Alabado sea Dios.
Ninguna persona debe dejar de orar hasta tanto no tenga la certeza de que algo ha salido de su cuerpo. No debe usted prestar atenciَn a esos susurros ya que provienen de Satán. De allí que al-Bujari (que Allah tenga piedad de él) puso por nombre a un capítulo (de su libro Sahih) “No se debe realizar la abluciَn en base a la duda hasta tanto uno no tenga certeza”, en el cual se narra el hadiz de ‘Abbaad ibn Tamin de su tío paterno, donde relata que un hombre se quejَ ante el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) que creyَ sentir algo mientras oraba. él le dijo: “No dejes de orar hasta tanto no oigas un sonido o percibas un olor”. (al-udu’, 134). Ninguno de esos susurros o ideas anulan la abluciَn (udu’).
Pero si la persona tiene la certeza de que algo ha salido de su cuerpo, entonces su la abluciَn se ha anulado. Si la persona se ve obligada a enfrentar esos susurros, debe ignorarlos y suponer que está en estado de pureza (taahir), porque si piensa demasiado en el tema, los susurros persistirán.
Con respecto a los gases que salen de la vagina de una mujer, no anulan la abluciَn (udu’). El Consejo Permanente de sabios jurisprudentes recibiَ una pregunta relacionada con estos gases durante la oraciَn. La respuesta fue que no anulan la abluciَn (udu’) porque no vienen de un lugar impuro, a diferencia de aquellos que salen del ano.