Alabado sea Dios.
La rememoración en general, si implica elevar la voz y recitar al unísono, es una innovación en la religión, y no formó parte de la práctica de las piadosas generaciones tempranas.
Ash-Shátibi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Si hay un texto que encomienda a la gente recitar una frase particular para rememorar a Dios, y alguna gente se reúne para recitar oraciones al unísono, o una cierto tiempo designado para ello, y entonces debemos señalar que aunque estas oraciones fueron reportadas en los textos legales y se encomendó a la gente repetirlas, no hay nada allí que indique una forma o tiempo particular para recitarlas. Más bien, en los textos puede haber alguna indicación de lo contrario, porque aferrarse a algo que no está estipulado en el Islam puede dar la impresión de que es parte de la religión, especialmente si es llevado a cabo por líderes que son puestos como ejemplo en lugares donde la gente se reúne, tal como las mezquitas.
Por lo tanto las primeras generaciones no hicieron estas cosas, y habría sido más razonable pensar que las habrían hecho si estuvieran prescriptas en el Islam. Pero la rememoración de Dios en general es algo que está islámicamente prescripto en muchas situaciones, a diferencia de otros actos de culto, y estas súplicas son rememoraciones de Dios, pero sin embargo nuestros rectos predecesores no se adhirieron a una manera particular de decirlas ni se limitaron a momentos específicos, a menos que haya evidencia para ello, tal como si los textos dijeran que debe ser recitado por la mañana o por la noche. Y ellos no dijeron que deban recitarse en voz alta a menos que un texto afirmara que así debe hacerse, como las oraciones de las dos festividades, por ejemplo. Con respecto a otras oraciones para rememorar a Dios, ellos persistieron en ocultarlas y decirlas en privado, no en voz alta. Por eso cuando los compañeros del Profeta elevaban sus voces en una súplica, el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) les dijo: “Facilítense las cosas, porque no están llamando a un sordo ni a un ausente”. Y ellos no las recitaban en voz alta ni al unísono.
Todo aquel que vaya contra este principio olvida que el texto es de significado general y no restringido a un momento en particular, entonces quien lo restringe a un momento en particular lo hace en base a su propia opinión y va contra la opinión de aquellos que tienen mejor conocimiento del Islam que él, es decir las primeras generaciones de musulmanes, que Dios esté complacido con todos ellos”. Fin de la cita de Al-I’tisam, 1/188-189.
Le preguntaron al Shéij al-Islam Ibn Taimíyah sobre un hombre que había establecido una fundación y en algunas de sus condiciones él estipuló que los hermanos debían recitar lo que supieran del Corán y recitar ‘Subhana Allah’ (Glorificado sea Dios), ‘La iláha ílla Allah’ (No hay más divinidad que Dios) y ‘Alláhu Ákbar’ (Dios es El Más Grande), y enviarle las bendiciones al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) después de la oración del alba hasta que salga el Sol. ¿Es mejor hacer eso en voz alta o en voz baja?”
Él respondió:
“Alabado sea Dios. Más bien, es mejor recitar estas oraciones y súplicas, como también enviar las bendiciones al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), en voz baja, a menos que haya una razón para hacerlo de otra forma. En este momento en particular es especialmente preferible recitarlo en voz baja, porque Dios dijo (traducción del significado):
“Y ten presente a tu Señor en tu corazón con sometimiento y temor, e invócale con voz baja por la mañana y por la tarde, y no seas indiferente.” (al-A’ráf, 7:205).
Y en el Sahih se narró del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que cuando él vio sus compañeros (que Dios esté complacido con ellos) elevando sus voces cuando rememoraban a Dios, les dijo: “Oh, gente, facilítense las cosas, porque no están llamando a un sordo ni a un ausente; más bien están llamando a Alguien que es Omnioyente, El Cercano. Aquél a Quien están llamando está más cerca de ustedes que el cuello de su camello”. Fin de la cita de Fatáwa al-Kubra, 4/246.
Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita dijeron:
“Recitar oraciones para rememorar a Dios al unísono es una innovación en la religión, porque es algo externo que ha sido introducido entre los musulmanes. Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien introduzca algo en este, nuestro asunto (el Islam) que no pertenezca a él, le será rechazado”. Y él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Todo asunto inventado en la religión es una innovación, y toda innovación camina a la perdición”. Lo que está prescripto es rememorar a Dios, glorificado y exaltado sea, sin recitar estas oraciones al unísono”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 24/268.
En segundo lugar, es más desaconsejable elevar la voz y recitar súplicas y oraciones para rememorar a Dios al unísono, si eso puede perturbar a otra gente que está rezando o también está recitando súplicas.
Se narró de ‘Abd Allah ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) realizó un retiro espiritual en la mezquita y se dirigió a la gente diciéndole: “Cuando uno de ustedes se pone de pie para rezar, está conversando con su Señor, por lo tanto que cada uno de ustedes piense en lo que está diciendo a Dios, y que ninguno eleve su voz por encima del otro cuando recita en la oración”. Narrado por Áhmad, 4909; clasificado como auténtico por Al-Albani.
El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Nadie debe levantar la voz en la recitación de tal modo que perturbe a otros orantes”. Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 23/61.
En tercer lugar, con respecto al reporte narrado por Muslim (2701): de Mo’áwiyah ibn Abi Sufián (que Dios esté complacido con él), el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) llegó y sus compañeros estaban sentados en un círculo, y les preguntó “¿Por qué están aquí sentados?”, y ellos respondieron: “Estamos rememorando a Dios y alabándolo por habernos guiado al Islam y habernos bendecido con él”. Y el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) respondió: “Por Dios, ¿están ustedes aquí sentados solamente con ese propósito?”. Ellos respondieron: “Por Dios que sí, sólo estamos aquí por eso”. Él respondió: “No les pido que juren porque estaría maldiciéndolos, pero el ángel Gabriel vino y me dijo que Dios estaba enorgulleciéndose de ustedes ante los ángeles”.
Y el reporte también narrado por Muslim (2699), de Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él), quien dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguna gente se reúne en las casas de Dios recitando el Libro de Dios y estudiándolo juntos, sin que la tranquilidad descienda sobre ellos, la misericordia los cubra, los ángeles los rodeen y Dios los mencione a aquellos que están con Él”.
Debemos decir que no hay nada en estos reportes que sugiera que esa rememoración de Dios deba ser recitada al unísono.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El punto de vista correcto acerca de este asunto es que los dos reportes se refieren a aquellos que estudian el Libro de Dios juntos y lo recitan. De la misma forma, con respecto a la gente que recuerda a Dios, esto es de significado general y debe ser entendido a la luz de otra evidencia, como reportes específicos que describen la forma en la cual el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros recitaban las oraciones para rememorar a Dios. No era conocido entre ellos que solieran rememorar a Dios, glorificado y exaltado sea, recitando oraciones al unísono ni que leyeran o recitaran el Corán al unísono tampoco. La frase “estudiándolo juntos” indica que esto es algo que hacían alternativamente unos con otros. Ya sea que uno lo lea y los demás lo escuchen, y cuando hubiera terminado el siguiente leía el mismo texto o el siguiente; que cada uno de ellos lea una parte, y el siguiente siga leyendo donde el anterior se detuvo. Este es el significado evidente del reporte. Con respecto a los otros reportes en que se afirma que ellos rememoraban a Dios, decimos lo mismo: es de significado general, y debe ser entendido a la luz de los textos que hablan de la forma específica en la cual las oraciones para rememorar a Dios se recitaban en el tiempo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y sus compañeros. No era conocido entre ellos que solieran reunirse y recitar oraciones al unísono”. Fin de la cita de Fatáwa an-Nur ‘ala ad-Dárb, por Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín, 19/30.
Para más información, por favor consulta la respuesta a la pregunta No. 10491.
Y Allah sabe más.