Alabado sea Dios.
En el Sagrado Corán y en las súplicas puede haber un alivio para todas las enfermedades, por la gracia de Dios. Hay abundante evidencia de eso, por ejemplo cuando Dios dijo (traducción del significado):
“Diles: Este Libro es guía y cura para los creyentes [para sus corazones y cuerpos si lo ponen en práctica]” (Fússilat, 41:44).
“Y revelamos el Corán como cura para los corazones y misericordia para los creyentes” (Al-Isrá', 17:82).
Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), cuando estaba sufriendo por alguna dolencia, antes de ir a dormir recitaba tres veces sobre sus manos los últimos tres versos del Sagrado Corán, y cada vez que lo hacía se frotaba el cuerpo con ellas hasta donde podía alcanzar, comenzando por su cabeza, rostro y pecho. Él hacía esto cada vez que iba a dormir, como se transmitió en un reporte de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella).
Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz