Alabado sea Dios.
Alabado sea AllahLos eruditos están unánimemente de acuerdo en que es makruh (reprobable, desaconsejable) enterrar a un fallecido en un ataúd si no hay necesidad de ello. Si hay alguna necesidad de enterrarlo así, tal como si la tierra es demasiado húmeda o existe el temor de que sea desenterrado por animales salvajes, entonces algunos de los juristas (fuqahá) dicen que es permisible enterrarlo en un ataúd, en estos casos.
Dice en Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 2/312:
“Colocar al fallecido en un ataúd era algo desconocido en los tiempos del Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y lo mejor para los musulmanes es seguir su ejemplo. Por eso es desaconsejable colocar al fallecido en un ataúd, ya sea la tierra dura, suave o húmeda. Si el fallecido deja instrucciones de que su cuerpo sea colocado en un ataúd, tales instrucciones no deben cumplirse. Los seguidores de la escuela sháfi’i dicen que es permisible si la tierra es suave o húmeda, pero de acuerdo a su opinión las instrucciones dejadas por el fallecido no deben cumplirse si estas condiciones no se cumplen”.
Ibn Qudamah dijo:
“No es recomendable enterrar al fallecido en un ataúd, porque no hay ningún reporte de que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ni que sus compañeros hicieran esto, y hacerlo implica imitar a la gente de este mundo. Y la Tierra sabe mejor cómo absorber sus restos”.
Dice en al-Insáf:
“Es desaconsejable (makruh) enterrar a los muertos en un ataúd, aún si el fallecido es una mujer. Esto fue afirmado por el Imam Áhmad”.
Ash-Sharbíni, de la escuela sháfi’i, dijo en su libro Mughni al-Muhtáy:
“Es makruh (desaconsejable) enterrar a un fallecido en un ataúd, de acuerdo al consenso de los eruditos, porque es una innovación (bid’ah), y las instrucciones del fallecido a tal efecto no deben ser cumplidas. Pero no es desaconsejable si eso sirve a un propósito específico, tal como si el fallecido está quemado y es necesario enterrarlo en un ataúd”.
Y Allah sabe más.