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¿Qué es el Barzaj? ¿Podría brindar una explicación detallada? ¿Podría especificar los tipos de castigos en el Barzaj y las causas de los pecados que los provocan?
1. Al Barzaj es el intervalo que transcurre entre el fallecimiento de un individuo y su resurrección en el Día del Juicio Final.
2. Quien muera como musulmán, obedeciendo a Al-lah, gozará de bendiciones; mientras que aquel que fallezca como incrédulo, desobedeciendo a Al-lah, será castigado.
3. Los castigos son diferentes dependiendo de los pecados cometidos. Por favor, consulte la respuesta brindada a continuación para obtener más información.
Alabado sea Dios.
Al Barzaj es el intervalo que transcurre entre el fallecimiento de un individuo y su resurrección en el Día del Juicio Final. Aquel que fallezca como musulmán, obedeciendo a Al-lah, gozará de bendiciones , mientras que aquel que fallezca como incrédulo, desobedeciendo a Al-lah, será castigado. Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {[En la tumba] el fuego los alcanzará por la mañana y por la tarde, pero el día que llegue la Hora [del Juicio, se les ordenará a los ángeles:] “Arreen al Faraón y sus seguidores al castigo más severo”} [Corán 40:46].
Los castigos varían según los pecados cometidos. Un hadiz fue narrado en Sahih Al Bujari que describe los tormentos del Barzaj que sufrirán algunos de los que cometieron pecados mayores.
Samurah Ibn Yundub (que Al-lah esté complacido con él) narró que el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) solía preguntar a menudo a sus Compañeros: “¿Alguno de ustedes ha tenido un sueño?”. Y los sueños le eran descritos por aquellos que Al-lah quería que hablaran. Una mañana, el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Anoche, dos personas vinieron a verme (en sueños), me despertaron y me dijeron: ‘¡Vamos!’. Los acompañé y marchamos hasta encontrar a un hombre que yacía sobre su espalda, con otro hombre que se encontraba parado junto a él, sosteniendo una gran piedra. Él la arrojó sobre la cabeza del otro hombre, rompiéndosela. La piedra rodó, y el que la había arrojado la siguió y la levantó. Entonces, regresó hacia donde estaba el otro hombre, su cabeza había vuelto al estado anterior. Luego él (el que había arrojado la piedra) hizo lo mismo. Le dije a mis dos compañeros: ‘¡Subhan Al-lah! ¿Quiénes son estas dos personas?’. Dijeron: ‘¡Avanza!”. Entonces, seguimos hasta llegar a un hombre que estaba tumbado boca arriba, con otro hombre de pie sobre él, sosteniendo un gancho de hierro. Puso el gancho en la boca del hombre y le arrancó ese lado de la cara hasta la nuca (del cuello), y le arrancó la nariz y el ojo de delante hacia atrás de forma similar. Luego se volvió hacia el otro lado de la cara del hombre e hizo lo mismo. Apenas hubo terminado con el segundo lado, el primero volvió a su estado anterior, entonces regresó e hizo lo mismo otra vez. Dije a mis dos compañeros: ‘¡Subhan Al-lah! ¿Quiénes son estas dos personas?’. Dijeron: ‘¡Avanza!’. Entonces seguimos hasta llegar a algo parecido a un tannur (una especie de horno, revestido de arcilla, que suele usarse para hornear pan)”. —Creo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo que en ese horno había mucho ruido y voces—. El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah desciendan sobre él) añadió: “Miramos dentro y vimos hombres y mujeres desnudos. Una llama de fuego los alcanzaba desde abajo y, cuando los alcanzaba, gritaban fuertemente. Les pregunté: ‘¿Quiénes son?’, me dijeron: ‘¡Avanza!’. Entonces seguimos hasta llegar a un río —creo que dijo, rojo como la sangre—. En el río había un hombre nadando, y en la orilla otro que había recogido muchas piedras. Mientras el nadador nadaba, el hombre que había recogido las piedras se le acercó. El nadador abrió la boca y el hombre de la orilla le arrojó una piedra, y el nadador siguió nadando. Cada vez que volvía, abría de nuevo la boca y el hombre de la orilla le arrojaba otra piedra en la boca. Dije a mis dos compañeros: ‘¿Quiénes son estas dos personas?’, me respondieron: ‘¡Avanza!’.
Entonces seguimos hasta llegar a un hombre que tenía el aspecto más repulsivo que se pueda imaginar. A su lado había una hoguera que estaba encendiendo y corría a su alrededor. Pregunté a mis compañeros: ‘¿Quién es este?. Me respondieron: ‘¡Avanza!’. Entonces seguimos hasta llegar a un jardín de densa vegetación y un verde intenso, con todo tipo de colores primaverales. En medio de este jardín había un hombre muy alto, cuya cabeza apenas podía ver debido a su gran altura. A su alrededor había un gran número de niños, como nunca había visto. Pregunté a mis compañeros: ‘¿Quién es este hombre y quiénes son estos niños?’. Dijeron: ‘¡Avanza!’. Entonces seguimos hasta llegar a un jardín enorme, más grande y mejor que ninguno que yo haya visto jamás. Mis dos compañeros me dijeron: ‘Sube’. Subimos hasta llegar a una ciudad construida con ladrillos de oro y plata. Fuimos a la puerta y pedimos que la abrieran. Se abrió y entramos en la ciudad, encontramos gente cuya mitad tenía la mejor apariencia que se haya visto y su otra mitad tenía la más fea apariencia que se haya visto. Los dos visitantes les dijeron: ‘Vayan y sumérjanse en ese río’. Se sumergieron en el río y retornaron a nosotros; la parte fea había desaparecido y tenían la más hermosa apariencia. (Los dos visitantes) me dijeron: ‘Este es el jardín de ‘Adn (el Edén) y aquella será tu morada. Miré hacia arriba y vi un palacio como una nube blanca. Me dijeron: ‘Ese es tu lugar’. Les dije: ‘Que Al-lah los bendiga, déjenme entrar’. Me dijeron: ‘Por ahora no entrarás en él, pero lo harás (algún día)’.
Les dije: ‘He visto muchos sucesos sorprendentes esta noche. ¿Qué significan todas esas cosas que he visto?’. Ellos respondieron: ‘Te lo informaremos. El primer hombre con el que te encontraste, cuya cabeza estaba siendo aplastada con la roca, es el hombre que estudia el Corán y luego no lo recita ni lo pone en práctica, y se va a dormir, descuidando las oraciones obligatorias. El hombre con el que te cruzaste cuya boca, nariz y orejas estaban siendo desgarradas de adelante hacia atrás, es el hombre que sale de su casa por la mañana y dice una mentira tan grave que se extiende por todo el mundo. Los hombres y mujeres desnudos que viste en la estructura que parecía un horno son los adúlteros y adúlteras. El hombre que viste nadando en el río con piedras que le arrojaban a la boca es el que se beneficiaba de la riba (usura, interés).
El hombre de aspecto feo que viste encendiendo un fuego y caminando alrededor de él era Malik, el guardián del Infierno. El hombre alto que visteis en el jardín era Ibrahim, y los niños que le rodeaban eran los niños que murieron (jóvenes) en estado de fitrah (estado natural de la humanidad, es decir, el Islam)’”. – Algunos musulmanes preguntaron: “Oh, Mensajero de Al-lah, ¿qué hay de los hijos de los idólatras?”. Dijo: “los hijos de los mushrikin también. En cuanto a las personas que eran mitad bonitos y mitad feos, eran aquellos que habían mezclado las buenas acciones con las malas, pero Al-lah los perdonó”(Bujari, 7047).
Para más información sobre las cuestiones relacionadas con la vida después de la muerte, consulte estas respuestas: 10403 , 9381 y 45325 .
Y Al-lah sabe más.