Alabado sea Dios.
Si el musulmán realiza los actos obligatorios que le han sido encomendados, y luego se esfuerza en acercarse a Dios por medio de los actos de culto voluntarios, y persiste en ello tanto como puede, entonces Dios lo ama y lo ayudará en todo lo que haga. Por lo tanto, cuando oiga será guiado por Dios para ello, y no oirá sino lo que es bueno para él, y no aceptará sino la verdad, y la falsedad será apartada de él, con la ayuda de Dios. Entonces verá la verdad como tal y la falsedad como tal, y cuando trabaje o se defienda con su mano lo hará con el poder de Dios, y sus acciones serán una ayuda de Dios en el camino de la verdad. Y cuando camine estará haciéndolo en obediencia a Dios, buscando el conocimiento o esforzándose por Su causa.
En resumen, todo lo que haga, tanto externa como internamente, estará guiado y por Dios y será con Su ayuda.
Por eso se hace claro que no hay nada en este reporte que indique que Dios ha “encarnado” en Su creación o que se haya vuelto parte de ella. Esto está evidenciado por las palabras con que termina el reporte, donde Dios dijo: “Y si Me pide, se lo concederé, y si busca Mi ayuda, se la daré”. De acuerdo a otras versiones del reporte Dios también dijo: “Entonces por Mi ayuda él oirá, y por Mi ayuda, verá…”. Esto explica cuál es el significado de las primeras palabras del reporte, y demuestra claramente que hay alguien que pide y Otro que concede; alguien que pide ayuda, y Otro que la dá, de tal manera que son dos entidades separadas. Este reporte es similar a otro reporte qudsí que dice: “Dios dijo: “Oh, servidor mío, me sentí enfermo y no me visitaste…”. En ambos casos, la última parte del reporte explica la primera, pero aquellos que están gobernados por sus caprichos y deseos siguen los textos ambiguos, e ignoran los textos claros, y así se extravían.