Alabado sea Dios.
En la respuesta a la pregunta No. 34695, hemos mencionado la diferencia de opinión entre los eruditos acerca de si se debe tener la ablución menor al hacer la circunvalación al templo o no. Algunos de los eruditos, la mayoría de ellos, sostienen que estar en un estado de pureza ritual completo es una de las condiciones para que la circunvalación a la Sagrada Casa sea válida. La otra opinión es que tener la ablución menor no es una condición indispensable para que la circunvalación al Templo sea válida, y que por lo tanto una circunvalación hecha sin la a ablución menor cuenta como tal.
Puesto que hay una diferencia de opinión acerca de este asunto, quien está en La Meca no debe hacer la circunvalación al Templo sin la ablución menor, para evitar un área de disputa entre los eruditos (que Allah tenga misericordia de ellos), y para estar seguros de que nuestro ritual sea válido.
Pero en el caso del musulmán que ya ha completado su peregrinación y ha vuelto a su tierra natal, tenemos la esperanza de que no haya culpa sobre él y de que su circunvalación al Templo como toda su peregrinación sea válida, si Dios quiere, basándonos en el punto de vista de aquellos eruditos que afirman que estar en un estado de pureza ritual menor no es esencial para que la circunvalación al Templo sea válida. Este punto de vista es fuerte, y tiene sus evidencias a su favor.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Esto es lo que nos dará tranquilidad: que no es esencial para que la circunvalación a la Sagrada Casa sea válida que el musulmán esté en un estado de pureza ritual completo. Sin embargo, es indudablemente mejor y más acorde con las enseñanzas del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que el musulmán tenga la ablución menor al hacer la circunvalación al Templo, y creo que nadie iría adrede en contra de este punto de vista que es el de la mayoría de los eruditos.
Sin embargo, en ocasiones un musulmán puede ser compelido a adoptar el punto de vista contrario, que fue el punto de vista defendido por shéij Ibn Taimíyah. Por ejemplo, si pierde la ablución menor mientras está haciendo la circunvalación al Templo y hay una gran muchedumbre. En ese caso, el punto de vista de que debe abandonar el ritual, hacer la ablución menor y volver a atravesar una muchedumbre de peregrinos sería de una gran dificultad, y ante un caso de dificultad y tomando en cuenta que no hay un texto claro que disipe cualquier duda, no podemos afirmar que la circunvalación al Templo realizada en estas condiciones no sea válida. Más bien, lo más correcto según las enseñanzas generales del Islam en este caso sería seguir el punto de vista más tolerante, porque obligar a los peregrinos a hacer algo dificultoso sin una evidencia clara es contrario a las palabras en las que Dios dijo (traducción del significado):
“Allah desea facilitaros las cosas y no dificultárosla” (al-Báqarah, 2:185).
Fin de la cita de ash-Sharh al Mumti’, 7/263.
Y Allah sabe más.