Alabado sea Dios.
Una opinión legal sobre este asunto debe adoptar una actitud intermedia entre la permisibilidad básica de tales banquetes, y tomar en consideración la realidad de la situación, y los motivos que la gente tiene para esto, como las consecuencias a las que este tipo de conductas acarrea, para emitir una opinión que sea beneficiosa para la gente y al mismo tiempo no les traiga dificultades.
Dios dijo (traducción del significado):
“Allah no quiere imponeros ninguna carga, sólo quiere purificaros y completar Su gracia sobre vosotros para que seáis agradecidos” (Al-Má'idah, 5:6).
Examinando este asunto y los motivos y consecuencias, encontramos muchas cosas que son contrarias a la ley islámica, o que cuanto menos son hábitos perjudiciales, entre ellos los siguientes:
1 – Desperdiciar dinero en frivolidades. Dios, glorificado y exaltado sea, nos preguntará acerca de cómo hemos gastado las bendiciones que Él nos concedió. Nos preguntará acerca del uso que hicimos de la riqueza que nos dio, cómo fue adquirida, y cómo fue gastada.
Ibn Mas’ud (que Dios esté complacido con él) dijo: “Desperdiciar significa gastar en cosas que no son de utilidad”. Narrado por at-Tirmidi en Mu’yam al-Kabír, 9/206. Nosotros no pensamos que ninguna de estas personas que ofrecen banquetes por esta causa puedan decir que esto sirve a un propósito o se hace por una razón elogiable. Más bien, ellos saben que lo que están haciendo es un exceso y una extravagancia, y desperdiciando su vida y recursos en causas inútiles.
2 – Este tipo de manifestaciones llenan el corazón de la gente de fervores y partidismos idiotas, causando resentimiento entre los fanáticos de los distintos equipos, unos contra otros, e incrementando la división y la discordia entre la gente por una causa ridícula e irracional. Dios dijo (traducción del significado):
“Y obedeced a Allah y a Su Mensajero, y no discrepéis porque os debilitaríais y seríais derrotados” (al-Anfal 8:46).
3 – Es una pérdida de tiempo y talento, que socava el interés en asuntos espirituales y trascendentes causando agotamiento físico y mental a los fanáticos con la preocupación por los resultados de un evento deportivo, lo cual debilita su carácter y a menudo los llena de pena y tristeza. Se espera de los musulmanes que sean capaces de elevarse por encima de sus limitaciones y jugar un rol fundamental en el avance de la civilización humana, llevando la antorcha del Islam, pero cuando vemos a nuestros hermanos preocupados por el resultado de un partido de fútbol, realmente nos damos cuenta de que nuestra aurora está lejos todavía, y que nuestra sociedad no ha alcanzado todavía el nivel necesario para cumplir esta misión. Y nunca alcanzará ese nivel hasta que los musulmanes pongan su energía, su interés, su dinero y sus preocupaciones en algo constructivo. Nuestro retraso respecto de las otras naciones requiere que pongamos nuestras energías en resolver nuestros problemas de una manera constructiva en múltiples frentes.
Nosotros no decimos que esto se aplique a todos los fanáticos de fútbol, ni decimos que todo lo que ellos hacen está prohibido en la ley islámica; más bien tenemos el temor de que caigan en estas cosas prohibidas a causa de su negligencia, con consecuencias negativas difíciles de evaluar. Si hacemos una pausa y pensamos en lo que ha estado sucediendo en nuestra sociedad, es suficiente para que nos demos cuenta cuánto tiempo y esfuerzo hemos desperdiciado en asuntos completamente irrelevantes.
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguna persona asiste a una reunión en la que Dios no es recordado sin que sea una causa de pena y lamentaciones para ellos; si Él quiere los castigará, y si quiere los perdonará”. Narrado por at-Tirmidi en As-Sunan No. 3380. Él lo incluyó en un capítulo titulado “La gente que se reúne y no recuerda a Dios”. Y dijo de él: “Es un reporte bueno. Fue narrado a través de más de una cadena de transmisión de Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él), quien lo escuchó del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”. Fin de la cita. Clasificado como auténtico por al-Albani en Mishkat al-Masaabíh, No. 2274.
Se reportó que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) solía decir: “La peor comida es la de la fiesta a la cual es invitado el rico y el pobre es ignorado”. Narrado por al-Bujari, 5177; Muslim, 1432. Y algo similar podría decirse de las reuniones que se mantienen para celebrar un partidismo frívolo e ilusorio.
Los juristas han dicho que no está permitido asistir a los banquetes de la gente cuyo objetivo es presumir y mostrar un orgullo vano. Ver Nihaiat al-Muhtách, 6/370.
Dice en Kashsháf al-Qiná’, 5/166:
“Ibn al-Yauzí no permitía aceptar invitaciones de un malhechor o de quien quería presumir ante los demás ofreciendo un banquete. Lo mismo se aplica si el banquete implica malos modales, conversaciones indecentes, o mentiras, porque asistir constituye una aprobación del pecado. Esta también se aplica si la persona sabe que al banquete asistirán malas personas, si van a conversar o planificar actividades prohibidas, etc.”. Fin de la cita.
En resumen: nosotros consideramos que es desaconsejable mantener tales banquetes, y que también es desaconsejable asistir a ellos. En nuestro sitio web hemos publicado previamente algunas opiniones legales que tratan sobre el asunto de apoyar equipos deportivos y los malos hábitos que implican.
Y Allah sabe más.