Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.El multazam (lugar para aferrarse) es la parte de la Ka’bah que se encuentra entre la Roca Negra y la puerta de la Ka’bah. Al decir iltizaam (aferrarse) nos referimos al momento en el que aquel que está suplicando (la persona que realiza la du’a’) coloca su pecho, rostro, antebrazos y palmas contra ese lugar e invoca a Allah rezando los du’a’t que desea.
No existe un du’a’ específico que el musulmán deba decir en ese lugar. Él puede aferrarse al Multazam cuando entra a la Ka’bah (si es fácil para él entrar allí), o puede hacerlo antes de realizar el Tawaf de Despedida (tawaaf al-wadaa’), o puede hacerlo en cualquier momento. No debe causar dificultades a otras personas ofreciendo un du’a’ extenso. Del mismo modo, no está permitido amontonarse con las otras personas ni molestarlas para aferrarse a ésto. Si él ve un espacio, puede hacer su du’a’. De otro modo, es suficiente que recite su du’a’ mientras hace la circunvalación y cuando se postra para orar.
Lo que fue narrado por los Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos) con respecto al Multazam es más sólido que lo que fue narrado de lo que dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él).
Se narró que ‘Abd al-Rahmaan ibn Safwaan dijo: Cuando el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) conquistó la Meca, yo dije: Me coloqué las vestimentas, ya que mi casa se encontraba en el camino, y esperé y observé lo que hacía el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él). Entonces vi que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) había salido de la Ka’bah, él con sus compañeros, y estaban tocando la Casa desde la Puerta hasta la Roca Negra. Ellos colocaron sus mejillas contra la Casa y el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) se encontraba entre ellos. Narrado por Abu Dawud, 1898; Ahmad, 15124.
Su isnad incluye a Yazid ibn Abi Ziyaad, que fue clasificado como da’if (débil) por Ibn Mu’in, Abu Haatim, Abu Zar’ah y otros.
Se narró de ‘Amr ibn Shu’ayb que su padre dijo: Circunvalé la Ka’bah con ‘Abd-Allaah, y cuando llegamos a su parte trasera dije: ¿No buscarás refugio en Allah? Él dijo: Buscamos refugio del Infierno en Allah. Luego tocó la Roca, y permaneció parado entre el Rincón y la puerta, y apoyó su pecho, su rostro, sus antebrazos y sus manos así, y las extendió. Luego dijo: Ésto es lo que vi que hizo el Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él). Narrado por Abu Dawud, 1899; Ibn Maayah, 2962.
Su isnad incluye a al-Muzanna ibn al-Sabaah, que fue clasificado como da’if (débil) por el Imán Ahmad, Ibn Mu’in, al-Tirmidhi, al-Nasaa’i y otros.
Sin embargo estos hadices se corroboran mutuamente.
El Sheik al-Albaani lo clasificó como sahih en al-Silsilah al-Sahihah, 2138.
Y él narró que Ibn ‘Abbaas (que Allah esté complacido con él) dijo:
“El Multazam se encuentra entre el Rincón y la puerta”.
El Sheik al-Islam Ibn Taymiyah dijo:
Si (el peregrino) quiere ir a Multazam –que es el área que se encuentra entre la Roca Negra y la puerta- y apoyar su pecho, su rostro, sus antebrazos y sus manos en él y realizar du’a’, y pedirle a Allah por lo que necesita, puede hacerlo. Él debe hacerlo antes del tawaf de despedida, ya que no importa si su iltizaam (aferro) está hecho en el momento del tawaf de despedida o en otro momento. Los Sahaabah solían hacerlo al entrar a la Meca. Si lo desea, puede recitar el du’a’ que fue narrada por Ibn ‘Abbaas: “Oh Allah, soy Tu siervo, hijo de Tu siervo, hijo de Tu sierva. Tú haz hecho que cabalgue lo que haz subyugado para mí de Tu creación e hiciste que viajara a través de Tu tierra, hiciste que llegara a Tu casa por medio de Tu gracia, y Tú me haz ayudado a realizar los rituales (de la peregrinación). Si estabas complacido conmigo, espero que lo estés aún más, de otro modo, complácete ahora antes de que abandone Tu Casa, porque la estoy por dejar si Tú me lo permites, sin recurrir a nadie excepto a Ti y sin visitar otra casa salvo la Tuya. Oh Allah, concédeme buena salud física y protege mi compromiso religioso; que encuentre a mi familia bien y a salvo al regresar, y ayúdame a obedecerte mientras me des vida, y entrégame lo bueno de este mundo y del Más Allá, porque Tú puede hacer todas las cosas”.
Si permanece de pie junto a la puerta y ora allí sin aferrarse a la Casa, ésto también es bueno.
Maymu’ al-Fataawa, 26/142, 143.
El Sheik Ibn ‘Uzaymin (que Allah esté complacido con él) dijo:
Éste es un asunto sobre el que los expertos difieren, aunque no fue narrado por el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), es decir, no fue narrado en un hadiz sahih, ya que los hadices que fueron narrados fueron considerados da’if o débiles). Más bien se narró de algunos de los Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos). ¿Entonces es Sunnah el iltizaam (aferrarse)? ¿Cuándo debe realizarse –al llegar, al momento de irse o en cualquier otro momento?
La razón por la que los expertos opinan diferente es porque ésto no está narrado en la Sunnah del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), más bien los Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos) solían hacerlo al llegar a la Meca.
Los fuqaha’ dijeron: El peregrino debe hacerlo cuando está por marcharse, y debe aferrarse al multazam, que es el área ubicada entre el rincón donde se encuentra la Roca Negra y la puerta…
Basados en ésto, no hay nada de malo en iltizaam (aferrarse a la Ka’bah en éste lugar) siempre y cuando no se moleste a los demás.
Al-Sharh al-Mumti’, 7/402, 403.
Y Allah sabe mejor.