Alabado sea Dios.
Las condiciones dictan que la persona cuyo nombre está escrito en un contrato es el titular, y si este es el caso entonces tú eres el titular y debes cumplir el contrato, porque Dios nos ha encomendado cumplir todos los compromisos. Dios dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! Cumplan sus obligaciones…” (al-Má'idah, 5:1).
Entonces debes pagarle el dinero debido a esta compañía con la que hiciste el contrato, y como resultado de este contrato. Y no es permisible para ti evadir esta responsabilidad.
Entonces si le permitiste a esta persona beneficiarse de ello con el acuerdo de que él pagaría las cuotas, puedes pedirle estas cuotas tú mismo.
Y Allah sabe más.