Jueves 20 Yumada al Ula 1446 - 21 Noviembre 2024
Español

Mantenga su deber hacia Allah y témale cuanto más pueda.

Pregunta

Somos un grupo de amigos que nos reunimos para hablar y discutir temas mundanos y religiosos. En una de nuestras reuniones surgiَ la siguiente pregunta:
؟Puede un musulmán vivir una vida 100% musulmana mientras continua viviendo e interactuando con esta sociedad con todas las cosas buenas y malas que esto incluye? Lo que quiero decir es que si uno quiere mantenerse alejado que aquello que Allah a prohibido y disfrutar todo aquello que Allah a permitido en su Santo Libro, y seguir la Sunnah de su Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén con él) en lo que él ha permitido y mantenerse alejado de aquello que él ha prohibido.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

Alabado sea Allah. 

El musulmán no es infalible. Cada ser humano inevitablemente comete pecados y el mejor de aquellos que cometen pecados es aquél que se arrepiente constantemente, como lo dice el hadiz.  Pero para el musulmán es posible vivir en una sociedad Islámica y adherir a su religiَn tanto como pueda, siguiendo las palabras de Allah en el Corán (interpretaciَn del significado):

“Temed a Allah cuanto podáis, escuchadle, obedecedle, y haced caridad, pues es lo mejor para vosotros” [64:16]

Su compromiso religioso no está afectado por algunos  pecados que pueda cometer sin intenciَn, o por aquellos que crea que son permitidos segْn su propio criterio (iytihaad), razonamiento, la informaciَn que se tenga, o aquello que se haya preguntado a los eruditos quienes han dado una fatwa concerniente a eso pero esa fatwa no estaba de acuerdo con la shari’ah.  Para resumir, lo que el musulmán debe hacer es mantener su deber hacia Allah y temerle tanto como pueda, para considerar prohibido aquello que Allah le ha prohibido, y esforzarse por hacer aquello que Allah le ha encomendado.  Si resbala o tropieza entonces debe apresurarse a arrepentirse sinceramente.

Origen: Maymu’ Fataawa wa Maqaalaat Mutanawwi’ah del Sheij ibn Baaz , vol. 4, pág. 417