Alabado sea Dios.
El Shéij Muhámmed ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) fue interrogado con una pregunta similar, y respondió:
“Me parece que él no debería cargar con los pecados de ellos, porque se ha arrepentido, y cuando se arrepiente Dios le perdona todo lo que tiene que ver con ese pecado. De esta pregunta el peligro de la innovación se hace evidente para nosotros, porque si una persona sigue una innovación reprensible, pues cada innovación es una vía al extravía, entonces él carga con el pecado de aquellos a quienes ha desviado. Pero si se arrepiente entonces el significado de los textos parece indicar que quien se arrepiente de los pecados es como si no los hubiera cometido en absoluto”.