Alabado sea Dios.
El principio básico es que las acciones del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) antes de que su misión comenzara están fuera del marco legislativo de la Sunnah, y que no se nos pide seguirlo o tomarlo como ejemplo, excepto en casos en que la shari’ah, después de que su misión comenzara, afirmara o aclarara que ese acto era algo prescripto o islámicamente aceptable, ya sea obligatorio o recomendable, tal como cumplir con las promesas y la palabra dada, ayudar al desposeído, honrar a las visitas y los huéspedes, ayudar a la gente ante una catástrofe natural, etc. En ese caso nosotros estamos obligados a seguir su ejemplo, porque eso se convirtió en ley durante su misión profética, y no sólo porque él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) lo hubiese hecho antes de ser profeta. Basándonos en esto, hay algunos actos que hizo antes de que su misión comenzara que nosotros no estamos obligados a seguir, ya sea porque no hay prueba de que esto esté prescripto o porque hay reportes que muestran que esto fue abrogado durante su misión.
El Shéij al-Islam ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Las cosas que hizo antes de su misión como profeta no son mencionadas como ejemplo a seguir ni como fuente de legislación, porque los musulmanes estamos unánimemente de acuerdo que lo que es obligatorio seguir es lo que él trajo, la Revelación, lo cual comenzó su misión como profeta.
Por eso quien se quede afuera de la oración del yumu’ah y de otras oraciones comunitarias, y viva solo en cavernas y montañas, donde no hay congregaciones, y reclame estar siguiendo el ejemplo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) porque él solía adorar a Dios solo en la cueva del Monte Hira’ antes de su profecía, y así abandone los actos de culto que están prescriptos y encomendados por Allah y Su Mensajero, esta equivocado. Esto es así, porque, después de que Allah lo honró con el don de la profecía, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no continuó con esas prácticas de adoración en la soledad de la cueva de Hira’, etc.
Ninguno de sus compañeros después de él fue a esta caverna se quedaron afuera de las oraciones comunitarias en lugares aislados, y ninguno de ellos observaron ninguna clase de retiro de 40 días, como algunos de los musulmanes hicieron posteriormente. Más bien ellos adoraron a Allah a través de los actos de culto prescriptos que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) ordenó cumplir”. Fin de la cita de Maymu’ al-Fatáwa (18/10).
Con respecto a los muháddizún (eruditos del hadiz), ellos pusieron atención a lo que se narró del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en todos los tiempos, aún si esto sucedió antes de que su misión comenzara. Esto es parte de la sunnah de acuerdo a la definición de los muháddizún, que consideraron todo lo que se narró del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) como Sunnah, y por eso lo narraron en sus libros”.
Ver: Af’al ar-Rasúl sál-la Allahu ‘aleihi wa sál-lam wa Dalaalátuha ‘ala al-Ahkám, por el Dr. Muhámmed al-‘Arusi (149).
Y Allah sabe más.