Alabado sea Dios.
La rememoración de Dios (dhíkr Allah) es uno de los más grandes actos de culto y de las mejores acciones, por medio de la cual uno puede acercarse a Él. Hay docenas de textos que hablan sobre sus virtudes, encomiendan y animan a recitarlas, tal como las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “¿No les informaré acaso de los mejores entre vuestros actos, los que más complacen a vuestro Soberano, aquellos que elevan vuestro estatus, y que son mejores que dar plata y oro, o enfrentar a vuestro enemigo y abatirlos, y ser abatidos por ellos?”. Ellos respondieron: “Sí”, y él dijo: “Rememorar a Dios (dhíkr), alabado sea”. Narrado por at-Tirmidhi (3373) e Ibn Mayah (3790); clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Tirmidhi.
La más perfecta rememoración de Dios es aquella en la que el corazón, la mente y la boca están concentradas, luego, aquella en que la mente está concentrada, y luego, aquella en la que lo está sólo la boca. En todos los casos, hay una recompensa, in sha Allah.
An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “La rememoración de Dios (dhíkr) debe estar en nuestra mente y corazón, o en la boca, pero la mejor es aquella en que se concentran todos los sentidos. Si se limita solamente a uno de ellos, entonces el corazón es mejor”. Fin de la cita de al-Adkár, p. 20.
Pero quienes entienden los asuntos espirituales han llamado la atención al hecho de que la rememoración de Dios que se limita a la pronunciación solamente, y no al corazón y la mente, es de poco valor y poco beneficio. Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Los tipos de rememoración de Dios pueden estar en el corazón, en la mente y en la boca algunas veces, lo cual es la mejor rememoración, pueden estar solamente en el corazón, o sólo en la mente, que sería el segundo nivel, sólo en la boca, lo cual sería el tercer nivel. La mejor rememoración es aquella en la que todas las funciones están concentradas, y la rememoración del corazón solamente es mejor que aquella que sólo se efectúa en la mente o en la lengua, porque la rememoración de Dios en el corazón incrementa el conocimiento, provoca amor, incrementa nuestra humildad ante Dios, nos acerca a Él, y nos previene de incumplir con los actos de culto o ser desatentos y negligentes con los pecados y malos actos. La rememoración de la lengua solamente no da ninguno de estos resultados y es de poco beneficio”. Fin de la cita de al-Wábil as-Sáieb min al-Kalim at-Táieb, p. 120. Ver también Madáriy as-Saalikín, 2/420.
Le pedimos a Dios que te haga uno de Sus servidores, quienes Le recuerdan y agradecen, y que te ayude a rememorarlo, agradecerle y adorarlo como merece.
Y Allah sabe más.