Alabado sea Dios.
En primer lugar, la sangre es una impureza (náyis), de acuerdo a la mayoría de los eruditos. Consulta la respuesta a la pregunta No. 114018 .
En segundo lugar, si una persona comienza a rezar y luego nota un pequeño punto de sangre sobre su vestimenta, debe completar su oración, no abandonarla para purificarse. Porque una pequeña cantidad de impureza no tiene mayor importancia y no es imprescindible lavarla.
Dice en al-Mugni, 1/409:
Si la persona está rezando y tiene alguna impureza en su ropa, aún si es pequeña, debe repetir su oración, a menos sea una pequeña cantidad de sangre o pus, algo que uno juzgaría insignificante”.
La mayoría de los eruditos piensa que una pequeña cantidad de sangre o pus es perdonable, a causa del reporte de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella), quien dijo: “Una de nosotras tenía una vestimenta que había usado mientras había estado menstruando o luego de mantener relaciones, y luego vio una gota de sangre en ella, así que puso un poco de saliva en su dedo y la refregó”. De acuerdo a otra versión: “Una de nosotras tenía sólo una vestimenta que usaba cuando estaba menstruando, y si algo de sangre caía en ella, la mojaba con saliva y la refregaba con la uña”. Narrado por Abu Dawud.
Esto indica que una pequeña gota de sangre es insignificante, porque la saliva no es un medio de purificación y porque al hacerlo de este modo, la impureza de desparrama o se queda en el dedo que la frota. Los reportes indican que esto era algo que hacían frecuentemente. Algo como esto no habría estado oculto al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y no hubiera sucedido si no contaba con su consentimiento”. Fin de la cita.
El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Una pequeña gota de sangre o algo de tejido y pus, en una cantidad que uno podría considerar insignificante, es algo perdonable”.
Fin de la cita de Shárh al-‘Umdah, 1/103.
Les preguntaron a los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita (5/363):
“Si hay una pequeña cantidad de una suciedad, como una gota de sangre del tamaño de un grano de mijo, ¿debo hacer algo?”
Ellos respondieron:
“Las impurezas en general deben ser lavadas, sean grandes o pequeñas. Pero en el caso de la sangre o la pus, una pequeña cantidad no es importante, porque evitarlo es muy difícil, y Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Él os eligió [para que sigáis Su religión] y no os prescribió nada que no podáis cumplir” (Al-Hách 22:78).
“Allah desea facilitaros las cosas y no dificultárosla; engrandeced a Allah por haberos guiado y así seréis agradecidos” (al-Báqarah 2: 185).
Fin de la cita. Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn ‘Abdullah ibn Baaz, Shéij ‘Abd er-Razzáq ‘Afifi, Shéij ‘Abdullah ibn Gadián, Shéij ‘Abdullah ibn Qa’ud.
Y Allah sabe más.