Alabado sea Dios.
Alabamos y le damos gracias a Dios por haberles permitido arrepentirse, y Le pedimos que los recompense y los reafirme en la religión. Indudablemente, las acciones inmorales que cometieron son algunas de las causas por las que Dios envía Su castigo en este mundo y en el Más Allá; pero existe la esperanza de que haya un arrepentimiento sincero por esta acción, pena por lo que se ha hecho, y que se tome la decisión de no volver a repetirlo. Llorar por haber pecado contra Dios y violado Sus sagrados límites son todas cosas buenas para el arrepentimiento de una persona, y es una de las causas para que Dios convierta sus malas obras en una fuente de bendiciones.
El arrepentimiento de esta hermana no debe conducirla a desesperar de la misericordia de Dios, porque Satanás explotará esto y evitará que se arrepienta y realice buenas obras.
Es muy bueno que lamente lo que ha hecho, llore, se arrepienta y rece pidiendo perdón, como una forma de reconocer ante Dios la seriedad del pecado que ella y su esposo cometieron. Pero no es bueno que desespere de la misericordia de Dios y piense mal de Él, glorificado y exaltado sea.
Nuestro Señor nos ha dicho que Él perdona todos los pecados, no importa cuán grandes o cuán abundantes sean, a quien sea que se arrepienta y se vuelva hacia Él, y Él nos ha prohibido desesperar de Su misericordia, como Allah dijo (traducción del significado):
“Diles a quienes transmitan Mi Mensaje que Yo digo: ¡Oh, siervos Míos! Vosotros que os habéis excedido cometiendo pecados en detrimento propio, no desesperéis de la misericordia de Allah; por cierto que Allah puede perdonar todos los pecados, porque Él es Absolvedor, Misericordioso” (az-Zumar 39:53).
Él también nos ha dicho que convertirá las malas obras, que son una fuente de maldición, en una fuente de bendición, a quien sea sincero en su arrepentimiento, aún si ha sido un idólatra, un asesino o un fornicador, que son los pecados más graves. Allah dijo (traducción del significado):
“Aquellos que no invocan a nada ni a nadie junto con Allah, no matan a nadie que Allah haya prohibido matar salvo con justo derecho, y no cometen fornicación ni adulterio. Y sabed que quienes cometan esto recibirán un terrible castigo” (al-Furqán 25:68-70).
Nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos dijo que Dios se regocija por el arrepentimiento de Su servidor y que quien se arrepiente, es como si no hubiera cometido el pecado en absoluto.
Por eso podemos ver que está mal decir que quien comete fornicación será castigado en este mundo y en el Otro aún si se arrepiente. La evidencia citada arriba prueba que esta idea es falsa. Más bien, Dios nos anima a arrepentirnos y nos recompensa por ello, y no nos castiga.
Por lo tanto no hay necesidad de tener miedo a tener hijos ni necesidad de permanecer acosado por la ansiedad.
Que le pidan a Dios tener hijos rectos, busquen la ayuda de Dios, y que hagan muchas buenas obras. Le pedimos a Dios que les ayude a realizar lo que a Él le complace.
Y Allah sabe más.