que está verdaderamente guiado es quien sigue su camino y anda sus pasos.
Apegarse al camino del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no es algo opcional para los musulmanes, sino una obligación que Allah ha encomendado a Sus servidores, como Allah dijo (traducción del significado):
“Los preceptos que os ha transmitido el Mensajero respetadlos, y absteneos de cuanto os haya prohibido. Y temed a Allah, pues Allah es severo en el castigo” (al-Háshr 59:7).
“Un verdadero creyente o a una verdadera creyente no deben, cuando Allah y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria; y sabed que quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero se habrá desviado evidentemente” (al-Ahzáb 33:36).
“Hay un bello ejemplo en el Mensajero de Allah para quienes tienen esperanza en Allah, anhelan ser recompensados en el Día del Juicio” (al-Ahzáb 33:21).
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) afirmó que cada forma de culto inventada será rechazada por Allah y echada en la espalda de quien la realice, como una carga, sin importar quién sea. Dijo: “Cualquier acto (de culto) que no esté de acuerdo con éste, nuestro asunto (el Islam), le será rechazado”. Narrado por Muslim, 1718, de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella).
Al-Fudail ibn ‘Iiád dijo: “(Esto significa)…que es más sincero y correcto. Ellos dijeron “Oh, Abu ‘Ali, ¿cuál es el más sincero y correcto? Dijo: “Si un acto no es sincero y correcto, no será aceptado. Si es correcto pero no sincero, tampoco será aceptado, sólo si ambas condiciones se cumplen. Sincero significa que es hecho para Dios, y correcto significa que es acorde con la Tradición de Su Enviado”.
Quien quiera complacer a Dios, debe aferrarse a la Tradición de Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). De todos los caminos que conducen a Allah éste es el mejor, el camino de Su Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Porque el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue compasivo con la humanidad y con su comunidad, y no dejó ningún aspecto del culto sin explicar. Entonces, quien invente en la actualidad un acto de culto, una oración para recordar a Dios o una colección de súplicas y enseñe que esto es obligatorio, está insinuando, consciente o inconscientemente, que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no entregó el mensaje completo que Allah le encargó. Por eso el Imam Málik (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Quien introduzca una innovación en el Islam declarando que esto es obligatorio, está insinuando que Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) traicionó el Mensaje que se le confió, porque Allah dijo (traducción del significado):
“Hoy os he perfeccionado vuestra religión, he completado Mi gracia sobre vosotros y he dispuesto que el Islam sea vuestra religión” (al-Má'idah 5:3).
Por lo que, todo lo que no formó parte de los actos de culto del Islam entonces, no debe formar parte del Islam hoy en día ni nunca.
Los compañeros del Profeta (que Allah esté complacido con ellos), la generación posterior y los imames, hicieron muchas advertencias contra estas innovaciones.
Hudhaifah ibn al-Iamán dijo: “Cada acto de culto que los compañeros del Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no realizaron, no lo hagan ustedes tampoco”.
Ibn Mas’ud dijo: “Seguir el culto y no innovar, porque la religión es completa. Apegarse a las antiguas maneras (es decir, a la manera del Profeta y la de sus compañeros)”.
La pregunta que debe hacérsele a quien inventó este grupo de oraciones es:
¿Las recitó el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)? ¿Lo hicieron sus compañeros?
La respuesta obvia es que recitar estos capítulos del Corán esta cantidad específica de veces, sea 100, 7 o 79, es algo que no fue narrado del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), ni de sus compañeros. Lo mismo sucede con la súplica mencionada, recitado en esa forma y esa cantidad de veces.
Habría que preguntarle a quien inventó esto: ¿Acaso crees que has descubierto algo de la religión que el Profeta y sus compañeros no conocían?
¿O piensas que tú o tu shéij tienen el derecho de introducir nuevas leyes, actos de culto, determinar cómo y cuán a menudo deben ser repetidos, tal como tenían Allah y Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)?
Indudablemente, estas cosas están evidentemente desviadas.
Meditemos acerca del reporte narrado por ‘Abd Allah ibn Mas’ud por ad-Dárimi en sus Sunan (Tradiciones), de acuerdo a lo que Abu Musa al-Ash’ari le dijo a ‘Abd Allah ibn Mas’ud:
“Oh, Abu ‘Abd ur-Rahmán, justo ahora veo algo en la mezquita que no había visto antes, y pienso que no sea algo bueno”. Él preguntó: “¿Qué es?” Y Abu Musa respondió: “Si vives lo suficiente, lo verás”. Abu ‘Ab ur-Rahmán dijo: “En la mezquita vi a algunos musulmanes sentados en círculos esperando la oración. En cada círculo había un hombre, en sus manos tenía guijarros. Él decía: “Di: ‘Allahu Ákbar’ cien veces”, y ellos decían “Allahu Ákbar” cien veces. Luego él decía “Di: ‘La iláha ílla Allah’ cien veces”, y ellos repetían “La iláha ílla Allah” cien veces. Luego decía: “Di: ‘Subhanah Allah’ cien veces”, y ellos decían “Subhanah Allah” cien veces”. Luego dijo: “¿Qué les dijiste?”. Y Abu Musa respondió: “Yo no les dije nada, estaba esperando tu opinión”. Abu ‘Abd ur-Rahmán dijo: “¿Por qué no les dijiste que contabilizaran sus malas obras, y les garantizaste que sus buenas obras no serían desperdiciadas?”. Entonces se fue y nosotros lo seguimos, hasta que llegamos a uno de los círculos, y se paró ante ellos y les dijo: “¿Qué es esto que los veo hacer?”. Ellos respondieron: “Oh, Abu ‘Abd ur-Rahmán, estas son piedras que sirven para contar los takbirs (Allahu Ákbar), los tahlíl (La iláha ílla Allah), y los tasbih (Subhanah Allah)”. Él respondió: “Cuenten sus malos actos, porque yo les garantizo que ninguno de vuestras buenas obras se perderá. ¡Qué pena, comunidad de Muhámmad! ¡Cuán rápido has sido condenada! Sus compañeros todavía están vivos, y su capa aún no se ha hecho polvo, ni su vaso se ha roto. Por el Único en cuyas manos está mi alma, ustedes están siguiendo una manera que está mejor guiada que la manera de Muhámmad, o están abriendo las puertas del extravío”. Ellos respondieron: “Oh, Abu ‘Abd ur-Rahmán, ¡No quisimos hacer más que el bien!”. Y Él contestó: “Cuánta gente no desea más que el bien y no lo alcanza”.
No todo el que intenta hacer el bien o ser guiado lo logra. Ningún acto de culto es aceptado a menos que esté de acuerdo con la Tradición de Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
La denuncia que Ibn Mas’ud hizo (que Allah esté complacido con él) pone fin a los argumentos de los innovadores, porque siempre dicen “¿Qué razón puede haber para no recitar estas oraciones, súplicas, y el Corán? Sólo intentamos hacer el bien y adorar a Allah”.
Se les debe responder: Los actos de culto deben estar prescriptos por la ley islámica, en su esencia y en la forma en que son realizados. Si en la ley islámica está prescripto que un acto de culto debe realizarse determinada cantidad de veces, entonces nadie tiene el derecho de ir más allá de eso, y si no se ha especificado ningún número específico para ello, nadie tiene derecho a inventarlo y decir que eso es obligatorio, porque esto implica asumir el rol de un legislador, que sólo le corresponde a Allah.
Esto también es apoyado por el reporte narrado de Sa’íd ibn al-Musáiyib (que Allah esté complacido con él). Vio a un hombre rezando más de dos rak’as (reverencias, postraciones) después del alba, y le dijo que no hiciera eso. El hombre respondió, “Oh, Abu Muhámmad, ¿me castigará Allah por rezar?” Y Sa’íd le contestó: “No, te castigará por ir en contra de las enseñanzas del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”.
Observa cómo entendía este asunto este gran sucesor, que Allah tenga misericordia de él. Esto es porque lo que enseñó el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es a rezar sólo dos rak’as, no más de eso, y luego rezar la oración canónica del alba (fáyr).
Un reporte similar fue narrado del Imam Málik (que Allah tenga misericordia de él). Un hombre vino y le dijo: “Oh, Abu ‘Abd Allah, ¿desde dónde debo entrar al ihrám (pureza ritual para hacer la peregrinación)?”.
Él respondió: “Desde Dul Hulaifah, desde donde el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) lo hacía”.
El hombre dijo nuevamente: “Yo quiero entrar al ihram desde la mezquita, cerca de la tumba (del Profeta)”.
Málik le respondió: “No hagas eso, porque temo para ti una prueba (fítnah)”.
El hombre dijo: “¿Qué mal puede haber? Sólo estoy agregando unas pocas millas (al trayecto)”.
Y Málik le respondió: “¿Qué mal más grande puede haber que tú pienses que has encontrado algo bueno que el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) falló en hacer? Yo oí que Allah dijo (traducción del significado):
“No tratéis al Mensajero con el mismo trato que entre vosotros, y sabed que ciertamente Allah conoce a quienes de vosotros se retiran con disimulo sin pedir permiso. Y que aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah y rechacen su Mensaje estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o les azote un severo castigo” (an-Nur 24:63).
Esta era la forma de entender este asunto para los compañeros del Profeta, para sus sucesores y para los imames. La gente de la innovación dice “¿Qué mal puede haber?” Es sólo una oración o una súplica, unas pocas millas, es para adorar a Dios”.
Ninguna persona sabia debe dejarse engañar por las palabras de esta gente, porque el Shaitán les ha hecho creer que sus actos son buenos, y ellos detestan contradecir a sus shéijs y a los líderes de sus órdenes espirituales.
Sufián ibn ‘Uiáinah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Una innovación (bid’ah) es más querida para Iblís (Satanás) que un pecado, porque una persona puede arrepentirse más fácilmente de un pecado que de una innovación”.
Debe señalarse que nadie inventa un acto de culto ficticio sin abandonar al mismo tiempo una tradición equivalente o similar. Por eso quienes son afectos a las oraciones inventadas son quienes más ignoran acerca del Profeta y las oraciones (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que recitaba. Raramente encontrarás alguno de ellos que diga en la mañana y en la noche “Subhana Allah wa bi hámdihi (glorificado y alabado sea Allah) cien veces, o “Asbahna ‘ala fitrat il-Islam wa kálimat il-ijlás wa díni nabíyina Muhámmad sálla Alláhu ‘alaihi wa sállim, wa milláti abína Ibrahíma hanífan wa ma kána min al-mushrikín (Hemos despertado en la pureza natural del Islam (fitrah) y la palabra de sinceridad, y la religión de nuestro Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y la religión de nuestro padre Ibrahím, el monoteísmo puro, pues él no fue de quienes asocian a otros con Allah); o “Asbahna wa asbah al-mulk lilláhi Rábbil ‘aalamín. Allahúmma ínni as’áluka jaira háda al iáum fadáhu wa násrahu wa núrahu wa barakátahu wa hudáhu, wa a’úduho bika min shárri ma fi wa shárri ma ba’dahu (Hemos despertado y el dominio pertenece a Allah, el Señor de los Mundos. Oh Allah, te pido por el bien de este día y sus bondades, ayuda, apoyo, luz, bendición y guía. Y busco refugio contigo del mal de lo que hay en ello y del mal del lo que venga después de ello); o “Subhana Allah ‘adada jalqihi, subhana Allah ridá nafsihi, Subhana Allah zínata ‘arshihi, Subhana Allah midáda kalimátihi (Gloria a Allah por el número de Su creación, gloria a Allah tanto como a Él le complazca, gloria a Allah por el peso de Su trono, gloria a Allah por la extensión de Sus palabras).
Y hay otras oraciones con las cuales puedes estar conforme, de los libros que contienen recitaciones para la mañana y para la noche, etc.
El punto es que no es permisible que te unas a tus padres en la recitación de estas oraciones inventadas, ni las digas el número de veces que mencionas en tu pregunta.
Con respecto a lo que mencionas acerca de surat al-fíl y arrojar piedras cuando estás diciendo “tarmíhim” (golpeándolas), esto es un mito sin sentido. No es permisible hacer esto o buscar adorar a Dios haciéndolo. Cuántos enemigos confrontó el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y nunca rezó contra ellos de esta manera. Existe el temor de que esta sea una forma de acercarse a los demonios y buscar su ayuda.
Con respecto a la creencia de que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue una luz (nur), no hay bases para esto y no fue narrado ni en el Corán ni en la Tradición Profética. Allah nos ha dicho que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue un ser humano como nosotros, excepto que Allah lo favoreció con Su Revelación y el Mensaje. Allah dijo (traducción del significado):
“Diles: Yo no soy más que un hombre a quien se le ha revelado que sólo debéis adorar a Allah, vuestra única divinidad” (18:110).
“Diles: Ciertamente yo soy un hombre como vosotros, me fue revelado que vuestra divinidad es una sola [Allah]” (Fússilat 41:6).
Algunos de los sufis extremistas creen que él fue una luz, que fue lo primero que Allah creó y que el resto de la creación fue creada de su luz. Esto es una mentira y una desviación para la cual no hay evidencia, aparte de algún reporte falso y fabricado.
Le pedimos a Allah que te ayude a ti y a tus padres a evitar las innovaciones y a quienes las profesan.
Y Allah sabe más.