Alabado sea Dios.
Uno de los mayores actos ante Dios, glorificado y exaltado sea, uno de los más queridos para El Misericordioso, y uno de los más altos en honor es mostrando bondad ante los débiles y enfermos, cuidándolos.
Se narró de Ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El musulmán es hermano de sus compañeros musulmanes; no lo maltrata ni lo abandona. Aquel que satisface las necesidades de su hermano, Dios cubrirá sus necesidades. Quien evita la angustia de un musulmán, Dios lo relevará de angustia a él en el Día de la Resurrección”. Narrado por Al-Bujari (2442) y Muslim (2580).
Se narró de Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien quita una penuria mundana del creyente, Dios eliminará una de sus dificultades en el Día de la Resurrección. Quien otorga tregua (al deudor) que está en dificultades, Dios le otorgará ayuda en este mundo y en el Más Allá. Quien oculta (la culpa de) un musulmán en este mundo, Dios le ocultará (sus defectos) en este mundo y en el Más Allá. Dios ayudará a una persona que está ayudando a su hermano”. Narrado por Muslim (2699).
Quien se queda con el
enfermo, se encarga de él y lo cuida ha hecho bien al servirle y cuidarlo.
Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Y contribuid por la causa de Allah y no os autodestruyáis, y haced el
bien; ciertamente Allah ama a los benefactores” (Al-Báqarah, 2:195).
Ayudar a quien está enfermo y servirle son actos de caridad. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ayudar a un hombre en su montura o levantar su equipaje sobre la misma, es una obra de caridad”. Narrado por Muslim (1009).
Lo mismo se aplica a ayudar a una persona cargándolo, ayudándole a caminar o a dormir, o darle tratamiento.
Se narró de Ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) que un hombre fue a ver al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: “Oh, Mensajero de Dios, ¿cuál persona es más querida por Dios? ¿Y qué acciones son más queridas por Él?” El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Las acciones más queridas por Dios, glorificado y exaltado sea, son llevarle alegría a un creyente, aliviar su angustia, pagar deudas por él o disipar su hambre. Y caminar con un hermano para satisfacer sus necesidades es más querido para mí que observar el retiro espiritual en esta mezquita (la mezquita de Medina) durante un mes. Los más queridos por Dios entre la gente son quienes hacen el mayor beneficio a las personas”. Narrado por At-Tabarani, 12/453; clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahih at-Targíb, 955.
Cuando la hija del Mensajero de Dios (que Dios esté complacido con ella) se enfermó, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) instruyó a su marido, ‘Uzmán Ibn ‘Affán (que Dios esté complacido con él) para que se quede con ella y la cuide, y que no vaya a la batalla de Badr. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: "Tendrás una recompensa y parte (del botín) de un hombre que estuvo presente en Badr". Narrado por Al-Bujari, 4066.
Quien se encargue de una persona enferma debe tener paciencia debido a las dificultades que encontrará al quedar despierto por las noches, mirándolo y cuidándolo. Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Por cierto que la retribución para quienes sean pacientes y perseverantes será ilimitada” (Az-Zumar, 39:10).
También es esencial la compasión. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “A aquellos que muestren misericordia, El Misericordioso les mostrará Su piedad. Muestren misericordia a aquellos que están en la tierra y El Único que está en el cielo les mostrará Su compasión”. Narrado por Abu Dawud (4941) y At-Tirmidi (1924); clasificado como auténtico por Al-Albani en Sahih Abi Dawud.
Ibn Abi ad-Dunia narró
en Qada’ al-Hawá’ich que Al-Hasan al-Basri dijo: “Satisfacer las necesidades
de un musulmán es más querido para mí que rezar mil módulos de oración”.
Ibn Rajab dijo en Latá’if al-Ma’árif (232):
“Muchos de los musulmanes de las primeras generaciones solían recomendar a sus compañeros de viaje que debían servir, tratando de adquirir recompensa de esa forma. Entre ellos se encontraban 'Ámir Ibn 'Abd Qais y 'Amr Ibn 'Utbah Ibn Farqad. Esto sumado a su propio esfuerzo en la adoración. Similarmente, Ibrahím Ibn Adhám estipulaba a sus compañeros de viaje que él debía servirles y dar el llamado a la oración. Uno de los piadosos acompañaba a sus hermanos en los viajes para luchar en el camino de Dios, y estipulaba que estaba al servicio de ellos. Si veía a un hombre que quería lavar su ropa, le decía: “Esto es parte de lo estipulado”, y entonces lo lavaba él. Y cuando veía a un hombre que quería lavar su cabeza le decía: “Esto es parte de lo que estipulé”, y entonces lo hacía él mismo. Cuando murió, miraron sus manos y vieron escrito en ellas las palabras, "Uno de los habitantes del Paraíso". Miraron más de cerca y vieron que fue escrito entre la piel y la carne”. Fin de la cita.
Felicitaciones a aquel a quien Dios permite extender una mano en ayuda a los débiles, enfermos y necesitados; felicitaciones a quien pasa su vida y su tiempo haciendo actos de bondad. Esperamos que Dios le otorgue misericordia y perdón y esté complacido con él.
Y Allah sabe más.