Martes 2 Yumada az Zaniah 1446 - 3 Diciembre 2024
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Normas de conducta del buscador de conocimiento islámico

Pregunta

Dios me ha bendecido convirtiéndome en un buscador del conocimiento islámico. ¿Cuáles son las normas de conducta que usted me aconseja seguir?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

Hay unas ciertas normas de conducta para el buscador del conocimiento islámico, que es apropiado seguir. Te daremos algunos consejos, quiera Dios beneficiarte a través de ellos.

1 – Paciencia

Querido hermano, la búsqueda del conocimiento en general es una de las más grandes empresas que el ser humano pueda emprender, y estas alturas no pueden ser escaladas excepto por el esfuerzo y la perseverancia. Abu Tamám escribió para sí mismo:

“Escalaré las alturas que no pueden ser alcanzadas, porque alcanzar las alturas es difícil, mientras que las bajezas son fáciles. Uno quiere escalar las alturas sin esfuerzo, pero la miel no puede reunirse sin aguijones de abejas”.

Otro poeta escribió:

“Buscas la gloria, y aquellos que buscan alcanzar la gloria,

Se esfuerzan hasta su máximo y se arremangan para ese propósito,

Se esfuerzan duro, pero muchos se agotan,

Sólo aquellos que tienen paciencia y perseverancia alcanzan las alturas de la gloria que desean.

No pienses que alcanzar la gloria es fácil como comer dátiles,

No podrás alcanzarla hasta que tragues la más amarga de las medicinas”.

Entonces, sé paciente y perseverante. Si la lucha contra un invasor demanda días de paciencia, la lucha contra nuestra ignorancia requiere toda nuestra vida. Dios dijo (traducción del significado):

“¡Oh, creyentes! Tened paciencia, sed perseverantes, proteged vuestro territorio de los enemigos y temed a Allah para que tengáis éxito” (Aal ‘Imrán, 3:200).

2 – Pureza de intención al actuar

Adherirse a la pureza de intención en lo que hagas. Que tu objetivo último sea encontrar el Rostro de Creador (es decir, anhelar conocerlo y ganar su complacencia) aquí y en el Más Allá. Ten cuidado de presumir y de la autoadmiración, de pensarte superior a los demás o de cualquier cosa que pueda enturbiar la humildad de tu carácter. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien busca el conocimiento para competir con los eruditos o probarse a sí mismo que es superior al ignorante, o para llamar la atención, Dios hará que ingrese al Fuego del Infierno”. Narrado por an-Nasá'i, 2654. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá'i.

En resumen, debes mantener la pureza de tu intención tanto interna como externamente, evitando los defectos de la personalidad, y preservándola de los pecados.

3 – Actuar conforme a lo que sabes

Actuar de acuerdo al conocimiento que adquieres es el fruto del conocimiento. Quien tiene conocimiento pero no actúa de acuerdo a él es como los hipócritas, a quienes Dios comparó con las peores cosas en Su Libro, cuando dijo (traducción del significado):

“Aquellos a quienes les fue confiado la Torá pero no la pusieron en práctica se asemejan al asno que lleva una gran carga de libros. ¡Qué pésimo es el ejemplo de aquellos que desmienten los signos de Allah! Ciertamente Allah no guía a los inicuos” (Al-Yumu’ah, 62:5).

Y quien actúa sin conocimiento es como los ingenuos y extraviados, mencionados en el capítulo Al-Fátihah. Con respecto a los libros que te aconsejamos estudiar, están mencionados en la respuesta a la pregunta No. 20191, por favor consúltala.

4 – Recordar que Dios siempre está observándote

Debes estar siempre consciente de que Dios está observándote, tanto en privado como en público. Tu actitud hacia tu Señor estar siempre en equilibrio entre el temor a Su castigo y la esperanza en Su misericordia, porque estas son las dos alas del musulmán en su camino. Vuélvete a Dios siempre con el corazón abierto, y deja que tu corazón se llene de amor por Él, y que tu lengua esté siempre mencionando Su recuerdo. Aprende a estar conforme y contento con las normas contenidas en Su revelación, porque son de la más alta sabiduría.

Siempre invoca a Dios en cada postración, pidiéndole que te bendiga y que te conceda el conocimiento beneficioso, porque si eres sincero hacia Dios, Él te apoyará y te ayudará, y hará que alcances el nivel de conocimiento de los eruditos rectos y piadosos.

5 – Aprovecha tu tiempo lo mejor posible

Aprovecha lo mejor posible durante tu juventud y durante tu vida entera el tiempo que tienes para aprender. No te dejes engañar por la pereza, la postergación y los pensamientos optimistas acerca del futuro. Cada hora de tu vida que pasa no puede ser recuperada. Haz a un lado las distracciones y obstáculos que te impidan hacer tu mejor esfuerzo para alcanzar el conocimiento. Por eso los rectos sucesores del Profeta animaron a los buscadores de conocimiento a desapegarse de la familia progenitoria y de la tierra natal, porque cuando una persona es distraída por su entorno no será capaz de entender los fenómenos del conocimiento. Dios no ha dado al ser humano dos corazones, y similarmente se dice que Dios no nos dará una parte del conocimiento hasta que le entreguemos nuestra vida entera.

6 – Se cauteloso

Ten cuidado de dejarte cautivar y ocuparte de las polémicas entre los eruditos o de la gente en general, porque esto lleva a la confusión. Ten mucho cuidado de caer en los grupos que se dedican a catalogar a los demás y criticar sin cesar. En lugar de eso, conságrate al libro que estás leyendo o al tópico que estás estudiando hasta que seas competente en él. Ten cuidado con dejar los libros a medio leer y sin terminar, porque esto es un signo de aburrimiento y de fracaso en la búsqueda del conocimiento. Debes concentrarte en cada rama del conocimiento, en orden de relevancia.

7 – Precisión y concentración

Esfuérzate en verificar lo que quieres memorizar para que estés seguro de que lo que has memorizado es correcto, ya sea aprendido de una persona o de un libro. Luego memorízalo apropiadamente y si es necesario continúa repitiéndolo y repasándolo regularmente, en momentos determinados del día, para asegurarte de que lo recuerdas correctamente.

8 – Estudiar los libros

Luego de que hayas memorizado el resumen de los libros de tu interés y leído sus comentarios, y que te hayas sacado las dudas acerca de cualquier pasaje ambiguo o difícil de entender, especialmente sobre puntos importantes, entonces puedes continuar leyendo explicaciones más detalladas, siempre revisando lo que has aprendido y señalando lo más importante, las diferencias sutiles que atañen a tópicos importantes, los detalles más exóticos, la solución a determinados problemas y las diferencias entre normas similares, en todas las ramas del conocimiento. No pienses que algo que has aprendido y algún principio básico que has comprendido es poco útil, por el contrario, anótalo y memorízalo.

Que tu interés en la búsqueda del conocimiento sea superlativo. No te contentes con aprender sólo un poco, aprende a tener curiosidad y sed de conocimiento. No te conformes con saber sólo un poco del legado de los profetas (que la paz y las bendiciones de Allah sean con ellos), y no te demores innecesariamente en aprender algo. Piensa que si aprendes eso ahora mañana podrás aprender otra cosa que requiere conocer eso previamente.

Aprovecha tu tiempo tanto como puedas, cuando tengas tiempo libre y cuando puedas alternar con tus obligaciones y responsabilidades. Aprovecha tu juventud cuando tu mente está despierta y tienes menos obligaciones, antes de que las responsabilidades de la vida te impidan dedicarle más tiempo a la investigación.

Intenta conseguir tanto material de aprendizaje como puedas, porque son las herramientas del conocimiento y serán un tesoro para ti. Pero no acumules cosas innecesarias sin llegar a beneficiarte de ellas, más bien aprovecha lo que has conseguido tanto como puedas.

9 – Escoge buenos compañeros

Esfuérzate en escoger amigos honrados que les interese aprender y estén preocupados con la búsqueda del conocimiento, que sean disciplinados, que te puedan ayudar a lograr tus objetivos, a compartir lo que ya has aprendido, animarte a buscar más conocimiento y a no sentirte cansado y aburrido. Amigos que estén comprometidos con su religión, confiables y de buen carácter, sinceros hacia Dios y que no busquen sólo diversión y pasatiempos. Ver: Tadkirat as-Sámi’, por Ibn Yamá’ah.

Ten cuidado de las malas compañías, porque pueden ser una influencia negativa. Las personas somos como los pájaros, son arrastradas por los grupos y tienden a parecerse unas a otras. Entonces, ten cuidado de mezclarte con gente con malos modales, porque eso puede convertirse en una enfermedad para tu búsqueda y tu práctica de la religión.

10 – Finalmente, ten buenos modales hacia toda la gente y sé agradecido con tus maestros y guías.

El conocimiento no es obtenido sólo de los libros. Es altamente recomendable que aprendas de quienes te precedieron en esta búsqueda, que puedan guiarte y corregirte tus errores. Entonces, sé agradecido con ellos, esta es una clave importante para el éxito en el aprendizaje. Debes respetarlos, debatir con gentileza con ellos y honrar su dedicación hacia ti. Esfuérzate al hacer tus preguntas y escucha con atención y paciencia las respuestas, y no los interrumpas. No los presiones tampoco a darte una respuesta si ves que necesita meditar antes de contestarte debidamente, evita las preguntas ociosas y el hacer demasiadas preguntas. Sé gentil cuando debas expresar tus puntos de vista y no seas desafiante ni intentes competir. Guárdate de presumir o de adoptar una actitud jactanciosa al dirigirte a ellos. No los llames de otra forma diferente a la que prefieren ser llamados, porque eso puede incomodarlos. 

Si piensas que uno de ellos ha cometido un error, sé prudente al mencionárselo y no ofendas su orgullo, porque puedes privarte de su conocimiento. Nadie está completamente libre de errores, y los errores no son un motivo para avergonzarse ni para reclamar alguna clase de victoria o superioridad sobre los otros. Ver: Hilita Tálib al-‘Ilm, por el Shéij Bákr Abu Zaid.

Le pedimos a Dios que te haga fuerte y firme en el camino del conocimiento, y que nos deje ver el día en que te conviertas en uno de los eruditos de los musulmanes y un guía para los demás. Amín. Esperamos encontrarnos pronto, y que la paz sea contigo.

Origen: Sheij Muhammad Salih Al-Munajjid