Alabado sea Dios.
En primer lugar, estas palabras que se le atribuyen a Ya’far as-Sádiq se refieren al pasaje en el que Dios, glorificado y exaltado sea, nos cuenta la historia de un creyente de la casa de un Faraón y lo que le dijo a su pueblo:
“Ya os acordaréis de esto que os digo [cuando se os conduzca al tormento], y [me refugio en Allah y] confío mis asuntos a Él; ciertamente Allah bien ve lo que hacen Sus siervos. Allah le preservó de las maldades que tramaron contra él, y la familia del Faraón fue azotada por un terrible castigo [y perecieron ahogados].” (Gháfir, 40: 44-45).
El shéij Muhámmad al-Amín ash-Shinqiti (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Las palabras de Dios, glorificado y exaltado sea, en este pasaje: “…y [me refugio en Allah y] confío mis asuntos a Él; ciertamente Allah bien ve lo que hacen Sus siervos. Allah le preservó de las maldades que tramaron contra él, y la familia del Faraón fue azotada por un terrible castigo [y perecieron ahogados]”, indican claramente que confiar sinceramente en Dios y confiarle nuestros asuntos a Él es un medio para ser protegido de todos los males.
Este verso indica que el Faraón y su pueblo querían conspirar contra este creyente, y que Dios lo protegió y lo salvó del daño de sus conspiraciones e intrigas, a causa de su confianza en Él y a que le confió sus asuntos a Él”. Fin de la cita de Adwa’ al-Baián (7/96-97).
Este verso es como este otro (traducción del significado):
“A ellos se les dijo: Los enemigos se han agrupado contra vosotros, temedles pues. Pero esto, por el contrario, les aumentó la fe y dijeron: “Allah nos basta y Él es el mejor protector”. Y retornaron con la gracia y el favor de Allah sin combatir [debido a que los incrédulos al enterarse de que los musulmanes salieron a su encuentro optaron por retornar a La Meca]. Buscaron con esto la complacencia de Allah; y Allah es el poseedor de los favores más inmensos” (Aal ‘Imrán, 3:173-174)
Confiar los propios asuntos a Dios, glorificado y exaltado sea, significa confiar sólo en Dios.
At-Tabari (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Las palabras “…y [me refugio en Allah y] confío mis asuntos a Él” significan: Yo someto mis asuntos a Dios y se los dejo a Él, y confío en Él, para Él bastará con que confíe en Él”. Fin de la cita de Tafsir at-Tabari (20/335).
Ibn Kazír (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Las palabras “…y [me refugio en Allah y] confío mis asuntos a Él” significan: Y confío en Dios y busco Su ayuda”. Fin de la cita de Tafsir Ibn Kazír (7/146).
En segundo lugar, confiar en Dios y confiar nuestros propios asuntos a Él, glorificado y exaltado sea, es algo requerido para todos nuestros asuntos, tanto los religiosos como los mundanos. Esto se recomienda en muchos textos, como por ejemplo los siguientes:
“Y encomendaos a Allah si sois creyentes” (Al-Má'idah, 5:23).
“…y encomiéndate a Allah. Allah te es suficiente como protector” (An-Nisá', 4:81).
“Allah conoce lo oculto de los cielos y de la Tierra, y a Él retornan todos los asuntos [y os juzgará por ellos]. Adoradle pues, y encomendaos a Él; y sabed que vuestro Señor está bien atento de lo que hacéis” (Hud, 11:123).
“Encomiéndate al Viviente, Inmortal” (Al-Furqán, 25:58).
El punto es que confiar nuestros propios asuntos a Dios con respecto a la crianza de los hijos significa confiar en Dios, glorificado y exaltado sea, y recurrir a Él para lograr este objetivo. Confiarle todos nuestros asuntos a Él es algo bueno y es lo que debemos hacer. Confiar en Dios es uno de los actos de adoración más importantes.
Pero confiar en Dios y confiarle nuestros propios asuntos en el sentido correcto debe ir acompañado de la adopción de medidas permisibles, como se indica en el reporte de Anas Ibn Málik, quien relató que un hombre dijo: “Oh, Mensajero de Dios, ¿debo atar (a mi camello) y confiar en Dios, o debo dejarlo suelto y confiar en Él?”. Él dijo: “Átalo y confía en Dios”.
Registrado por At-Tirmidi (2517); clasificado como bueno por Al-Albani en Sahih Sunan At-Tirmidi (2/610).
Al-Mubaarakfuri (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Con respecto a las palabras:
‘Átalo’, dice en el diccionario que atar un camello significa retenerlo para que no se vaya.
‘Confiar’ significa confiar en Dios después de atar el camello.
‘O dejarlo suelto’ significa dejarlo desatado para que vague por donde le plazca.
“Él dijo: ‘Átalo’...”. Al-Minnáwi señaló: “Es decir, ate las patas delanteras de su camello con una cuerda. ‘Y confiar’, es decir, depender de Dios. Esto es porque atarlo no es contrario a confiar en Dios”. Fin de la cita de Tuhfat Al-Ahwadi (7/186).
Quien verdaderamente confía en Dios toma las medidas prescritas, especialmente si son obligatorias.
Ibn Ráyab (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Debemos entender que depender verdaderamente de Dios no anula tomar las medidas por medio de las cuales Dios, glorificado y exaltado sea, hace que suceda lo que Él ha decretado; este es el camino que Dios ha ordenado para Su creación, porque Dios, glorificado y exaltado sea, nos ha ordenado que tomemos medidas pero también nos ha ordenado que confiemos en Él. Entonces esforzarse por tomar medidas es un acto de obediencia a Él, y confiar en Él en nuestros corazones es un acto de fe en Él.
Además, las acciones de la gente son de tres tipos, una de los cuales es:
Los actos de obediencia que Dios ha ordenado a Sus siervos y los medios de salvación del Infierno y la admisión al Paraíso que nos ha encomendado. Estos actos deben realizarse confiando en Dios y buscando Su ayuda para llevarlos a cabo, porque no hay poder ni fuerza excepto en Él; lo que Él quiera que ocurra, ocurrirá, y lo que Él no quiera que ocurra, no sucederá.
Y quien vaya en contra de lo que Dios ha ordenado, merece ser castigado en este mundo y en el Más Allá”. Fin de la cita de Yámi’ al-‘Ulum wa al-Hikam (2/498-499).
La crianza de los niños debe combinar la confianza en Dios, glorificado y exaltado sea, con la toma de medidas apropiadas y el uso de diferentes enfoques válidos para ello, tal como Dios nos ha ordenado. Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! Guardaos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego, cuyo combustible serán los hombres y las piedras, y en el que habrá Ángeles violentos y severos que no desobedecen a Allah en lo que les ordena, sino que ejecutan cabalmente Sus órdenes” (At-Tahrím, 66:6).
El shéij Muhámmad al-Amín ash-Shinqiti (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Al hombre se le ha encomendado que instruya a su familia, como a su esposa, hijos, etc., para que hagan lo que es correcto y apropiado y que les prohíba hacer lo que es incorrecto y malo, porque Dios, glorificado y exaltado sea, dijo: “Oh, vosotros que habéis creído, protegeos a vosotros mismos y a vuestras familias del Fuego...”. Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cada uno de ustedes es un pastor, y es responsable de su rebaño....”. Fin de la cita de Adwa’ al-Bayán (2/209).
Y Allah sabe más.