Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.No es permisible para tí seguir la opinión legal más fácil, más bien debes temer a Dios y no seguir tus deseos. Debes estar determinado a seguir la verdad aún cuando sea amarga para ti. Con respecto a los muftis (eruditos que emiten fatwas), debes observar dos aspectos importantes:
1) Su temor y conciencia de Dios (taqwa), y su conocimiento.
Estos dos asuntos son esenciales para un mufti. Ellos son como las alas de un pájaro; la una no funciona sin la otra. Si ves signos visibles de rectitud en un mufti, y puedes ver lo suficiente de su conciencia de Dios y piedad para hacerte sentir seguro de que no está guiado por caprichos ni deseos, ni habla de Allah sin conocimiento, o que vaya a decir algo contrario a las evidencias (dalil), entonces ten cuidado del segundo aspecto. Si le sumamos lo que puedas ver de su conocimiento de la evidencia legal y de su entendimiento, esto te hará sentir confianza en sus opiniones. Si encuentras a otro como él o cercano en conocimiento y temor de Dios, pero te da una opinión diferente, entonces debes buscar algo que te haga sentir que la verdad sobre el asunto está con uno de ellos, tal como cuando uno de ellos menciona y refuta los argumentos del otro.
Un mufti es como un doctor. ¿No has notado que algunos doctores son más confiables y experimentados que otros? ¿No te sientes más confortable con uno de los dos, porque ves que comprende mejor tu problema y te da un mejor diagnóstico, y entonces escucha tus quejas cuidadosamente y te hace un montón de preguntas acerca de tu enfermedad?
Mientras que puedes ver a otro doctor que te pone en tal aprieto, al tomar una decisión que te hace quejarte de él, y te da una medicina que no tiene nada que ver con tu enfermedad. Tal como intentas duramente elegir entre el doctor correcto para tratar tu cuerpo, así debes esforzarte para encontrar el mufti correcto, aquel cuyas opiniones creas que te ayudarán a mantener en buena forma tus compromisos religiosos, aún si su respuesta es amarga para ti.