Alabado sea Dios.
Debes comprender que el tiempo de vida es algo ya decretado de antemano por Dios, y que tu provisión ya está previamente asignada; nadie morirá jamás hasta que haya recibido su provisión completa y su tiempo se haya terminado. Dios, glorificado y exaltado sea, es más Compasivo con Sus servidores que su propia madre; de hecho, Él es más Compasivo con Sus servidores de lo que son ellos consigo mismos. Si Dios fuera a dejar que cada individuo decidiera por sí mismo y decretara lo que tuviera a cada momento en mente o lo que piensa que es mejor de acuerdo a su conocimiento, pensamientos e ilusiones, ninguno de nosotros sería realmente feliz en esta vida ni podría mantener sus asuntos en la forma que espera.
¿No has oído las palabras de Dios, glorificado y exaltado sea (traducción del significado): “Y en el cielo está decretado vuestro sustento y lo que se os ha prometido” (Ad-Daariyát, 51:22)? ¿No sabes que tu provisión en esta vida no proviene de tu marido, sino del Señor de los Mundos?
Dios dijo (traducción del significado):
“No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta; Él conoce su morada y por donde transita, todo está registrado en un Libro evidente [la Tabla Protegida]” (Hud, 11:6).
“Y cuántos animales hay que no pueden almacenar sus propias provisiones, pero Allah los sustenta y [también] a vosotros; y Él es Omnioyente, Omnisciente” (Al-‘Ankabut, 29:60).
¿No has oído el reporte de ‘Abd Allah ibn Mas’ud (que Dios esté complacido con él)? Él dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), que era el más confiable, nos dijo: “La creación de ninguno de ustedes es puesta toda junta en el útero de su madre por cuarenta días, luego se convierte en un coágulo (‘alaq) por un período similar, luego se convierte en una larva (mugdah) por otro período similar. Luego le es enviado un ángel que le insufla el alma y el decreto de cuatro cosas: su provisión, su tiempo de vida, sus obras, y si será condenado al Infierno o bendecido con el Paraíso”. Narrado por Al-Bujari, 7454; Muslim, 2643.
Tú no tienes necesidad sino de una cosa: necesitas pensar positivamente acerca de Dios, glorificado y exaltado sea. Necesitas confiar en Él, remitir tus necesidades a Él, tener fe en que lo que Él decretará para ti será lo mejor, y estar contenta con eso.
Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“y sabed que Allah siempre le dará una salida a quien Le tema, Y le sustentará de donde menos lo espera. Y quien se encomiende a Allah, sepa que Él le será suficiente; y que Allah siempre hace que se ejecuten Sus órdenes. Ciertamente Él ha establecido a cada cosa su justa medida” (At-Talaq, 65:2-3).
Con respecto a tu parte de la casa de tu esposo, las cosas no son como piensas.
Sí, si tu marido fallece y no tienes hijos obtendrás un cuarto de su herencia. Pero, ¿sabes que si tienes un hijo suyo, obtendrás un octavo y él niño el resto de la propiedad? Porque la presencia del hijo evita que los hermanos y hermanas, los tíos paternos y todos los demás parientes, hereden del padre, aparte de su abuelo.
Si se trata de una niña, tú obtendrás un octavo y la hija la mitad. Esto significa que tú y la criatura, sea varón o mujer obtendrán juntos una porción más grande de la casa. Por lo tanto, ¿por qué te preocupas?
Y Allah sabe más.