Alabado sea Dios.
El Sheik Muhammad ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga piedad de él) dijo:
No está permitido que un hombre tenga un diente de oro salvo que sea vital, porque es haram que un hombre tenga oro para adornarse con éste. Con respecto a las mujeres, si es una costumbre que las mujeres se adornen con dientes de oro, entonces no hay nada de malo en ésto; una mujer puede bañar su diente con oro si es costumbre que las mujeres se adornen de este modo, y no es una exageración, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “El oro ha sido permitido para las mujeres de mi nación”.
Si una mujer muere en este estado, o si un hombre muere y tenía un diente de oro sin que existiese la necesidad, debe ser extraído, salvo que se tema la mutilación del cadáver, es decir, si se teme que sean extraídas las encías, en cuyo caso debe dejarse así. Ésto es así porque el oro es considerado como un tipo de riqueza, y la riqueza debe ser recibida por los herederos del fallecido; dejarlo con el fallecido y enterrarlo es una pérdida de dinero.