Alabado sea Dios.
Hay niveles variables con respecto a la condena de las malas acciones de los musulmanes. Algunos pueden lidiar con estas acciones malas con sus manos (tomando medidas al respecto) como el imaan o gobernante, o responsable; por ejemplo un padre con sus hijos, un esposo con su esposa; si la persona que está cometiendo el pecado no puede ser detenida de ningْn otro modo. Otras personas pueden lidiar con las malas acciones a través del consejo, enseٌando a otros, regaٌándolos, reprendiéndolos, o haciéndolos reflexionar de la mejor manera posible, sin tomar medidas ni usar la fuerza, para no provocar fitnah (tribulaciones) y generar caos. Otras personas sَlo pueden responder ante las malas acciones condenándolas en sus corazones porque no están en posiciَn de tomar medidas o siquiera expresar su opiniَn - y esto es lo más débil de la fe - El profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) lo explicَ en su hadiz:
“Quien vea una mala acciَn, debe tratar de cambiarla con sus manos (cambiándola con su accionar); y si no puede, que use su lengua (expresando su opiniَn); y si no puede, entonces con su corazَn (sintiendo que está mal), y ésta ْltima es la expresiَn más débil de la fe.”. [Narrado por Muslim en su libro Sahih]. Si la estadía de una persona en un entorno donde se está llevando a cabo una mala acciَn es más conveniente para satisfacer los intereses de la legislaciَn Islámica, y éstos son superiores que los resultados negativos, y no teme ser superado por la tentaciَn si se queda entre la gente que está cometiendo este pecado, y esta persona la denuncia con los medios que tiene a su alcance, esto está bien; de otro modo, debería abandonarlos para proteger su propio compromiso con la religiَn.