Viernes 28 Ramadán 1446 - 28 Marzo 2025
Español

Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él)

Pregunta

¿Podría usted darme algunos breves detalles acerca de la vida del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él)?

Resumen de la respuesta

El Profeta Muhammad nació en La Meca en “el año del elefante”. Su padre murió antes de que él naciera y, cuando nació, fue cuidado por Halima As-Sa'dia. Cuando tenía seis años, visitó a sus tíos maternos en Medina con su madre, Amina Bint Wahb. En el camino de regreso a La Meca, su madre murió en Al Abwa’. Para más información sobre la vida del Profeta Muhammad, vea la respuesta detallada.

Alabado sea Dios.

¿Por qué envió Al-lah al Profeta Muhammad?

Habían surgido diferencias y disputas entre los Hijos de Israel. Ellos introdujeron alteraciones y cambios en sus creencias y leyes. Así, la verdad se había extinguido y la falsedad llegó a prevalecer, la opresión y el mal se extendieron y la gente necesitaba una religión que estableciera la verdad, destruyera al mal y guiara a la gente al camino recto; entonces, Al-lah envió a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), tal como Él dijo (lo que se interpreta así en español):

{No te he revelado el Libro [¡oh, Muhammad!] sino para que les aclares aquello sobre lo que discrepaban, como guía y misericordia para los creyentes} [Corán 16:64].

Al-lah envió a todos los profetas y mensajeros para convocar a la humanidad a adorar a Al-lah solamente, y traer a la gente de las tinieblas de la ignorancia a la luz de conocimiento. El primero de estos mensajeros fue Noé, y el último de ellos fue Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con todos ellos), como Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {Envié a cada nación un Mensajero [para que los exhortara a] adorar a Al-lah y a rechazar la idolatría. Algunos de los pueblos fueron guiados por Al-la, y a otros se les decretó el extravío. ¡Viajen por el mundo y observen cual fue el destino de quienes desmintieron [Mis signos]!} [Corán 16:36].

¿Es el Profeta Muhammad el último profeta?

 El último de los profetas y mensajeros fue Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), por lo tanto, no habrá otro profeta después de él, tal como Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {Muhammad no es el padre de ninguno de sus hombres, sino que es el Mensajero de Al-lah y el sello de los Profetas. Al-lah lo sabe todo} [Corán 33:40].

Cada profeta fue enviado exclusivamente a su propio pueblo, pero Al-lah envió a  Su Mensajero Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a toda la humanidad, como Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {No te envié [¡oh, Muhammad!] sino como anunciador de buenas nuevas y amonestador para todos los seres humanos. Pero la mayoría de la gente lo ignora} [Corán 34:28].

¿Por qué envió Al-lah el Corán?

Al-lah envió el Corán a Su Mensajero, para guiar a la gente y sacarles de la oscuridad a la luz, por la voluntad de su Señor. Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {Este es el Libro que te he revelado para que saques a la gente de las tinieblas a la luz con el permiso de tu Señor, y los guíes hacia el sendero de Al-lah, el Poderoso, el Loable} [Corán 14:1].

¿Cuándo nació el Profeta Muhammad?

El Mensajero de Al-lah, Muhammad Ibn ‘Abdal-lah Ibn ‘Abdul-Muttalib Al Hashimi Al Quraishi, nació en La Meca en “el año del elefante”, el año en que el ejército del elefante vino a La Meca para destruir la Ka’ba. Sin embargo, Al-lah los destruyó. Su padre falleció antes de que él naciera, y fue criado por Halima As-Sa’dia. Cuando tenía seis años, visitó a sus tíos maternos en Medina, con su madre Amina Bint Wahb. En el camino de vuelta a La Meca, su madre falleció, en Al Abwá', entonces su abuelo, ‘Abdul-Muttalib, se convirtió en su tutor. Pero ‘Abdul-Muttalib falleció cuando Muhammad tenía ocho años, así que su tío paterno, Abu Talib, se convirtió en su tutor. Cuidó de él, lo trató con gentileza y lo defendió por más de cuarenta años. Pero cuando Abu Talib falleció no había llegado a creer en la religión de Muhammad, para no ser reprochado por la gente de Quraish por abandonar la religión de sus antepasados.

¿Cuál era la profesión del Profeta Muhammad?

Cuando era joven, Muhammad solía pastorear ovejas para la gente de La Meca, y luego viajó a Siria para llevar a cabo unos negocios a nombre de Jadiya Bint Juwailid, e hizo buenas ganancias. Jadiya se quedó impresionada con su carácter, con su sinceridad y honestidad, entonces le propuso matrimonio. Se casaron cuando él tenía 25 años y ella cuarenta, y él no se casó con ninguna otra mujer hasta que ella falleció.

El carácter del Profeta Muhammad antes de la profecía

Al-lah hizo crecer a Muhammad en una buena forma y cuidó de él, de tal forma que él era el mejor de su gente en su actitud y en todo sentido, el más generoso, el más paciente, el más veraz y el más sincero, y su gente lo llamaba “Al Amín”, el confiable, a tal punto que los nobles de las tribus solían tomarlo como tesorero y confiarle pertenencias para que las resguardara.

Entonces tuvo una inclinación a la soledad, y solía pasar muchos días y noches solo en la cueva del monte Hira', adorando y rezando a Al-lah. Él detestaba a los ídolos, el alcohol y la promiscuidad, y nunca les prestó atención en su vida.

Cuando Muhammad alcanzó la edad de treinta y cinco años, tomó parte en la reconstrucción del Templo de la Ka’ba, que había sido destruido por una inundación. Surgió una disputa sobre quién tendría el honor de colocar la Piedra Negra en su lugar, y lo designaron como árbitro para resolver la disputa. Él mandó a pedir una vestimenta y les pidió a los jefes de cada tribu que sostuvieran la tela de cada extremo, de tal forma que todos tuvieran el honor de levantarla y, cuando llegaron al lugar, Muhammad mismo colocó la Piedra Negra en su sitio, puso más piedras y apisonó con un mortero alrededor de ella.

¿En qué creían las personas de Arabia antes del Islam?

La gente de la ignorancia preislámica solía tener algunas buenas características, como la generosidad, la lealtad y el coraje, y solían seguir algunas de las enseñanzas de la religión de Abrahán, tal como venerar el Templo de la Ka’ba y hacer la circunvalación alrededor de ella, realizar la peregrinación mayor y menor, y ofrecer sacrificios. Pero aparte de eso, solían tener muchos malos hábitos y tradiciones, tales como la fornicación, beber alcohol, practicar la usura, el infanticidio de sus hijas, la opresión y la adoración a los ídolos.

El primero en introducir cambios en la religión de Ibrahím y en convocar a la adoración de los ídolos fue ‘Amr Ibn Luhai Al Juza’i, quien llevó ídolos a La Meca y otros lugares, y convocó a la gente a adorarlos. Entre esos ídolos estaban Wudd, Suwá', Iaguz, Ia’uq y Nasra.

Más tarde, los árabes también adoraron otros ídolos, tales como Al Manat en un lugar llamado Qadid, y Al-Lat en At-Tá'if, Al ‘Úzza en Wadi Najla, Hubal dentro de la Ka’ba, y otros ídolos alrededor de ella, y otros más en sus hogares. La gente solía consultar a los adivinos y hechiceros para que juzgaran entre ellos.

¿Cuándo fue llamado el Profeta Muhammad a la profecía?

Cuando la idolatría y la corrupción se esparcieron por la sociedad, Al-lah envió a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), a la edad de cuarenta años, para que convocara a la gente a adorar a Al-lah solamente y abandonar el culto a los ídolos. La tribu de Quraish lo denunció por eso y le dijo: {¿Acaso pretende que en lugar de muchos ídolos adoremos a una sola divinidad? Eso es algo insólito"} [Corán 38:5].

Estos ídolos continuaron siendo adorados en lugar de Al-lah, hasta que Al-lah envió a Su Mensajero Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) con el mensaje de la Unicidad Absoluta de Al-lah (Tawhid). Así, llegó el tiempo en que él y sus compañeros (que Al-lah esté complacido con todos ellos) los quebraron y destruyeron, la verdad prevaleció y la falsedad se desvaneció: {Y di: "Ha triunfado la Verdad y se ha disipado la falsedad; la falsedad siempre se desvanece"} [Corán 17:81].

Relato de la primera revelación al Profeta Muhammad

La primera revelación que le fue enviada al Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) fue en la cueva del monte Hira', donde él solía retirarse para adorar a Al-lah, cuando Gabriel llegó a él y le ordenó leer. El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) le respondió: “Yo no sé leer”. Esto sucedió tres veces, hasta que Gabriel le dijo: {¡Lee! [¡oh, Muhammad!] En el nombre de tu Señor, Quien creó todas las cosas. Creó al hombre de una célula embrionaria. ¡Lee! Que tu Señor es el más Generoso} [Corán 96:1-3].

El Mensajero de Al-lah regresó a su casa, con su corazón latiendo con fuerza. Fue con su esposa Jadiya y le contó lo que le había sucedido, diciéndole: “Temo por mí”. Ella lo calmó y le dijo: “Por Al-lah, que Al-lah nunca te abandonará. Tú mantienes los lazos familiares, apoyas al débil, honras a tus huéspedes, das en caridad y ayudas cuando alguien es golpeado por una calamidad”. Entonces ella lo llevó con su primo Waraqa Ibn Nawfal, que era un cristiano conocedor de las escrituras. Cuando le contó lo que había sucedido, Waraqa le dio buenas noticias, y le dijo que lo que había visto era el Namus (Espíritu), que Al-lah había enviado a Moisés. Lo animó a ser paciente si su gente lo perseguía o lo expulsaba. Luego la revelación cesó por un tiempo, y el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se entristeció por eso. Un día, mientras estaba caminando, vio al ángel nuevamente, entre los cielos y la Tierra. Volvió a su casa y se envolvió en su manta. Entonces Al-lah reveló estas palabras (que se interpretan así en español): {¡Oh, tú [Muhammad] que te envuelves en un manto! Ponte de pie y advierte} [Corán 74:1-2].

Después de eso, las revelaciones llegaban una tras otra al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).

¿Cuáles fueron las etapas de la misión del Profeta Muhammad?

El Profeta se quedó en La Meca por trece años, convocando a la gente a adorar a Al-lah solamente, en secreto y abiertamente, cuando Al-lah le ordenó proclamar la verdad. Entonces él convocó a la gente con amabilidad, sin pelear. Convocó a su clan y parientes cercanos, y luego advirtió a su gente y a aquellos que estaban a su alrededor, luego a todos los árabes, y luego a la humanidad. Entonces Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {Divulga lo que se te ordena [públicamente] y no te preocupes por los idólatras} [Corán 15:94].

Solo unas pocas personas, gente rica, nobles, débiles, pobres, hombres y mujeres, creyeron en el Mensajero de Al-lah. Todos ellos fueron perseguidos por su fe, y algunos fueron torturados y asesinados. Algunos de ellos emigraron a Abisinia (Etiopía), huyendo de la persecución de la tribu de Quraish, y otros fueron perseguidos junto con el Mensajero de Al-lah, pero Al-lah hizo prevalecer Su religión.

Cuando el Profeta alcanzó la edad de cincuenta y hacía diez años que su misión había comenzado, su tío Abu Talib, quien lo había protegido de la persecución de los Quraish, falleció. Luego, su esposa Jadiya, quien había sido su consuelo, también falleció, y la persecución sobre su gente se intensificó. Fueron acosados y perseguidos con toda clase de tormentos, y él lo soportó con paciencia, buscando la recompensa de Al-lah. Que Al-lah bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhammad.

La visita del Profeta Muhammad a At-Ta’if

Cuando la persecución de Quraysh se hizo demasiado intensa, salió a al-Taif y llamó a su gente al Islam, pero no respondieron; en su lugar, lo insultaron y le arrojaron piedras, hasta que sus talones empezaron a sangrar. Volvió a La Meca y continuó llamando a su gente al Islam durante el Hayy y en otras ocasiones.

El Viaje Nocturno del Profeta Muhammad

Luego Al-lah tomó a Su Mensajero en el Viaje Nocturno, y lo llevó desde Al Masyid Al Haram (el Templo de la Ka’ba), en La Meca, hasta Al Masyid Al Aqsa, en Jerusalén, montado en Al Buraq (un caballo alado), y acompañado por Gabriel. Se detuvo y condujo a los profetas en la oración, y luego fue llevado desde la parte más baja del cielo, donde vio a Adán, con las almas de los bendecidos a su derecha y las almas de los condenados a su izquierda. Entonces fue llevado al segundo cielo, donde vio a Jesús y a Juan; luego al tercero, donde vio a José (Yusuf); luego al cuarto, donde vio a Idris; luego al quinto cielo, donde vio a Aarón; luego al sexto cielo, donde vio a Moisés; y luego al séptimo cielo, donde vio a Abrahán. Luego fue llevado a Sidratal-Muntaha (el Loto de la Linde), y su Señor le habló y le encomendó cincuenta oraciones para él y su comunidad, cada día y cada noche. Luego eso fue reducido a cinco oraciones, con una recompensa por cincuenta, y la oración fue confirmada como uno de los cinco pilares, para ser realizada cada día y noche, para la comunidad de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Regresó a La Meca antes de la aurora, y les contó lo que había sucedido; sus seguidores le creyeron, pero los incrédulos no.

{Glorificado sea Quien transportó a Su Siervo durante la noche, desde la mezquita sagrada a la mezquita lejana cuyos alrededores bendije, para mostrarle algunos de Mis signos. Él todo lo oye, todo lo ve} [Corán 17:1].

Algunas tribus aceptan el Islam

Entonces Al-lah envió a Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) gente que podía ayudarlo y apoyarlo. Durante la temporada de la peregrinación, se encontró con un grupo de la tribu de Jazray en Medina. Ellos abrazaron el Islam, volvieron a Medina y difundieron el Islam allí. El año siguiente, eran cerca de diez personas, a quienes el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se encontró, y cuando se fueron les envió a Mus’ab Ibn ‘Umair con ellos para enseñarles el Corán y el Islam. Mucha gente se convirtió al Islam a través de él, entre ellos los líderes de la tribu de Aws, Sa’d Ibn Muadh y Usaid Ibn Hudair.

El año siguiente, cuando la temporada de la peregrinación llegó, más de setenta hombres de Al Aws y Al Jazray llegaron e invitaron al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a venir a Medina, luego de que la gente de La Meca lo había perseguido y boicoteado. Durante la noche de uno de los días de Tashriq, el Mensajero acordó encontrarse con ellos en Al ‘Aqaba. Cuando había pasado un tercio de la noche, llegaron y encontraron al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) acompañado por su tío Al ‘Abbas, que no era creyente, pero quería cuidar de los asuntos de su sobrino. Al ‘Abbas, el Mensajero y la gente hablaron juntos en una forma placentera, y luego el Mensajero de Al-lah aceptó sus juramentos de lealtad accediendo a emigrar a Medina para que ellos lo protegieran, lo apoyaran y lo defendieran, y ganarían el Paraíso a cambio. Ellos juraron lealtad uno por uno, y luego se fueron. La tribu de Quraish supo acerca de ellos, y comenzó a perseguirlos. Pero Al-lah los salvó, y el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) permaneció en La Meca por un tiempo.

{Ellos fueron expulsados injustamente de sus hogares solo por haber dicho: "Nuestro Señor es Al-lah". Si Al-lah no se hubiera servido de algunas personas [creyentes] para combatir a otros [incrédulos], se habrían destruido monasterios, iglesias, sinagogas y mezquitas, en donde se recuerda frecuentemente el nombre de Al-lah. Al-lah socorre a quien se esfuerza denodadamente por Su religión. Al-lah es Fuerte, Poderoso} [Corán 22:40].

Relato de la migración del Profeta Muhammad a Medina

Luego el Mensajero de Al-lah ordenó a sus compañeros emigrar a Medina. Ellos emigraron en grupos, excepto aquellos que no pudieron salir a causa de los idólatras, y no quedaron musulmanes en La Meca, excepto el Mensajero de Al-lah, Abu Bakr y ‘Ali. Cuando los idólatras se dieron cuenta de que los compañeros del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) habían emigrado a Medina, temieron que él se uniera a ellos y se fortalecieran. Por lo tanto, acordaron asesinarlo. Gabriel le informó al Mensajero de Al-lah acerca de lo que planeaban, pero el Mensajero de Al-lah le ordenó a ‘Ali que durmiera en su cama, y él devolvió las cosas que le habían sido confiadas al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a sus propietarios. Los idólatras pasaron la noche en la puerta de la casa del Mensajero de Al-lah, esperando para matarlo cuando saliera, pero él salió en medio de ellos recitando unos versos y fue a la casa de Abu Bakr sin ser visto, y así Al-lah lo salvó del complot. Luego Al-lah reveló las palabras (que se interpretan así en español): {Y recuerda [¡oh, Muhammad!] cuando se confabularon contra ti los incrédulos para capturarte, matarte o expulsarte [de tu ciudad]. Ellos planearon en tu contra, pero Al-lah desbarató sus planes, porque finalmente Al-lah es el que mejor planea} [Corán 8:30].

Entonces, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decidió emigrar a Medina, y junto con Abu Bakr salieron hacia la caverna del monte Zawr y se quedaron allí por tres noches. Contrataron a ‘Abdal-lah Ibn Abi Uraiqit, que era idólatra, como su guía, y le dejaron sus camellos a cargo. La tribu de Quraish se alarmó cuando ellos salieron, y los buscaron por todas partes, pero Al-lah protegió a Su Mensajero. Cuando la búsqueda había cesado, salieron de la cueva y viajaron a Medina. Cuando los quraishíes perdieron la esperanza de encontrarlos, ofrecieron una recompensa de doscientos camellos a cualquiera que pudiera traer a uno de ellos o a ambos. Así la gente intensificó su búsqueda sobre el camino a Medina, y Suraqa Ibn Malik los encontró; él era idólatra y salió a buscarlos, pero el Mensajero de Al-lah rezó contra él y las piernas de su caballo se clavaron en el suelo. Así, él se dio cuenta de que el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) estaba protegido, y le pidió que rogara por él, prometiendo que no lo lastimaría. Así, el Mensajero de Al-lah rezó por él y Suraqa volvió y distrajo a la gente para que no lo encontrara. Luego de la conquista de La Meca, él se convirtió al Islam.

¿Cómo fue recibido el Profeta Muhammad en Medina?

Cuando el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) llegó a Medina, los musulmanes exclamaros “¡Al-lah es Grande!” con alegría por su llegada. Hombres, mujeres y niños salieron a su encuentro, regocijados. Él se quedó en Quba’, donde construyeron la mezquita de Quba’. Se quedó allí por aproximadamente diez noches, luego el viernes, entre los Banu Salim Ibn ‘Awf, montó en su camella e ingresó a Medina, y la gente que lo rodeaba competían por invitarlo a quedarse con él, y tomaban las riendas de su camella para fuera y se quedara con ellos. El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) les pidió que dejaran sola a su camella, que Al-lah la guiaría, para que caminara y escogiera un lugar dónde sentarse, que es el lugar donde actualmente está la Mezquita del Profeta en Medina.

Al-lah le posibilitó a Su Mensajero quedarse con sus tíos maternos cerca de la mezquita, y se quedó en la casa de Abu Aiyub Al Ansari. Luego, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) envió a alguien que trajera a su familia y a sus hijas, y la familia de Abu Bakr desde La Meca, y así los trajeron a Medina.

El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y sus compañeros comenzaron a construir su mezquita en el lugar donde la camella se había sentado. Él la orientó para rezar en dirección a Bait Al Maqdis, el Templo de Jerusalén. Sus pilares fueron hechos de troncos de árbol y su techo de hojas de palmera. Pero luego Al-lah cambió la dirección a la que debían orientarse los musulmanes al rezar, hacia el Templo de la Ka’ba, más de diez meses después de que él se había asentado en Medina.

El tratado del Profeta Muhammad con los judíos de Medina

El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) estableció la hermandad entre los emigrados de La Meca y los auxiliares de Medina, e hizo un trato con los judíos, con un documento pactando la paz y la mutua defensa de Medina. El erudito judío ‘Abdul-lah Ibn Salam se convirtió al Islam, pero la mayoría de los judíos se aferraron a su religión. En ese año, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se casó con ‘Aisha (que Al-lah esté complacido con ella).

En el segundo año de su estancia en Medina, se prescribió el llamado a la oración, y Al-lah cambió la dirección de los rezos (quibla) hacia el Templo de la Meca, la Ka’ba, y se instituyó el ayuno del sagrado mes de Ramadán.

Permiso para luchar contra quienes combatieron a los musulmanes

El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) permaneció en Medina y Al-lah lo apoyó con Su ayuda. Los emigrados de La Meca y los auxiliadores de Medina consolidaron sus filas alrededor de él, y sus corazones lo veneraban. Los idólatras, los judíos, y los hipócritas, se coaligaron contra él; lo calumniaron, inventaron mentiras y le declararon la guerra, pero Al-lah le ordenó ser paciente y tolerante. Cuando los musulmanes estuvieron lo suficientemente fuertes, Al-lah les dio la orden de luchar, y reveló el verso (que se interpreta así en español): {Se les ha permitido [combatir a los creyentes] que son atacados porque son víctimas de una injusticia. Al-lah tiene el poder para socorrerlos} “[Corán 22:39].

Entonces Al-lah les ordenó a los musulmanes defenderse, y enfrentar a quienes los perseguían y acosaban: {Y combatan por la causa de Al-lah a quienes los agredan, pero no se excedan, porque Al-lah no ama a los agresores} [Corán 2:190].

Luego, Al-lah les ordenó combatir a los idólatras como ellos los habían combatido:
{No obren en contra de ustedes mismos durante estos meses. Combatan a los idólatras tal como ellos los combaten a ustedes, y sepan que Al-lah está con los piadosos} [Corán 9:36].

El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y sus compañeros comenzaron a convocar a la gente a adorar solamente a Al-lah, y esforzarse en luchar por la causa de Al-lah. Al-lah frustró los planes de sus enemigos y alivió la opresión de los oprimidos. Al-lah los ayudó con Su poder, hasta que la adoración se consagró solamente a Al-lah.

Las batallas del Profeta Muhammad

El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) combatió a los idólatras en la batalla de Badr, en el segundo año después de la Emigración (Hiyra), en Ramadán, y Al-lah le concedió la victoria sobre ellos y los derrotaron. En el tercer año después de la Emigración, la tribu judía de Banu Qainuqa' los traicionó, asesinando a un musulmán; entonces, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) los expulsó de Medina, y se dirigieron a Siria.

La tribu de Quraish quiso vengar a sus muertos que habían sido abatidos en la batalla de Badr. Acamparon alrededor del monte Uhud en el mes de Shawwal del tercer año después de la Emigración. La batalla fue feroz, y la mayoría de los arqueros desobedecieron la orden del Mensajero de Al-lah, así que los musulmanes no alcanzaron la victoria, pero los idólatras volvieron a La Meca sin haber podido ingresar a Medina.

Los judíos de la tribu de Banu An-Nadir decidieron entonces traicionar al Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y asesinarlo, arrojándole una roca, pero Al-lah lo salvó. Entonces, él los sitió en el cuarto año y los expulsó a Jaibar.

En el quinto año después de la Emigración, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) combatió a los Banu Al Mustaliq, repeliendo sus agresiones. Obtuvo la victoria sobre ellos, y obtuvo un gran botín. Pero algunos líderes judíos intentaron incitar a los Coaligados idólatras contra los musulmanes, para acabar con el Islam en el corazón de su tierra. Los idólatras, Al Ahbash y los judíos de la tribu de Ghatafan, se reunieron alrededor de Medina, pero Al-lah frustró su complot y le concedió la victoria al Mensajero de Al-lah y a los creyentes: {Al-lah frustró a los incrédulos que, llenos de ira, no alcanzaron lo que se proponían, e hizo que los creyentes no entraran en combate. Al-lah es Fuerte, Poderoso} [Corán 33:25].

Luego de eso, los judíos de Banu Quraiza traicionaron al Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y rompieron su tratado de paz, por lo que el Mensajero los sitió, y Al-lah le concedió la victoria sobre ellos.

En el sexto año después de la Emigración, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decidió visitar el Templo de la Ka’ba en La Meca y realizar la peregrinación mayor, pero los idólatras le impidieron el ingreso. Entonces, él firmó con ellos el Tratado de Hudaibía, para cesar las hostilidades por diez años, durante los cuales la gente estaría segura para transitar y podrían elegir lo que quisieran, y fue así que la gente ingresó al Islam en grandes cantidades (capítulo An-Nasr, 110:2).

En el séptimo año después de la Emigración, el Mensajero de Al-lah sitió la ciudad de Jaibar, donde se habían refugiado muchos de los líderes judíos que eran hostiles a los musulmanes y que no cesaban de complotar contra ellos. Al-lah le dio la victoria sobre ellos. Luego el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) envió cartas a los reyes del mundo conocido, invitándolos al Islam.

En el octavo año después de la Emigración el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) despachó un ejército al mando de Zaid Ibn Hariza para tratar con los agresores, y los romanos reunieron un ejército inmenso para asesinar a los comandantes musulmanes, pero Al-lah salvó al resto.

Entonces, los idólatras de La Meca rompieron su tratado de paz, y el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) lideró un gran ejército contra ellos y conquistó La Meca, limpió el Templo de la Ka’ba de los ídolos que allí había y la liberó de la custodia de los incrédulos.

Luego llegó la campaña de Hunain en Shawal, el octavo año después de la Emigración, para repeler la agresión de las tribus de Zaqif y Hawazin. Al-lah los derrotó y los musulmanes se apropiaron de un importante botín de guerra. Entonces el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) continuó su marcha hacia Táif y la sitió, pero Al-lah no decretó que fuera conquistada, entonces el Mensajero de Al-lah rezó por ellos, y luego se marcó. Ellos posteriormente se convirtieron al Islam, y él volvió y distribuyó el botín de guerra. Sus compañeros realizaron la peregrinación menor y luego regresaron desde La Meca a Medina.

En el noveno año después de la Emigración llegó la campaña de Tabuk, durante un tiempo de dificultades y calor intenso. El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) fue a Tabuk para derrotar los complots de los romanos bizantinos. Él acampó allí, pero no se produjo ninguna batalla, aunque hizo tratados con algunas tribus, luego volvió a Medina. Esta fue la última campaña militar en la cual el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) luchó. En el mismo año llegaron las delegaciones de diversas tribus, deseando ingresar al Islam. Entre esas delegaciones estaban las tribus de Tamim, Tai', ‘Abdul-Qais y Banu Hanifa; todos ellos se convirtieron al Islam, y el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) le ordenó a Abu Bakr dirigir a la gente en la peregrinación mayor ese año. También envió a ‘Ali con él y le dijo que recitara el capítulo At-Tawba para ellos, para anunciar simbólicamente el alejamiento de los idólatras. Le dijo que convocara a la gente, y ‘Ali dijo en el Día del Sacrificio (al finalizar la temporada de la peregrinación): “¡Oh, pueblo! Ningún incrédulo ingresará al Paraíso, y ningún idólatra realizará la peregrinación después de este año, y ninguna persona desnuda circunvalará el Templo. Quien tenga un tratado con el Mensajero de Al-lah, tal tratado se respetará hasta que expire”.

La liberación de La Meca

En el décimo año después de la Emigración, el Mensajero de Al-lah (que Al-lah esté complacido con él) decidió realizar la peregrinación mayor, y convocó a toda la gente a peregrinar con él. Mucha gente de Medina y otras partes realizó la peregrinación con él. Él ingresó en la consagración ritual desde el sitio de Dul Halifa, y llegó a La Meca en el mes de Dul Hiyya. Realizó la circunvalación a la Ka’ba y el recorrido ritual entre las colinas de Safa y Marwa, y le enseñó a la gente el ritual. Impartió un grandioso y conciso sermón en la colina de ‘Arafat, en la cual reafirmó la justicia de las normas del Islam. Dijo:

El sermón de despedida del Profeta Muhammad

“Oh, pueblo, escuchen mis palabras, porque no sé si me volveré a encontrar con ustedes este año. Oh, gente, su sangre, sus riquezas y su honor son sagrados, tal como es sagrado este día, este mes y este lugar. Cada práctica de la ignorancia preislámica queda anulada y las venganzas tribales están canceladas. El primer reclamo de sangre que es abolido es el de Rabi’a Ibn Al Hariz, que fue criado entre la tribu de Bani Sa’d y asesinado por Hudail. La usura de la ignorancia preislámica queda abolida, y la primera deuda que queda abolida es la de mi tío ‘Abbas Ibn ‘Abdul-Muttalib. Queda abolida completamente.

Teman a Al-lah en lo concerniente a las mujeres, porque las han tomado en la confianza de Al-lah y Él ha hecho sus cuerpos lícitos para ustedes, a través de Sus divinas palabras. Sus derechos sobre ellas es que ellas no deben permitirle a nadie que a ustedes no les agrade ingresar a su hogar. Si lo hacen, impónganles un castigo, pero no sean crueles. Sus derechos sobre ustedes es que deben tratarlas con dulzura, vestirlas y darles el sustento.

Les he dejado algo que, si se aferran a ello, no se extraviarán luego de que yo me vaya: el Libro de Al-lah. Si les preguntaran acerca de mí, ¿qué dirían?”.

Ellos respondieron: “Daríamos testimonio de que has entregado el Mensaje, que cumpliste y nos aconsejaste sinceramente”.

Entonces, él señaló con su dedo índice hacia el cielo, y luego hacia la gente, y dijo: “Oh, Al-lah, sé testigo, sé testigo”, tres veces.

Cuando Al-lah perfeccionó su religión y sus principios básicos habían sido establecidos, Al-lah le reveló el siguiente verso en ‘Arafat: {Hoy les he perfeccionado su forma de adoración, he completado Mi gracia sobre ustedes y he dispuesto que el Islam sea su religión} [Corán 5:3].

Esta peregrinación es llamada la Peregrinación de Despedida, porque en ella el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) se despidió de la gente, y no volvió a realizar la peregrinación después de eso. Luego de completar su peregrinación mayor, el Mensajero de Al-lah regresó a Medina.

¿Cuándo murió el Profeta Muhammad?

En el decimoprimer año después de la Emigración, en el mes de Safar, el Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) cayó enfermo. Cuando el dolor se hizo muy intenso, le pidió a Abu Bakr (que Al-lah esté complacido con él) que dirigiera a la gente en la oración. En el mes de Rabi’ Al Awal, su enfermedad empeoró y falleció, en la mañana de lunes 12 de ese mes. Los musulmanes fueron golpeados por el dolor y la tristeza. El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) fue lavado, y los musulmanes ofrecieron una oración fúnebre por él el día 13, en la noche, y fue enterrado en la casa de ‘Aisha (que Al-lah esté complacido con ella). El Mensajero falleció, pero su religión permanecerá hasta el Día de la Resurrección.

Seguidamente, los musulmanes escogieron a quien había sido su compañero en la caverna durante la Emigración, Abu Bakr (que Al-lah esté complacido con él), para ser su sucesor. Luego de Abu Bakr, el título de Califa pasó a ‘Umar Ibn Al Jattab, después a ‘Uzman Ibn ‘Affán, y luego al yerno y sobrino del Profeta, ‘Ali Ibn Abi Talib (que Al-lah esté complacido con todos ellos). Estos fueron conocidos como los Califas Rectamente Guiados (Al Julafa' Ar-Rashidun).

El Profeta Muhammad: Ejemplo exaltado de carácter

Al-lah bendijo a Su Mensajero Muhammad grandemente, y le encomendó las nobles virtudes, como Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {¿Acaso no te encontró huérfano y te dio amparo, y te encontró perdido y te guio, y te encontró pobre y te enriqueció? No maltrates al huérfano ni rechaces al mendigo, y divulga las gracias de tu Señor} [Corán 93:6-11].

Al-lah honró a Su Mensajero con nobles características que no fueron combinadas en ninguna otra persona, al punto de Al-lah lo elogió por eso: {Eres de una naturaleza y moral grandiosas} [Corán 68:4].

Con estas nobles características, él (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) fue capaz de unir a la gente bajo una misma causa y suavizar sus sentimientos, por la gracia de Al-lah: {[Oh, Muhammad] Por misericordia de Al-lah eres compasivo con ellos. Si hubieras sido rudo y de corazón duro se habrían alejado de ti; perdónalos, pide perdón por ellos, y consulta con ellos los asuntos [de interés público]. Pero cuando hayas tomado una decisión encomiéndate a Al-lah, porque Al-lah ama a los que se encomiendan a Él} [Corán 3:159].

Al-lah envió a Su Mensajero Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a toda la humanidad. Le reveló el Corán y le ordenó convocar a la gente para que adore a Al-lah, como Él dijo (lo que se interpreta así en español): {Para que invites [a creer en]Al-lah con Su anuencia; eres una antorcha luminosa} [Corán 33:46].

Al-lah favoreció a Su Mensajero sobre los demás profetas en seis formas, como el mismo Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) lo dijo: “He sido favorecido por encima de los demás profetas en seis formas: se me ha dado la habilidad del discurso conciso; se me ha ayudado con la capacidad de infundir temor en los corazones de mis enemigos; se me ha hecho permisible el botín de guerra; la Tierra entera se me ha hecho pura como lugar de adoración; he sido enviado a toda la humanidad; y soy el Sello de los Profeta” (Muslim, 523).

Toda la humanidad está convocada a creer en él y seguir la sabiduría de sus leyes que conducen al Paraíso: {Estas son las leyes de Al-lah. A quien obedezca a Al-lah y a Su Mensajero, Él lo introducirá en jardines donde corren ríos, donde vivirá por toda la eternidad. Este es el éxito supremo} [Corán 4:13].

Al-lah elogió a aquellos entre la Gente de las Escrituras (judíos y cristianos) que creyeron en el Profeta Muhammad, y les dio las buenas noticias de una doble recompensa, como Al-lah dijo (lo que se interpreta así en español): {Quienes recibieron Mi revelación antes de él, creyeron en él. Cuando se les recita [el Corán] dicen: "Creemos en él; es la Verdad que proviene de nuestro Señor. Antes de escucharlo ya éramos musulmanes [sometidos a Al-lah]". Ellos recibirán su recompensa dos veces por haber sido perseverantes, haber respondido el mal con bien, y haber dado en caridad parte de lo que les había proveído} [Corán 28:52-54].

El Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Hay tres que recibirán una doble recompensa: una persona de la Gente de las Escrituras que creyó en su Profeta, luego vivió hasta el tiempo del profeta siguiente, creyó en él y lo siguió…”.

Y Al-lah sabe más.

Origen: De Usul al-Din al-Islami por el Sheij Muhammad ibn Ibrahim al-Tuwaijri