Alabado sea Dios.
Disciplinar a los hijos es deber de los padres
Criar y educar a los hijos es uno de los deberes de los padres. Al-lah lo ha ordenado en el Corán, y el Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) también lo ordenó. Al-lah dice (lo que en español se interpreta así): {¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno], cuyo combustible serán los seres humanos y las piedras, y en el que habrá ángeles rigurosos y severos que no desobedecen a Al-lah en lo que Él les ordena, sino que ejecutan Sus órdenes} [Corán 66:6].
El Imam At-Tabari dijo, comentando este versículo: "Aquí, Al-lah está diciendo: ‘Oh, creyentes en Al-lah y en Su Mensajero, protéjanse, enséñense mutuamente lo que protegerá a quienes lo hagan del Fuego y lo alejará de ellos, si se hace en obediencia a Al-lah; y obedezcan a Al-lah’. La frase ‘y a sus familias del Fuego [del Infierno]’ significa, y enseñen a sus familias a realizar actos de obediencia a Al-lah para que puedan protegerse del Fuego" (Tafsir At-Tabari, 18/165).
Al Qurtubi dijo: "Muqatil dijo: Este es un deber para consigo mismo, con sus hijos, con su familia y con sus esclavos y esclavas". Ilkia dijo: “Tenemos que enseñar a nuestros hijos y familias el compromiso religioso y la bondad, y de lo que no pueden prescindir de la buena educación. Esto es lo que dice Al-lah (que en español se interpreta así): {Ordena a tu familia practicar la oración prescrita y sé constante en su cumplimiento…} [Corán 20:132].
Y Al-lah dijo al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) (lo que en español se interpreta así): {Advierte a tus familiares cercanos} [Corán 26:214].
El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "Y enséñales (a los niños) a rezar cuando tengan siete años" (Tafsir Al-Qurtubi, 18/196).
El musulmán —cualquier musulmán— es un da'iah (predicador) que llama a la gente hacia Al-lah, por lo que las primeras personas a las que llame deben ser sus hijos y familiares cercanos. Cuando Al-lah ordenó a Su Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) que predicara a la gente, dijo (lo que en español se interpreta así): {Advierte a tus familiares cercanos} [Corán 26:214], porque son las primeras personas a las que se debe hacer el bien y mostrar misericordia.
El Mensajero (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dio a los padres la responsabilidad de criar a sus hijos y lo hizo obligatorio para ellos.
Se narró que 'Abdal-lah Ibn 'Umar dijo: “Escuché al Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decir: ‘Cada uno de vosotros es un pastor y cada uno es responsable de su rebaño. El gobernante es un pastor y es responsable de su rebaño. El hombre es el pastor de su familia y es responsable de su rebaño. La mujer es la pastora de la casa de su marido y es responsable de su rebaño. Un siervo es el pastor de la riqueza de su amo y es responsable de su rebaño’… Y creo que dijo: ‘Un hombre es el pastor de la riqueza de su padre y es responsable de su rebaño. Cada uno de vosotros es pastor y es responsable de su rebaño’" (narrado por Al Bujari, 583; Muslim, 1829).
Cómo disciplinar a los niños
Parte de su deber es educarlos desde pequeños en el amor a Al-lah y a Su Mensajero, y en las enseñanzas del Islam. Debe enseñarles que Al-lah tiene un Paraíso y un Infierno; que Su Infierno es abrazador y su combustible son seres humanos y piedras. La siguiente historia contiene una lección importante.
Ibn Al Yawzi dijo: "Había un rey que tenía mucha riqueza, y solo tenía una hija. La quería mucho y le permitía disfrutar de todo tipo de diversiones. Esto duró mucho tiempo. Junto al rey vivía un devoto adorador, y mientras recitaba una noche, levantó la voz diciendo: {¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno], cuyo combustible serán los seres humanos y las piedras…} [Corán 66:6].
La muchacha oyó su recitación y dijo a sus sirvientes: ‘¡Para!’; pero no se detuvo. El adorador empezó a repetir el versículo, y la muchacha siguió diciéndoles que parara, pero no se detuvo. Ella se llevó las manos al cuello y se rasgó las vestiduras. Los sirvientes fueron a ver a su padre y le contaron la historia. Él se acercó a ella y le dijo: ‘Querida, ¿qué te ha pasado? ¿Qué te ha hecho llorar?’, y la abrazó. Ella dijo: ‘Te pido, por Al-lah, oh, padre mío, que me digas, ¿tiene Al-lah un Fuego cuyo combustible son los hombres y las piedras?’. Él respondió: ‘Sí’. Ella le preguntó: ‘¿Por qué no me lo habías dicho? Por Al-lah que no comeré nada bueno ni dormiré en ningún lecho blando hasta que sepa si mi morada estará en el Paraíso o en el Infierno’" (Safwat As-Safwah, 4/437-438).
Tiene que mantenerlos alejados de los lugares de inmoralidad y extravío; no deje que crezcan viendo las cosas malas de la televisión, etc., para después esperar que sean justos, pues quien siembra espinos no puede cosechar uvas. Esto debe hacerse cuando son jóvenes, para que sea fácil para ellos cuando crezcan y se acostumbren a ello, y será fácil para usted decirles qué hacer y qué no hacer, y será fácil para ellos obedecer.
Se narró que Abu Hurairah (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Enseñen a sus hijos a rezar cuando tengan siete años, y repréndanlos (levemente) si no lo hacen cuando tengan diez, y sepárenlos en sus camas" (narrado por Abu Dawud, 495; clasificado como sahih (auténtico) por el Sheij Al Albani en Sahih Al Yami', 5868).
Pero el educador debe ser misericordioso, indulgente, apacible y accesible, no grosero ni desaliñado, debe hablar con buenas maneras, sin insultos, reprimendas severas ni golpes, a menos que el niño sea de los que desobedecen adrede y rechazan las órdenes de sus padres, descuidan sus deberes y hacen cosas haram (no permitidas); en ese caso es mejor usar medidas más severas con él, sin causarle daño.
Al Minawi dijo: "Que un padre discipline a su hijo cuando llega a la edad del discernimiento significa que debe educarlo con las características de los creyentes virtuosos y protegerlo de mezclarse con los malhechores; debe enseñarle el Corán, los buenos modales y la lengua de los árabes, hacerle oír la Sunnah y los dichos de los Salaf, y enseñarle las normas religiosas de las que no puede prescindir. Debe advertirle y, si no quiere rezar, darle una bofetada (leve), etc. Eso será mejor para el (padre) que dar un sa' (medida de comida) en caridad, porque si le enseña correctamente, sus acciones se contarán como caridad continua, mientras que la recompensa por un sa' de caridad es limitada... La disciplina es el alimento del alma y su entrenamiento para el Más Allá.
{¡Oh, creyentes! Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego [del Infierno]…} [Corán 66:6].
{Protéjanse a sí mismos y a sus familias del Fuego} significa recordarles el Infierno. La disciplina incluye predicar, advertir, amenazar, dar una palmada (ligeramente, si es necesario), detener, dar y ser amable. Disciplinar a quien es bueno y noble es diferente de disciplinar a quien es difícil y actúa con saña" (Faid Al Qadir, 5/257).
La palmada (leve) es un medio de corregir al niño; no es algo que se desee en sí mismo, sino que se recurre a ello si el niño es testarudo y desobediente.
Existe un sistema de castigo en el Islam, y hay muchos castigos, como los hudud por adulterio, robo, calumnia, etc. Todos ellos se prescriben para enderezar a la gente y poner fin a su maldad.
El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) aconsejó a los padres que disuadieran a sus hijos de hacer el mal.
Se narró de Ibn 'Abbas que el Mensajero de Al-lah (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "Cuelga tu látigo donde los miembros de la casa puedan verlo, pues eso los disciplinará" (narrado por At-Tabarani, 10/248; su isnad fue clasificado como hasan por Al Haizami en Mayma' Az-Zawaid, 8/106. Al Albani dijo en Sahih Al Yami', 4022, que es hasan).
Así pues, la educación de los hijos debe ser un equilibrio entre el estímulo y la advertencia. El elemento más importante de todos es hacer que el entorno en el que viven los niños sea bueno, proporcionándoles los medios por los que puedan ser guiados; esto significa que sus educadores deben estar comprometidos religiosamente, sobre todo sus padres.
Una de las formas en que un padre puede educar a sus hijos con éxito es utilizar un reproductor audio donde pueda escuchar enseñanzas, recitaciones del Corán, jutbas (sermones) y lecciones de los eruditos, pues hay muchas disponibles.
Libros sobre educación de los hijos en el Islam
En cuanto a los libros por los que ha preguntado, que tratan sobre la crianza de los hijos, le recomendamos los siguientes:
- Tarbiat al atfal fi rihab al Islam, de Muhammad Hamid An-Nasir y Jawlah 'Abdul Qadir Darwish.
- Kaifa iurabbi al muslim waladahu, de Muhammad Sa'id Al Mawlawi.
- Tarbiat al abna fil Islam, de Muhammad Jamil Zayno.
- Kaifa nurabbi atfalana, de Mahmud Mahdi Al Istanbuli.
- Mas-uliat al-ab al muslim fi tarbiat al walad, por 'Adnan Ba Hariz.
Y Al-lah sabe más.