Reconciliando entre los reportes sobre la extrañeza de la religión y la supervivencia del grupo victorioso

Alabado sea Dios.

No hay contradicción entre ellos. El primer reporte es claro y está confirmado por la realidad histórica. El resto del reporte dice: “…y volverá a hacer algo extraño en el final de los tiempos; bienaventurados sean los extraños”. De acuerdo a una versión que no fue narrada por Muslim: “…ellos revivirán lo que la gente había olvidado de mi Tradición”. De acuerdo a otra versión: “…aquellos que corrigen lo que la gente corrompe”. 

El segundo reporte indica que la difusión del Islam, su conocimiento y sus enseñanzas, continuarán, y estas son buenas noticias de que habrá un grupo que prevalecerá y se aferrará a la verdad. La idea de ser un extraño, no es contraria a la idea de la supervivencia de un grupo, y esto no implica que esto sucederá en un lugar. La verdad debe permanecer hasta que el Impostor emerja (el Dayyál), y hasta que el Viento llegue (que tomará las almas de los creyentes justo antes de que la Hora comience). 

Más aún, este sentido de ser un extraño puede incrementarse en algunas áreas mientras que decrece en otras, y puede significar muchas cosas, tal como el incremento de las innovaciones, descuidar la oración en congregación, no encomendar lo que es bueno ni prohibir lo que es malo, etc. Una de las manifestaciones más serias de esto es la alienación de la gente de la Unidad (Tawhid) y la prevalencia del paganismo. Le pedimos a Dios que nos mantenga sanos y salvos. 

El Islam puede prevalecer en algunas áreas y fortalecerse más aún que antes, como vemos en la vida diaria, y puede ser más fuerte durante algunas épocas que en otras.

Con respecto al reporte: “No vendrá un tiempo sin que sea peor que éste”, esto debe ser interpretado como refiriéndose a lo que es usual del caso. No significa que no pueda haber algunos tiempos que sean mejores que los anteriores, como en el caso de la era de ‘Umar ibn ‘Abd el-‘Azíz; su tiempo fue mejor que el de Sulaimán y al-Walíd; y como en el caso del Shéij al-Islam Ibn Taimíyah y su estudiante Ibn al-Qayím, cuando la Tradición Profética prevaleció y la innovación fue refutada; y como sucedió en Arabia después de la prédica del shéij Muhámmad ibn ‘Abd el-Wahháb (que Allah tenga misericordia de él)”. Fin de la cita.