Alabado sea Dios.
Sí, cada enfermedad, dificultad, preocupación o angustia que le sucede a una persona, aún si se pincha con una espina, es una expiación de sus pecados. Entonces si lo soporta con paciencia y busca la recompensa de Dios, como también la expiación de sus pecados, será recompensado de acuerdo a la paciencia con la que soporte la calamidad que le ha sucedido. No hay diferencia en si le sucede al momento de la muerte o antes. Las calamidades son una expiación para los pecados de cada creyente. La prueba está en el verso (traducción del significado):
“Y si os aflige una desgracia, ello es la consecuencia de [los pecados] que cometisteis; y Allah os perdona muchas faltas [por Su gracia]” (ash-Shurah 42:30).
Puesto que esto es una consecuencia de lo que se han ganado con sus manos, esto indica que es una expiación por las cosas que han hecho. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que ninguna preocupación, angustia o daño les sucede a los musulmanes, ni siquiera el pinchazo de una espina, sin que Dios le expíe sus pecados a causa de ello.