Alabado sea Dios.
Cada rama del conocimiento que la gente necesita estudiar para sus asuntos mundanos y religiosos no está prohibida en sí misma con respecto al estudio, aprendizaje y entendimiento. Lo que importa es cómo este conocimiento es usado y aplicado. No hay nada de malo en estudiar contabilidad, por ejemplo, pero el problema es su aplicación práctica en el mundo real, tal como trabajar en un banco que comercia con la usura, u otras instituciones similares. Lo mismo puede decirse acerca de la medicina. Es una rama del conocimiento que es muy importante, y la gente no puede prescindir de ella, pero a veces en la vida real es usada para cosas prohibidas por el Islam, tal como ciertas cirugías estéticas innecesarias que son realizadas por mera vanidad, abortos ilegales, etc.
Lo mismo puede decirse acerca de la ciencia de la genética, que está definida en al-Mu’yám al-Wasit (2/1024) como la ciencia que examina la transmisión de características en los seres vivientes de una generación a otra, y explica la forma en que esto ocurre. Es una importante rama del conocimiento, y uno de los grandes beneficios de esta ciencia es conocer las enfermedades hereditarias para saber cómo protegernos contra ellas y tratarlas. También puede ser usada para propósitos beneficiosos en plantas y animales. Pero al mismo tiempo, existe la posibilidad de que alguien juegue con lo que se conoce como clonación. Nosotros hemos discutido un poco acerca de lo que está permitido y lo que está prohibido con respecto a la clonación y la ingeniería genética en las respuestas a las preguntas No. 103335 y 21582.
Lo que importa entonces no es el estudio teórico de la genética, sino la aplicación práctica que surge de ella. Todo lo que es beneficioso y permisible es incentivado por el Islam, y lo que es perjudicial, está prohibido por el Islam.
En una conferencia de la Asociación Islámica de Ciencias Médicas en Kuwait, que fue mantenida bajo el título de “Genética, Ingeniería Genética, el Genoma Humano y la Terapia Genética: un punto de vista islámico”, con la participación del Concilio Islámico de Jurisprudencia en Yéddah, el Cabildo Local de la Organización Mundial de la Salud en Alejandría, y la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura, que fue mantenida durante el período del 23 al 25 de Yumada al-Ájirah, 1419 después de la Héyirah, concordante con el 13 al 15 de Octubre de 1998 d. C., donde se emitió la siguiente declaración:
“El Islam es la religión de la ciencia y el conocimiento, como dice en el verso en que Dios, glorificado y exaltado sea, dijo (traducción del significado):
“Di: “¿Acaso son iguales los que saben a los que no?” (az-Zúmar, 39:2).
El Islam no retrasa la mente humana del conocimiento beneficioso y la investigación científica, pero no es permisible poner en práctica los resultados de esta investigación hasta que hayan sido examinados bajo los lineamientos generales de la ley islámica. Lo que sea que está de acuerdo con la ley islámica está permitido, y lo que sea que vaya contra la ley islámica no está permitido. La ciencia genética con sus diversos aspectos, como con todas las ramas del conocimiento, es algo que el Islam encomienda, y los científicos musulmanes deben estar a la vanguardia de ella”.
Fin de la cita.
Y Allah sabe más.