Alabado sea Dios.
Quizás una de las principales confusiones que controlan las mentes de algunos musulmanes es enfocarse en algunos eventos históricos y usarlos como justificación para alterar creencias e ideas; se vuelven completamente obsesionados con estos eventos, como si acabaran de suceder o estuvieran sucediendo en este momento, aunque ya hayan terminado, y ahora estamos pasando por eventos importantes que no son menos importantes o significativos que esos eventos históricos. Entonces, esos individuos permanecen siendo prisioneros del pasado, y olvidan el presente y todo lo que contiene de dolor y esperanza, viviendo así una vida carente de visión y creyendo en una fe que está distorsionada, en la medida en que la historia esté sujeta a la distorsión o fabricación.
En base a lo anterior, es muy importante para nosotros destacar que no es correcto hacer historia —incluso si se trata de historia real—, sobre algo que te distrae de los principales objetivos del Islam que trajo consigo el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él). El Islam es un sistema de objetivos y metas que se basan en grandes pilares y se centran en afirmar la Unicidad del Creador, Glorificado y Exaltado sea, y que lo adoren solo a Él, dentro del marco comprendido de los seis pilares de la fe y los cinco pilares de la práctica en la que se basa el Islam, y también en los valores morales y éticos con los que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) fue enviado para completar y perfeccionarlos para toda la humanidad. Todo eso es el foco de los versículos del Sagrado Corán y los hadices del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él), y es el propósito por el cual fue enviado. Todo esto fue resumido por Ya’far ibn Abi Taalib (que Allah esté complacido con él) en sus famosas palabras ante el Negus cuando le dijo:
“Oh, rey, éramos un pueblo ignorante, adorando ídolos, comiendo carne de animales hallados muertos, cometiendo hechos vergonzosos, cortando lazos de parentesco, maltratando a nuestros vecinos, y los fuertes entre nosotros maltratando a los débiles. Estuvimos así hasta que Allah nos envió a un Mensajero de entre nosotros, cuyo linaje, honestidad, honradez y castidad conocíamos bien. Él nos llamó para afirmar la Unicidad de Allah y adorarlo solo a Él, y para renunciar a los ídolos de piedra que nosotros y nuestros padres usábamos para adorar en lugar de Él. Él nos instruyó en decir la verdad, ser fieles ante lo que se nos confíe, mantener los lazos de parentesco, tratar a los vecinos con amabilidad y abstenernos de lo que está prohibido y del derramamiento de sangre. Y nos prohibió cometer hechos vergonzosos, hablar con falsedad, consumir la riqueza de los huérfanos y calumniar a las mujeres castas. Nos instruyó en adorar únicamente a Allah y no atribuirle nada como compañero, y nos instruyó en rezar, dar el zakaat (caridad obligatoria) y ayunar —y enumeró los mandamientos del Islam. Entonces lo aceptamos y creímos en él, y lo seguimos en lo que había traído. Así que adoramos únicamente a Allah, sin atribuirle ningún compañero. Consideramos como prohibido lo que él prohibió, y consideramos permisible lo que él nos permitió.
Narrado por Ahmad en al-Musnad (3/266) con hasan isnaad.
¿No es una señal de fracaso considerar estos eventos como una causa de división y disputa entre nosotros hoy cuando Allah, Glorificado y Exaltado sea, nos ha bastado y nos ha salvado de estar presentes en ese momento de tribulación, y nos ha ahorrado vivir la gran agitación que ocurrió entre los nobles Sahaabah (que Allah esté complacido con todos ellos)?
Aunque Ahl as-Sunnah cree que ‘Ali ibn Abi Taalib (que Allah esté complacido con él) estaba en lo correcto, no eligen unirse al lado de aquellos que impugnan el honor de otros o difaman sobre su religión y su fe. Más bien defienden el derecho de quien está en lo cierto usando palabras amables, y le piden a Allah que perdone a aquellos entre los nobles Sahaabah que cometieron errores; a la vez que piensan positivamente de todos ellos. Cuando el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) murió, estaba complacido con todos ellos. De hecho, Allah, Glorificado y Exaltado sea, dice (interpretación del significado):
“Dios se complace con los primeros que aceptaron el Islam y emigraron (a Medina), se complace con aquellos que los socorrieron, y con todos los que sigan su ejemplo (en la fe y las buenas obras), y todos ellos se complacen con Dios. Él les ha reservado jardines por donde corren ríos, donde morarán por toda la eternidad. Ese es el triunfo grandioso.” [at-Tawbah 9:100].
Hoy se ven muchos hechos importantes y no podemos llegar a una conclusión certera sobre lo que realmente está sucediendo y los detalles de algunas historias que escuchamos, a pesar de todos estos medios de comunicación tan modernos y formas avanzadas de verificar los hechos, y a pesar de que hay tantos investigadores y especialistas que estudian estos eventos en profundidad. Sin embargo, a pesar de eso no podemos llegar a conocer la verdadera naturaleza de algunos eventos y lo que realmente sucedió. Entonces, ¿qué sucede cuando estudiamos eventos del pasado distante, relacionados con la fitnah (tribulación) y los detalles de lo que exactamente sucedió entre los nobles Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos)? Podemos notar que la documentación de eventos y la escritura de detalles eran muy raras en ese tiempo, y ha habido una gran cantidad de distorsión y fabricación por parte de los narradores y escritores más adelante, por no mencionar la mezcla y la confusión de los acontecimientos. ¿Acaso es racional convertir los acontecimientos de aquellos días en nuestra obsesión, pensar en ellos mañana y tarde, y tomarlos como el criterio para juzgar a las personas, o para considerar permisible hablar en contra de otros, e incluso al considerar el honor y la vida de un lado o el otro como permisibles?
En segundo lugar:
Decimos claramente en respuesta a los eventos mencionados en la pregunta: nunca fue narrado sobre el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) que dijera: “La apostasía o incredulidad surgirá de mi casa” y señalara la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella). De hecho, ninguno de los eruditos del hadiz narró eso, y no existe ningún isnaad (cadena de narración) conocido para ello. Esto es evidencia suficiente de que es falso y merece ser rechazado.
Pero lo que sucedió es que algunos de los que tenían resentimiento y odio hacia A’ishah, la Madre de los Creyentes (que Allah esté complacido con ella) distorsionaron los significados de algunos hadices, y los malinterpretaron de una manera que es completamente infundada. Quienes fueron los principales promotores de esta invención fueron varios autores shías, como al-Majlisi en Bihaar al-Anwaar (31/639), Daamin al-Madani en Waq’at al-Jamal (página 46), ‘Abd al-Husayn en al-Muraaja’aat (p.442) y at-Tijaani as-Samaawi en Fas’alu Ahl adh-Dhikr (p.105-106) y Zumma Ahtadaitu, y otros.
La explicación para esto es que los libros de la Sunnah están llenos de narraciones del hadiz de Ibn ‘Umar, según las cuales el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: “Oh, Allah, bendícenos en nuestro Shaam (Gran Siria) y en nuestro Yemen”. Dijeron: “¿Y en nuestro Nayd?” Él dijo: “Oh Allah, bendícenos en nuestro Shaam y en nuestro Yemen”. Ellos dijeron: “¿Y en nuestro Najd?” Él dijo: “Allí hay terremotos y tribulaciones, y allí emergerá el lado de la cabeza de Shaytán”. Narrado por al-Bujari (1037) y Muslim (2905).
Otros informes sahih afirman claramente que lo que quiso decir fue la dirección oriental, que es la dirección de Nayd o Iraq, ambas al este de al-Madinah al-Munawwarah.
Se narró que ‘Abdullah ibn’ Umar (que Allah esté complacido con él) dijo: “Vi al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) apuntar hacia el este y decir: “La tribulación está allí, la tribulación está allí, la tribulación está allí, desde donde aparecerá la cabeza de Shaytán”. Narrado por al-Bujari (3279) y Muslim (2905).
Los eruditos y comentaristas del hadiz han discutido en detalle el significado de este hadiz, y cómo el Nayd de Arabia o el Nayd de Irak [Nayd se refiere a las tierras altas] eran lugares de maldad y disturbios. Algunos de ellos interpretaron que se refería a la aparición de Musaylimah al-Kadhdhaab en Bahrein, y otros interpretaron que se refería a la agitación que se produjo en Iraq y a los importantes acontecimientos en los que al-Husayn ibn ‘Ali y otros entre los nobles Sahaabah fueron asesinados.
Como el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) estaba de pie en el mimbar frente a los nobles Sahaabah y señalando hacia el este, la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) quedaba a su derecha, entonces también estaba hacia el este. Algunos hostigadores explicaron este hecho y distorsionaron todos los claros reportes mencionados anteriormente, diciendo que a quien se refería era a ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella), y que era ella la causa de las tribulaciones y el mal que caería sobre la gente. El Shaytán hizo que esta desviación pareciera justa para ellos, mediante un informe cuyo significado fallaron en interpretar. El hadiz es muy conocido por la narración de Naafi’ de ‘Abdullah ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él); fue tomado de Naafi por muchos de sus compañeros, a saber: ‘Abd ar-Rahmaan ibn’ Ata, Abdullah ibn ‘Awn,’ Ubaydullah ibn ‘Umar y al-Layth ibn Sa’d. Todos lo narraron en un contexto que indicaba claramente que lo que se quería decir era la dirección oriental, desde donde aparecería la cabeza de Shaytán. Para obtener información sobre todos estos isnaads, por favor consulte al-Musnad al-Yaami ‘(10/789).
Hay otra narración que fue narrada solo por Juwayriyah de Naafi’, que dice: El Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) se levantó para dirigirse a la gente. Señaló en la dirección de la morada de ‘Aa’ishah y dijo: “Hay fitnah (agitación) —tres veces— desde donde aparecerá la cabeza de Shaytán.” Narrado por al-Bujari (3104).
Si un investigador imparcial examina este hadiz, se dará cuenta de que el gesto aludido fue simplemente apuntar hacia el este, pero debido a que la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) estaba al este, el narrador lo expresó diciendo que él señaló en la dirección de la morada de ‘Aa’ishah; es decir, se refería a la dirección del este, no a la Madre de los Creyentes, ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella). Esto está respaldado por el hecho de que el informe dice nahwa (en la dirección de, hacia) y no ila (a o en).
Dice en el informe de ‘Ubaydullah ibn’ Umar de Naafi’ que el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) estaba en la puerta de Hafsah y señaló hacia el este —de acuerdo con otra versión, se paró en la puerta de ‘Aa’ishah y señaló hacia el este— como se dice en Sahih Muslim (2905). Por lo tanto, está claro que a lo que se refiere es a la dirección. En cuanto a las casas (de las esposas del Profeta), no significa las casas en sí mismas.
¿Tiene sentido decir que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) pediría bendición para Shaam (Gran Siria) y Yemen, entonces cuando los nobles Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos) le pidieran que orara por Nayd, él respondería diciéndoles que la morada de ‘Aa’ishah sería una fuente de fitnah y el lugar desde el cual surgiría el lado de la cabeza de Shaytán? ¿Qué mente racional podría aceptar esta idea sin sentido? ¿Qué conexión podría haber entre el principio y el final del hadiz según esta extraña distorsión del significado?
Aparte de Naafi’, el hadiz también fue narrado por varios estudiantes de ‘Abdullah ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él), incluyendo ‘Abdullah ibn Dinar, Saalim ibn ‘Abdullah ibn’ Umar, Bishr ibn Harb y otros, todos los cuales lo narraron con la frase “señaló hacia el este”. Esto fue narrado por al-Bujari (3274, 3511), Muslim (7400), Ahmad y otros. Ver: al-Musnad al-Yaami’ (10 / 833-834); as-Silsilah as-Sahihah (n. ° 2494).
¿No debería él —el que entiende el informe de esta manera extraña— preguntarse cómo es que ninguno de los nobles Sahaabah lo entendió de esta manera distorsionada, a pesar de que el Profeta (las bendiciones y la paz de Allah sean con él) les dijo esto y se dirigió a ellos desde el mimbar?
Si fuera la Madre de los Creyentes ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) a quien el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se estaba refiriendo en este hadiz, ¿cómo podría haber seguido viviendo con ella y morir con la cabeza en su regazo (que Allah esté complacido con ella), cuando supuestamente era la fuente de tribulación y el lugar desde el cual el lado de la cabeza de Shaytán aparecería?
¿Acaso no era el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) la persona más afectuosa hacia su ummah y la más dispuesta a protegerlos del mal y la confusión? Entonces, ¿cómo podría haberse quedado tranquilo sobre lo que supuestamente haría su esposa, la Madre de los Creyentes, ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella)?
De hecho, ¿cómo podrían los nobles Sahaabah, incluyendo a ‘Ali ibn Abi Taalib (que Allah esté complacido con él) y otros de la familia del Profeta (la paz y las bendiciones sean con él), haber guardado silencio sobre eso, sin cuestionarlo a él (la paz y las bendiciones sean él) con respecto a ella, o sin pedirle permiso para librar a los musulmanes de la fitnah que emergería de la casa de ‘Aa’ishah.
¿Algún historiador o erudito del hadiz narró que alguien presente en ese discurso entendiera lo que se quería decir como referente a la misma ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella)?
Además, ¿algún musulmán racional estaría de acuerdo con el hecho de que lo mejor de la creación y el líder de la humanidad, Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él) sugeriría que la casa de su esposa, que era para él la más querida de entre ellas, lugar que era su propio hogar, sería un lugar donde aparecería la cabeza del Shaytán, en vez de ser un faro de luz para toda la humanidad hasta el Día de la Resurrección, como de hecho lo es? ¿Hay algo que pueda socavar más el estatus de nuestro noble Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones sean con él), que esta distorsión que arroja calumnias sobre su familia y su honor (la paz y las bendiciones sean con él)?
La revelación solía descender en la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella), cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba con ella bajo el mismo techo. ¿Tiene sentido sugerir que esta casa se convertiría en un lugar donde surgiría el Shaytán, sobre la base de una interpretación distorsionada de algunos acontecimientos históricos?
¿No fue el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) enterrado en esa casa, donde su cuerpo bendecido permanecerá hasta el Día de la Resurrección, y los Profetas están vivos en sus tumbas, pero, a pesar de eso, él (la paz y las bendiciones sean con él) supuestamente describió su lugar de descanso, durante su vida y después de su muerte, como un lugar del cual surgiría fitnah y la cabeza del Shaytán?
‘Ammaar ibn Yaasir (que Allah esté complacido con él) —quien fue uno de los más prominentes entre quienes lucharon al lado de ‘Ali ibn Abi Taalib (que Allah esté complacido con él)— dijo que la Madre de los creyentes ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) sería la esposa de nuestro Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) en el Paraíso, como lo narra al-Bujari (3772) de al-Hakam, quien dijo: Escuché Abu Waa’il decir: Cuando ‘Ali envió a ‘Ammaar y al-Hasan a Kufah para buscar su apoyo, ‘Ammaar se dirigió a ellos, diciendo: “Yo sé que ella es su esposa en este mundo y en el más allá, pero Allah los está poniendo a prueba para ver si ustedes lo seguirán a Él o a ella”. Si la casa de la Madre de los creyentes es la causa de mal, entonces ¿cómo pudo ‘Ammaar ibn Yaasir haber dicho que ella sería la esposa del Profeta (las bendiciones y la paz sean con él) en el Paraíso?
Ciertamente aquellos que narraron el hadiz de ‘Abdullah ibn ‘Umar (que Allah esté complacido con él) entendieron el hadiz correctamente e interpretaron que se refería al Nayd de Iraq, como en el informe narrado por el Imam Muslim en su Sahih (2905) de Saalim ibn ‘Abdullah ibn ‘Umar, quien dijo: “¡Oh, gente de Iraq, que frecuentemente preguntan sobre problemas menores cuando están cometiendo pecados graves! Oí a mi padre, ‘Abdullah ibn’ Umar, decir: Escuché al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) decir: “La tribulación vendrá de allí”, y señaló con su mano hacia el este, donde aparecerá la cabeza del Shaytán. Y aquí están ahora, cortándose los cuellos el uno al otro…”
¿De dónde vinieron estos distorsionadores con esta manera extraña de interpretar este hadiz, que no fue narrado por ningún miembro de la familia del Profeta (la paz y las bendciones de Allah sean con él) o por ninguno de los que lucharon junto a ‘Ali ibn Abi Taalib (que Allah esté complacido con él) cuando luchó contra ‘Aa’ishah, Talhah y az-Zubayr?
El Sheij al-Albaani (que Allah tenga piedad de él) dijo:
“Todas las versiones del hadiz indican que la dirección hacia la cual el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) señaló era el este, específicamente Iraq, como he visto en algunos informes que lo afirman claramente. Este hadiz es uno de los signos de su Profecía (la paz y las bendiciones sean con él), porque el primer disturbio provino del este, y esa fue la causa de división entre los musulmanes. Del mismo modo, las innovaciones comenzaron de la misma dirección, como las innovaciones de los shías, Jariyitas y otros.
Al-Bujari (7/77) y Ahmad (2/85, 153) narraron que Ibn Abi Na’im dijo: Estuve con Ibn ‘Umar cuando un hombre de Iraq le preguntó acerca de un muhrim (peregrino en ihram) que mata a una mosca. Dijo: “¡Oh, gente de Iraq! Me preguntan por un muhrim que mata a una mosca, cuando ustedes mataron al hijo de la hija del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él), y el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) dijo: “¡Ellos [al-Hasan y al-Husayn] son mis dos flores fragantes en este mundo!” Parte de estos problemas está en que los shías impugnan a los sahaabah (que Allah esté complacido con ellos), como ‘Aa’ishah as-Siddiqah bint as-Siddiq, cuya inocencia fue revelada desde el cielo. El fanático Shi’í ‘Abd al-Husayn, en su libro al-Muraacha’aat (p.237), escribió varios capítulos impugnándola y rechazando sus hadices, y acusándola de todo tipo de cosas con toda audacia y desvergüenza, basando sus argumentos sobre hadices débiles y fabricados, algunos de los cuales yo [el Sheij al-Albaani] he destacado en ad-Da’ifah (4963-4970), además de distorsionar el significado de los hadices sahih e interpretarlos de una manera descabellada. De manera similar, él interpretó que el hadiz sahih se refería a ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) y afirmó que ella es la fitnah mencionada en el hadiz. “¡Qué graves palabras salen de sus bocas! No dicen sino mentiras” [al-Kahf 18: 5]. Lo basaron en los dos informes mencionados anteriormente:
El primer informe es el informe de al-Bujari que dice: … y señaló en la dirección de la morada de ‘Aa’ishah. El otro informe fue narrado por Muslim: El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) salió de la casa de ‘Aa’ishah y dijo: “La cabeza del kufr (incredulidad) está allí.” ¡Este malvado intentó dar la impresión errónea a sus lectores de que el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) estaba señalando a la casa de ‘A’ishah misma, y que lo que se entendía por fitnah era ‘A’ishah misma! Nuestra respuesta a eso es que su enfoque es similar a lo que hicieron los judíos cuando distorsionaron y torcieron las palabras. Los shías entendieron las palabras del primer informe —“y señaló en la dirección de la morada de ‘Aa’ishah”— como si dijera “y señaló la morada de’ Aa’ishah”. El hecho de que diga nahwa (en la dirección de / hacia) y no ila (en / a) indica definitivamente que este entendimiento es incorrecto, especialmente dado que la mayoría de los informes indican claramente que señaló hacia el este, y en algunos informes dice que él apuntó hacia Iraq. Y la realidad histórica lo atestigua.
Con respecto al informe de ‘Ikrimah, es munkar (rechazable), como se indicó anteriormente. Incluso si se sugirió que es correcto, se ha resumido hasta el punto de socavar su significado, por lo que este shií lo explotó, como lo indican otras versiones del hadiz. Lo que significa es: el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones sean con él) salió de la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) y rezó Fayr, luego se paró al lado del mimbar (o —según un informe— en la puerta de ‘A’ishah, se volvió hacia el amanecer y señaló hacia el este. Según un informe narrado por al-Bujari, señaló en dirección a la morada de’ A’ishah. Otro informe narrado por Ahmad dice que apuntaba hacia Irak. Por lo tanto, la persona justa que está libre de estereotipos y preconceptos con respecto a todas estas versiones de este hadiz, se dará cuenta definitivamente de la falsedad de las calumnias que este Shi’í lanzó sobre ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella). Que Allah trate con él como se merece.
Fin de cita de as-Silsilah as-Sahihah (n. ° 2494, 5/655)
El Sheij ‘Abd al-Qaadir Sufi dijo, con respecto a esta distorsión del hadiz, que es una comprensión incorrecta:
Puede ser refutado por el hecho de que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba parado en su mimbar, que estaba al oeste de las casas de sus esposas (que Allah esté complacido con ellas) y al oeste de la casa de su hija Faatimah (que Allah esté complacido con ella), ya que estas casas estaban todas a la derecha del mimbar, hacia el este. Esto es algo que no se puede discutir. Así como los mismos Raafidis decidieron interpretar que la dirección del este se refería a la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella), ¡los Naasibis [los que se oponen a Ahl al-Bayt] podrían decidir interpretar la dirección del este como una referencia a la casa de Faatimah (que Allah esté complacido con ella)! Eso es una tontería por parte de ambos lados.
Fin de cita de as-Saa’iqah (p.151)
El Dr. Ibraahim ar-Rujayli (que Allah lo preserve) dijo:
Algunos informes describieron la situación de su gente:
Fue narrado que Ibn Mas’ud dijo: El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) señaló con su mano hacia Yemen y dijo: “La fe está allí, y la dureza y el endurecimiento del corazón están entre los toscos dueños de camellos, donde se levantará la cabeza de Shaytán, Rabi’ah y Mudar.” Estos informes indican definitivamente que lo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quiso decir cuando dijo “La fitnah está allí” fueron las tierras orientales, como los informes lo afirman claramente, y en algunos reportes hay una descripción de las personas de esa zona y algunas de sus tribus están identificadas por su nombre. Esto prueba claramente la falsedad de lo que los Raafidis afirmaban señalando la casa de ‘Aa’ishah. Esta es una opinión falsa e inválida; nadie lo entiende de esta manera excepto un Raafidi lleno de odio.
Fin de cita de al-Intisaar li-s’Sahb wa al-Aal min Iftiraa’aat as-Samaawi ad-Daall (página 323)
Sheij Shahaatah Muhammad Saqar dijo:
Las palabras de los Shíah solo pueden significar una de dos cosas:
O están diciendo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia) se refería a ‘Aa’ishah cuando señalaba, o decían que él (la paz y las bendiciones sean con él y su familia) se refería a su propia vivienda.
Si dicen lo primero, entonces esto es obviamente falso, sobre la base del uso lingüístico en el hadiz, porque solo puede referirse a un lugar específico, no a una persona, como cuando dijo “de dónde” y “fitnah está allí”, refiriéndose al lugar donde residirá la fitnah.
Si ellos dicen lo segundo, significa que él (la paz y las bendiciones sean con él y su familia) se refirió a ella viviendo sola, entonces ese no podría haber sido el caso durante la vida del Profeta (la paz y las bendiciones sean sean con él y su familia), porque él vivía allí mismo, e iría cada vez que llegara el día de ‘A’ishah (que Allah esté complacido con ella); de hecho, estaría allí dos veces más que en las casas de sus otras esposas, porque ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) tenía dos días, su propio día y el de Sawdah bint Zam’ah (que Allah esté complacido con ella), que le dio su día a ‘Aa’ishah porque sabía que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia) la amaba mucho.
Además, cuando el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia) moría, quiso ser atendido en la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella), no en las casas de otras esposas, y se quedó allí hasta que falleció (las bendiciones y la paz de Allah sean con él y su familia), en la casa de ‘A’ishah (que Allah esté complacido con ella), y allí fue enterrado, aunque esto pueda molestar a los Raafidis.
No queda otra interpretación posible excepto que digan que lo referido era la morada de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) después de la muerte del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia). Si dicen esto, entonces están llamando a su propia ruina, porque la morada de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) se convirtió en la tumba del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia) después de su muerte, y ya la casa de ella no podría describirse como de ella. ¿Cómo puede una persona racional pensar que es posible que Allah, que Él sea exaltado, se complazca de que Su amado siervo Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean con él y su familia) sea enterrado en un lugar del que surgiría la fitnah, según lo que claman los Raafidis?!
De hecho, es uno de los milagros de Allah, Exaltado sea, que Él hizo de la casa de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) el lugar donde Su siervo y amado Muhammad (la paz y las bendiciones de Allah sean sobre él y su familia) sería atendido durante su enfermedad, después hizo que se convirtiera en su tumba, y luego lo completó haciendo que sus dos compañeros y consejeros, Abu Bakr y ‘Umar (que Allah esté complacido con ellos dos) fueran enterrados a su lado.
Si este punto de vista fabricado propagado por los shías fuera válido o posible de alguna manera, habríamos aprendido sobre alguien que lo dijo o lo citó, o lo usó como evidencia entre quienes difieren con la Madre de los Creyentes Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) y que eran del nivel de los Taabi’in o de los que vinieron después de ellos. En cuanto a los Sahaabah, definitivamente no es posible pensar que ninguno de ellos tuviera esa opinión. Como no hemos encontrado a nadie que sugiriera esa interpretación, podemos concluir que son calumnias contra la Madre de los creyentes (que Allah esté complacido con ella) por parte de los shías, en la misma línea de lo que hicieron sus predecesores anteriores (es decir, los hipócritas) en el caso de la difamación contra ella (al-ifk).
Fin de la cita de Ummuna ‘Aa’ishah (91-94).
Y Allah sabe mejor.