Alabado sea Dios.
Puedes recitar la súplica de Zakarías (la paz sea con él), quien dijo:
“Rábbi la tadharni fardan wa anta jáir ul-waarizín (¡Oh Señor mío! No me dejes sin descendencia, aunque Tú eres el mejor de los herederos)”. Esta es una hermosa súplica, que es muy apropiada en este caso. También apropiada es otra súplica de Zakarías : “Rábbi hab li min ladunka dhurríyatan taiebatan ínnaka sami’ ad-du’á' (¡Oh Señor mío! Garantízame de Ti una buena descendencia. Tú eres ciertamente el Omnioyente)”.
La historia de Sacaría contiene valiosas lecciones para nosotros. Dios nos ha contado esta historia en diversos sitios en el Corán. Por ejemplo, en surat ‘Aal ‘Imrán, en que nos cuenta acerca de Mariam (la paz sea con ella), Él dice traducción del significado):
“Su Señor la aceptó complacido, he hizo que se educase correctamente y la confió a Zacarías. Toda vez que Zacarías ingresaba al templo la encontraba provista de alimentos, y entonces exclamaba: “¡Oh, María! ¿De dónde te ha venido esto?” Ella respondía: “De Allah; porque Allah sustenta sin medida a quien Le place”.
Allí Zacarías invocó a su Señor diciendo: “¡Señor mío! Concédeme una buena descendencia, Tú escuchas los ruegos”.
Entonces los Ángeles le llamaron cuando oraba en el templo diciendo: “Allah te albricia con el nacimiento de Juan, quien corroborará la Palabra de Allah, será noble, casto, y un profeta virtuoso”.
Dijo: “¡Señor mío! ¿Cómo podré tener un hijo, si me ha alcanzado la vejez y mi mujer es estéril?” Le respondió: “¡Así será! Porque Allah hace lo que Le place”.
Dijo: “¡Señor mío! Dame una señal [de que me has concedido un hijo]”. Dijo Allah: “La señal [de que tu esposa está embarazada] será que durante tres días, no podrás hablar con la gente salvo por señas. Invoca mucho a tu Señor y glorifícale al anochecer y al alba” (‘Aal ‘Imrán 3:37-41).
En el capítulo de Mariam, Allah dijo (traducción del significado):
“Esto es un recuerdo de la misericordia que tuvo tu Señor con Su siervo Zacarías,
Cuando invocó a su Señor en secreto.
Dijo: ¡Señor mío! Mis huesos se han debilitado y mi cabeza ha encanecido. Mis ruegos nunca fueron rechazados.
Temo por [la fe de] mis parientes tras mi muerte, y mi mujer es estéril. Concédeme un hijo
Que me suceda y herede de la familia de Jacob [la profecía]. ¡Oh, Señor mío! Complácete de él.
¡Oh, Zacarías! Te albriciamos con un hijo que se llamará Juan. Nadie ha sido llamado así antes que él.
Dijo: ¡Señor mío! ¿Cómo he de tener un hijo si mi mujer es estéril y yo he llegado a la senectud?
Dijo [el Ángel]: Así será, pues tu Señor dice: Ello es fácil para Mí puesto que te he creado antes, cuando no existías.
Dijo: ¡Señor mío! Concédeme un signo [de que mi mujer está encinta]. Dijo: Tu signo será que no podrás hablar a la gente durante tres noches seguidas [a pesar de que no tienes ningún defecto o enfermedad].
Salió del oratorio hacia su gente [cuando su mujer quedó embarazada] y les indicó por señas que glorificaran por la mañana y por la tarde” (Mariam 19: 2-11).
En surat al-Anbiá', Allah dijo (traducción del significado):
“Y cuando Zacarías rogó a su Señor: “¡Oh, Señor mío! No me dejes solo [sin hijos que puedan seguir transmitiendo Tu Mensaje]. Tú eres Quien verdaderamente puede hacerlo”.
Y escuchamos su súplica, y le agraciamos con [su hijo] Juan, pues hicimos que su mujer fuera otra vez fértil. Les agraciamos porque siempre se apresuraban a realizar obras buenas, Nos invocaban con temor y esperanza, y eran mansos de corazón” (al-Anbiá' 21:89-90).
Pensando acerca de la historia de Zakaría (la paz sea con él) es muy beneficiosa para cualquiera que sea infértil. Uno puede también meditar en la historia de Ibrahím con su esposa Sarah, a quien Dios recompensó por su paciencia con Isjáq cuando Ibrahím era ya anciano. También se le dio otro hijo, Isma’íl. Dios nos contó que Su Jalil (amigo) dijo:
“Él os ha dado todo cuanto Le pedisteis. Sabed que si intentarais contar las gracias de Dios no podríais enumerarlas; ciertamente el hombre es injusto, desagradecido” (Ibrahím 14:34).
En todas las situaciones, el musulmán debe aceptar el decreto de Dios y estar contento con él, aún si permanece infértil por el resto de su vida. Puede ser que su paciencia sea mejor para ellos que un hijo. Todo lo que Dios decreta es con sabiduría y hay una razón detrás, la comprendamos o no, y todo está sujeto a Su voluntad y mandato. Allah dijo (traducción del significado):
“A Allah pertenece el reino de los cielos y la Tierra; Él crea lo que Le place, agracia a quien quiere con hijas, y a quien quiere con hijos.
O les concede hijos varones y mujeres, o les hace estériles; en verdad, Él es Omnisciente, Omnipotente” (ash-Shura 42:49-50).
Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.