Alabado sea Dios.
Alabado sea AllahEn primer lugar, con respecto a sentir orgullo por la religión propia y sentir orgullo de pertenecer a ella, esto es algo encomiable en el Islam, y es una obra recta.
La historia de una de las batallas ilustra este punto: Abu Sufián, el líder de los Quraish, manifestó su orgullo por su religión y la religión de su gente (cuando todavía no había ingresado al Islam). El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió a su alharaca manifestando su orgullo por ser musulmán y por su religión el Islam, reafirmando la unidad absoluta del Señor del Universo.
Al-Bujari compiló en su obra Sahih (3039) un reporte de Al-Bará' ibn ‘Ázib (que Allah esté complacido con él), que cuenta que luego de la batalla, Abu Sufián ibn Hárb comenzó a componer versos y a decir: “Asciende en honor, Hubal; asciende en honor, Hubal".
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo a sus compañeros: “¿Por qué no le responden?”
Ellos dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿qué debemos decir?”
Él dijo: “Digan: “Dios es El Más Alto y El Más Glorioso”.
Abu Sufián dijo: “Nosotros tenemos a al-‘Uzza, y ustedes no tienen a ‘Uzza”.
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “¿Por qué no le contestan?”
Ellos dijeron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿qué debemos decir?”
Él dijo: “Digan: “¡Dios es nuestro Auxiliador y vosotros no tenéis ninguno!”.
Dios, glorificado y exaltado sea, enseñó a Sus servidores que el verdadero orgullo y el perfecto honor sólo puede ser alcanzado obedeciendo a Dios. Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Quien deseare el poder, debe saber que el poder absoluto pertenece a Allah [y por ello debe obedecerle]; hacia Él ascienden las buenas palabras [y las glorificaciones], y Él exalta las obras piadosas. Pero quienes se confabulen [contra el Mensajero] tendrán un severo castigo, y sus planes se desbaratarán” (Fátir, 35:10).
Es decir, y que quien quiera ser honrado en este mundo y en el Más Allá, que se apegue a la obediencia a Dios, y luego alcanzará lo que quiera, porque Dios es El Soberano de este mundo y del Más Allá, y todo honor, poder y gloria Le pertenecen a Él, como Dios dijo (traducción del significado):
“¿Acaso toman a los incrédulos como aliados en vez de los creyentes, y buscan a través de ellos el poder? Sepan que el poder pertenece totalmente a Allah” (an-Nisá' 4:139).
“No te apenes por las calumnias [de quienes te desmienten]. El triunfo será de Allah, Él es Omnioyente, Omnisciente” (Yunus 10:65).
“Pero el verdadero poder pertenece a Allah, a Su Mensajero y a los creyentes, aunque los hipócritas no lo saben” (al-Munafiqún, 63:8).
Muyáhid dijo: “Quien desee el honor, el poder y la gloria” (al-Fátir 35:10) a través de la adoración de ídolos, que sepa que “a Dios pertenece todo honor, poder y gloria”.
Qatádah dijo: “Quien desee el honor, el poder y la gloria, pues a Dios pertenece todo honor, poder y gloria”, es decir, que lo busque obedeciendo a Dios, glorificado y exaltado sea.
Tafsir Ibn Kázir, 6/536.
En segundo lugar, con respecto a que una persona se sienta orgullosa de sí misma, si esto es a causa de su compromiso religioso, rectitud o piedad, entonces esto es bueno, pero si es a causa de cosas como el linaje, los ancestros, la riqueza, la posición o el estatus social entre la gente, entonces es algo propio de ignorantes, y no es permisible.
Muslim (1550) registró un reporte de Abu Málik al-Ash’ari (que Allah esté complacido con él) según el cuál el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay cuatro cosas de la época de la ignorancia preislámica (Yahilíyah) en mi comunidad que no abandonarán: el orgullo por sus ancestros, maldecir el linaje, buscar la lluvia a través de las estrellas y las lamentaciones histéricas (por los muertos)”.
Muslim (5109) también registró de ‘Iyád ibn Himar al-Muyásha’i (que Allah esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo un día en su sermón: “Dios me ha revelado que ustedes deben ser humildes, para que ninguno se vanaglorie frente a otro y ninguno transgreda contra otro”.
Al-Máyd Ibn Tamíyah (que Allah esté complacido con él) dijo: “Dios ha prohibido en los labios de Su Profeta dos tipos de maltrato hacia la gente: el orgullo o desdén, y la transgresión”.
Fáid al-Qadír, 2/217.
Las normas generales con respecto a esto es: cualquiera fuese la fuente de orgullo y honor a causa de la religión, es parte de la religión y es encomiable; y cualquier otra causa de orgullo fuera de esa, es reprobable.
Pero sentir orgullo a causa de realizar actos de obediencia y culto significa sentirse feliz de que uno ha sido capaz de hacerlo, y de sentirse orgulloso de pertenecer a quienes lo hacen, y alabar a Dios por salvarlo de asociar a otros con Dios y de los asociadores, del pecado y de sus caminos.
Sobre mirar con aires de superioridad a los servidores de Dios y sentir que uno está por encima de ellos a causa de los actos de obediencia que ha realizado, este es el peor tipo de orgullo y arrogancia, y quien hace eso está al borde del desastre, y existe el peligro de que sus actos sean arrojados como una carga sobre su espalda.
Y Allah sabe más.